Para conseguir otra mayoría

Sánchez no se ata a Ciudadanos y buscará cortejar a ERC para otro estado de alarma

Sánchez no se ata a Ciudadanos y buscará cortejar a ERC para otro estado de alarma
Sánchez no se ata a Ciudadanos y buscará cortejar a ERC para otro estado de alarma
Congreso

Cuentan en Moncloa que la negociación para sacar adelante la cuarta prórroga del estado de alarma se ha asemejado a una partida de ajedrez. Pedro Sánchez ha movido varias fichas para garantizarse la mayoría absoluta en una votación por la que nunca llegaron a temer pero que sí le deja en una situación de debilidad -ha sido la más corta- de cara a futuros decretos. Con el PP, está claro, el Gobierno no puede volver a contar. Lo de Ciudadanos es más bien una alianza temporal, con fecha de caducidad. Con el PNV hay más cercanía. Y con ERC la relación queda tocada. Ahora la prioridad es volver a encauzar el entendimiento con los socios de la investidura, explican en el Gobierno.

Sánchez no quiere atarse a Arrimadas. En Moncloa saben que el 'sí' de los naranjas es condicionado e instrumental. Además, según dicen, no tiene consecuencias prácticas en la desescalada. Por eso el objetivo es volver a cortejar a los republicanos, con quien el Gobierno de coalición se siente más cómodo. En las últimas horas tanto en el PSOE como en Unidas Podemos han evidenciado su disconformidad con la decisión de los independentistas de votar 'no'. En Calabria, sede de la formación, también les ha costado lo suyo digerir internamente esa postura.

En el Gobierno entienden a ERC y saben que su voto está decidido en clave electoral catalana. Puigdemont y Torra pueden apretar, una vez levantado el estado de alarma, el botón de los comicios autonómicos cuando deseen y por eso los republicanos no querían quedarse en fuera de juego tras la decisión de JxCAT de votar 'no'. Sánchez no olvida que él podría tener la llave, junto a los Comunes, del futuro Govern de la Generalitat y tampoco pasa por alto que prefiere a los de Junqueras en la mesa de negociación que se encuentra en 'stand by'.

Con estas fichas se jugó la partida. "En ajedrez, como en política, a menudo hay faltas de simetría en pleno juego. Cualquier diferencia cualitativa o cuantitativa marca un antes y un después porque siempre es susceptible de utilizarse con sentido político por el Gobierno o la oposición. Cuando esto sucede es fundamental auditar las propias fuerzas y las del oponente actuando sólo en base a ese análisis y no a presiones internas o externas. Eliminar la ansiedad es el primer paso para ganar". Este análisis estratégico es de Iván Redondo, el jefe de gabinete de Pedro Sánchez. Lleva escrito casi dos años, menos de un mes antes de la moción de censura, pero se podría haber aplicado a las últimas horas. "Congelar la partida: medir, analizar y actuar".

La victoria de Sánchez, no obstante, es parcial. La mayoría conseguida este miércoles es altamente inestable y depende de un juego de malabares a varias manos. Y es que el mismo lunes, cuando ERC anunció su 'no' a la cuarta prórroga del estado de alarma, el presidente estuvo tocado. Quizá fueron sus horas de mayor debilidad desde la investidura. Lo solucionó horas más tarde, con el acuerdo con Ciudadanos. A posteriori, en Moncloa sacan pecho: "Alimentan la idea de tumbar al Gobierno y ahora el presidente sale reforzado".

La opinión en el Gobierno del PP es mala. Creen que el lunes Casado cometió un "grave error". En Génova opinan los mismo de Sánchez. Moncloa sabe que no puede volver a contar con su 'sí', ni siquiera con la abstención. Pero lo van a intentar con Alberto Núñez Feijóo y con Juanma Moreno. Creen que en las filas populares hay dos altas, que el partido no es ahora mismo un bloque monolítico. Y van a explorar avances con los presidentes autonómicos.

La estrategia del Gobierno pasa por plantear para Galicia o Andalucía lo mismo que para País Vasco y cogobernar conjuntamente la desescalada. Ayer la consejería ya planteó que las cuatro provincias pasen a la fase 1 este lunes. Queda por concretar, también, en qué circunstancias podrían celebrarse las elecciones al Parlamento gallego.

Otro dato a tener en cuenta es el papel de los empresarios. Moncloa no puede contar con ellos. Secundan a Pablo Casado y al PP. El Gobierno está marcando distancias con estos poderes durante toda la crisis, como está quedando demostrado en la negociación para prorrogar los ERTE. El quid de la cuestión se basa en que el Gobierno quiere imponer la prohibición de los despidos hasta el 31 de diciembre y la CEOE busca acabar con esa cláusula de salvaguarda del empleo. 

Este jueves, por cierto, echa andar la Comisión de Reconstrucción Económica y Social en el Congreso. La presidirá Patxi López, el lehendakari que precisamente llegó a Ajuria Enea gracias al PP. Pero era otro partido. Ahora el tablero de juego es otro.

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