A partir de septiembre

Sánchez estudia recuperar los maitines y 'engrasar' a los ministros económicos

Las reuniones de los lunes en Moncloa se dejaron de celebrar tras el confinamiento y el ascenso de Díaz a la Vicepresidencia segunda. Los cambios en el PSOE buscan una mayor coordinación Gobierno-partido.

Sánchez
Sánchez durante la comparecencia del viernes en Moncloa
Toni Losas

Pedro Sánchez quiere recuperar los maitines, las reuniones de la cúpula del Gobierno y del PSOE, a las que también han asistido miembros de Unidas Podemos, que se solían celebrar los lunes y donde se engrasaba la coalición y los partidos que la componen. La legislatura comenzó con estos encuentros reservados en Moncloa, fuera de la agenda oficial, pero el confinamiento obligó a cambiar dinámicas y nunca más volvieron a recuperarse con tanta intensidad como al principio. Ahora, pensando en el intenso año 2023, el presidente busca retomar la coordinación, según explican fuentes de su entorno.

Es uno de los problemas que ha llevado a Sánchez a ejecutar un cambio de cromos importante este mes de julio, menos de un año después del 40 congreso federal. Al líder del PSOE no le ha temblado el pulso a la hora de prescindir de su fiel pretoriana desde el principio, Adriana Lastra, o de Héctor Gómez en el grupo parlamentario en el Congreso para recuperar para la primera línea de fuego a perfiles de un mayor peso político, como Patxi López o Pilar Alegría.

Las tensiones no sólo eran evidentes y serias entre Lastra y Santos Cerdán, que continuará al frente de la Secretaría de Organización. Con Moncloa la relación era fría e, incluso, inexistente en momentos importantes como las elecciones en Andalucía. Había también disfunciones con Óscar López, el jefe de gabinete de Sánchez, como antes las hubo con Iván Redondo. Al presidente le molestan especialmente estas cuitas internas y con los cambios el mensaje que manda es de que quiere poner fin a cualquier división interna.

La nueva mujer fuerte del PSOE es María Jesus Montero, a quien ya hay quien señalan como futura sucesora. La vicesecretaria general compaginará el partido con el Ministerio de Hacienda. De Ferraz a la calle Alcalá, un doble despacho de cara al intenso septiembre político y presupuestario que se avecina. Habrá algunos cambios en la dirección federal, como el del jefe de prensa -que sustituirá a otra fiel pretoriana de Sánchez, Maritcha Ruiz-Mateos, desde los inicios- que debería ser nombrado esta semana.

El tridente lo completan, junto a Montero, Pilar Alegría, portavoz de Ferraz, y Patxi López. Se acabaron los experimentos; la guerra ha cambiado todo y exige perfiles de mayor peso político para engrasar la coordinación entre el Gobierno y el partido. No más problemas ni fuego amigo, en definitiva.

Sánchez no quiere más problemas internos ni fuego amigo

Los maitines deberían incorporar a todos estos nombres que Sánchez ha convertido en sus cartas para la partida de 2023 contra el PP. Montero, los López, Patxi y Óscar, Alegría y Calviño son los fijos en los que se va a apoyar el presidente para jugársela el próximo año electoral. Él mismo cerró la puerta el pasado viernes, durante la comparecencia de fin de año, a una crisis de Gobierno a corto y medio plazo. Otra cosa es si las candidaturas a las municipales y autonómicas de mayo de 2023 le obligan a hacer cambios.

Frialdad con Díaz al final del curso

La incógnita en este momento de cara a esos maitines es Yolanda Díaz. El curso político acaba con Sánchez y su vicepresidenta segunda distanciados por diferentes motivos. En Moncloa no gustó la reacción que tuvo la líder del espacio de UP en el Gobierno ante el crédito extraordinario para Defensa. Díaz solicitó la convocatoria urgente de la comisión de seguimiento del pacto de Gobierno y Sánchez la ha enfriado... hasta septiembre "y ya veremos si se celebra", indican fuentes socialistas. Es un momento complicado.

De los maitines originales, aquellas reuniones que se celebraban los lunes en Moncloa desde el inicio de legislatura y en las que se engrasaban tanto el Gobierno como los grupos parlamentarios de Unidas Podemos, solo queda un tercio de sus componentes. Están fuera Iván Redondo, Carmen Calvo, José Luis Ábalos, Salvador Illa, Adriana Lastra, por la parte socialista; y Pablo Iglesias y Juanma del Olmo, por UP. Sólo permanecen en la primera línea el propio Sánchez, María Jesús Montero, Irene Montero y Pablo Echenique.

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