Tras las prisas de la investidura

Sánchez aplaza su lista de ministros a la vez que Iglesias desvela una ola de cargos

Sánchez congela 'in extremis' su lista de ministros mientras Iglesias ubica peones
Sánchez congela 'in extremis' su lista de ministros mientras Iglesias ubica peones
PSOE

Pedro Sánchez tenía prisa por cerrar la investidura, pero no tiene ninguna urgencia para que el Gobierno de coalición eche a andar. El presidente, ya investido, ha puesto en marcha su particular partida de ajedrez y ayer comunicó, vía PSOE, que no iba a dar a conocer los ministros del PSOE hasta la próxima semana. Es una estrategia de comunicación muy diferente a la que está siguiendo su nuevo socio, filtrando por entregas quiénes serán sus peones en el Ejecutivo conjunto. Algunos de los afectados se están enterando por los medios de comunicación de que no continuarán en el cargo, como Cristina Gallach, actual Alta Comisionada para la Agenda 2030.

A primera hora de la mañana de este martes, la consigna que se estaba marcando en todos los ministerios en funciones era que la investidura estaba garantizada y el proceso para nombrar un nuevo Gobierno se pondría en marcha inmediatamente después. El 'timing' estaba, en teoría, establecido: por la tarde comunicación al Rey; al día siguiente, toma de posesión de Sánchez; horas más tarde, anuncio de la lista de ministerios y el mismo jueves todos, los nuevos ministros a jurar su cargo para a asistir a su primer Consejo de Ministros el viernes día.

Cabía la opción de empezar a aprobar medidas económicas urgentes incluso este viernes, como la prevista subida de las pensiones, y lanzar a la población el mensaje de que el esfuerzo y la urgencia con que se había sacado adelante la investidura había merecido la pena. Incluso en la Secretaría de Estado de Comunicación contaban con esos plazos como la opción más "lógica" y, junto al resto de los ministerios, se estaban preparando para gestionar la información de la manera más eficaz posible.

Pero el parón que anunciaba Ferraz a media tarde ha dado al traste con todas esas previsiones y ha dejado descolocados a propios y extraños, según admitían este martes desde diversos ministerios y en fuentes cercanas a la propia Moncloa. Conclusión: la incertidumbre se prolongará unos días más ya que ningún ministro sabe absolutamente nada, ni si seguirá ni si su destino es otro. Antes Sánchez se verá este miércoles con el Rey en Zarzuela. 

Fuentes del equipo de Sánchez aseguran que el aplazar la lista de ministros del PSOE hasta la semana que viene era el plan "previsto". Recomiendan moderación y esperar unos días. Y es que Sánchez mantiene guardado bajo llave su decisión. Menos de media docena de miembros de su equipo conocen cuál será su listado de ministros, decisión que no ha comunicado ni a su futuro vicepresidente Iglesias. Fijos hay varios puestos, como el de la vicepresidencia económica para Nadia Calviño o el de la vicepresidencia política para Carmen Calvo. José Luis Ábalos y Teresa Ribera también están incluidos en estos planes.

La mujer de Sánchez junto a ministros en funciones y colaboradores
La mujer de Sánchez junto a ministros en funciones y colaboradores de Moncloa. / PSOE

Las mismas fuentes de Moncloa se remiten al artículo 100 de la Constitución para dejar clara que la potestad de elegir a su consejo de ministros es exclusivamente de Sánchez: "Los demás miembros del Gobierno serán nombrados y separados por el Rey, a propuesta de su presidente", se puede leer en la Carta Magna. Es de suponer, por tanto, que el presidente investido informe al jefe del Estado de este equipo en las próximas horas. 

Pablo Iglesias, por su parte, ha mantenido una estrategia muy diferente. Ha filtrado y prácticamente radiado dónde se ubicarán sus piezas antes que el PSOE, lo cual ha generado cierto malestar en el equipo socialista, según admiten diversas fuentes. También es cierto que Sánchez y los suyos dejaron vía libre a sus socios de Gobierno a comunicar lo que estimaran oportuno de los cinco puestos que ocuparán en el Consejo de Ministros. Pero no ha sentado bien que se informara apenas unos minutos después de ganar la investidura quién serán los secretarios de Estado de Iglesias (Ione Belarra y Nacho Álvarez) y su jefe de gabinete (José Julio Rodríguez).

El dato

Ministros, secretarios de Estado y una directora general

Podemos ya ha dado a conocer quiénes serán sus cinco integrantes en el Consejo de Ministros: Iglesias, vicepresidente social; Irene Montero, titular de Igualdad; Yolanda Díaz, de Trabajo; Manuel Castells, de Universidades; y Alberto Garzón, de Consumo. Ione Belarra y Nacho Álvarez serán secretarios de Estado de Agenda 2030 y de Derechos Sociales, respectivamente, según adelantó La Vanguardia. Y la directora general del Instituto de la Juventud (Injuve) será la periodista alicantina de 26 años María Teresa Pérez.

El parón que ahora imponen los socialistas puede interpretarse como una forma de dejar claro que los tiempos los marca el líder y presidente del Gobierno. Pero lo cierto es que hay hubo cierto desconcierto, incluso en el seno del Ejecutivo. La congelación de la decisión deja en mal lugar las directrices marcadas a lo largo del día en los Ministerios y admitida por algunos portavoces oficiales del Ejecutivo en funciones.

Un freno en seco como el que marcaba Ferraz también desataba todas las interpretaciones posibles sobre lo ocurrido en el seno del nuevo Gobierno de coalición, apenas cuatro horas después de haber logrado el visto bueno del Congreso. "Eso sólo puede haber ocurrido porque alguien importante que el presidente tenía previsto le ha dicho que no", señalaban algunos analistas políticos, si bien caben pocas posibilidades de salidas o renuncias cuando las tres vicepresidencias parecen estar marcadas y, la de mayor impacto de todas en el organigrama de Sánchez, que será la económica de Nadia Calviño, había sido incluso anunciada en campaña por el propio presidente.

Las explicaciones que apuntan a que Sánchez necesita más tiempo para definir su nuevo gabinete tampoco gozaban de credibilidad, a la vista de todo el tiempo que ha transcurrido con unas elecciones generales repetidas y de la consigna de que todo estaba pactado con Podemos. Sánchez, como antes de la investidura, sigue marcando los tiempos y marcando la distancia con sus nuevos socios.

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