Así juega Sánchez el 'órdago Calviño': no fue en las listas del PSOE por el FMI

La ministra de Economía, Nadia Calviño.
La ministra de Economía, Nadia Calviño.
Efe

Pedro Sánchez está jugando un órdago con Nadia Calviño. Moncloa cree que tiene serias opciones de que la ministra de Economía en funciones desembarque a la vuelta de vacaciones en el Fondo Monetario Internacional (FMI) en sustitución de Christine Lagarde y por eso está apostando fuerte. Todo forma parte de un plan trazado por el presidente del Gobierno la pasada primavera, incluso antes del adelanto electoral, y que busca colocar a pesos pesados de su equipo en puestos de máxima relevancia internacional. Con Josep Borrell ya lo ha conseguido y ahora mueve la baza de la coruñesa para Washington sin descartar otro cargo más en Europa.

Moncloa empezó a postular a Calviño para el FMI a principios de año. Consciente del papel internacional que le iba a tocar jugar a Sánchez en los meses siguientes, los 'sherpas' del Gobierno indicaron rápidamente al gabinete cuál debía ser su socio preferente en la UE: Emmanuel Macron. Por eso, los presidentes francés y español acordaron formar tándem y mover a dos de sus peones de forma discreta: Lagarde y Calviño. La primera para el BCE y la segunda para el FMI. La carambola franco-española estaba en marcha.

La primera parte del plan se completó a principios de este mes de julio. No fue fácil pero se consiguió: Francia logró la sucesión de Mario Draghi, España se garantizó una 'paloma' en el BCE y, a la vez, abrió la puerta a que Calviño desembarque en el 700 19th Street de la capital estadounidense, sede central del FMI. Para conseguirlo Sánchez va a contar con la colaboración de Macron y ahora busca más apoyos entre los países europeos del G-7 para que la sucesión de Lagarde recaiga en un economista del viejo continente.

Sánchez también aspira a conseguir el apoyo de Alemania. Fuentes del entorno de Calviño apuntan a la buena relación que une a la ministra española con la nueva presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. La española publicó un tuit en el que se declaraba "feliz y orgullosa" de la elección de la alemana, pese a ser de familias rivales. Este miércoles, en la Cadena SER, añadió que se sentía "muy contenta" de que, por primera vez en 40 años, haya alcanzado ese cargo una mujer y además con un perfil y un programa muy progresista "que mira al futuro e inspira a los europeos".

Lo cierto es que Calviño se encuentra de paso en España. Su objetivo, que nunca se ha ocultado, pasa por ocupar un cargo de máxima responsabilidad a nivel internacional y el FMI es un caramelo que le gusta. Ella misma reconoció esta semana en la Cadena SER que había hablado con Sánchez sobre su futuro. Su estancia en la política española, por tanto, tiene fecha de caducidad. 

El líder del PSOE ha cuidado especialmente a su ministra de Economía desde que la llamó para venirse al despacho del Paseo de la Castellana. Fuentes del partido destacan el hecho de que Sánchez permitiera a Calviño no ir en las listas socialistas el pasado 28 de abril. Fue una excepción, ya que el resto del Consejo de Ministros ocupó puestos de salida en diferentes circunscripciones: ¿Por qué con Calviño hizo esa excepción? "Con la vista puesta en el FMI y para preservar su independencia", indican las mismas fuentes. Todo estaba calculado.

Explican desde las filas socialistas que Calviño es una ministra que nunca ha ocultado su incomodidad con un posible pacto con Unidas Podemos que se está fraguando este fin de semana. "Cree firmemente en la estabilidad presupuestaria y en cumplir los objetivos de déficit a rajatabla", dicen. Eso, añaden, viendo los postulados económicos del partido de Pablo Iglesias se antoja complicado de encajar. Afirman que el acuerdo con el que se hubiera sentido cómoda es con Ciudadanos. 

Calviño también ha demostrado, a lo largo de los últimos casi catorce meses desde la moción de censura, que ha buscado preservar en todo momento esa independencia que le hizo llegar al Consejo de Ministros con galones. "Ella sabe que sin ser diputada tiene un cartel que preservar y que no tiene que entrar en hooliganismos", asegura un socialista del área económica. Difiere así de la actitud de su 'alter ego' en el Gobierno, María Jesús Montero, considera un talento político y que optaría a un cargo de 'superministra' si la ministra de Economía sale hacia el FMI.

La opción de Calviño para el FMI no es el único gran nombramiento al que aspira el Gobierno español, todavía en funciones. Fuentes cercanas a Moncloa apuntan a la posibilidad de que la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, pueda aspirar a una comisaría en el nuevo Ejecutivo comunitario de Von del Leyen. Sería la guinda para un Sánchez que aspira a enfocar la legislatura hacia el extranjero, como hicieron José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero.

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