"Que se olviden": Sánchez trabaja en un Gobierno en solitario sin Podemos

Pedro Sánchez con su equipo
Pedro Sánchez con su equipo
PSOE

"Que se olviden". Así de contundentes se muestran desde el núcleo de poder del 'sanchismo', el equipo que trabaja junto a Pedro Sánchez en la estrategia y toma de decisiones, respecto a la posibilidad de dar entrada a Unidas Podemos en el futuro Gobierno, al menos en lo que a los primeros niveles se refiere. El plan con el que está trabajando Moncloa y Ferraz pasa por conformar un Consejo de Ministros de socialistas con algún "independiente de reconocido prestigio". Moncloa, por tanto, no quiere ministros con el carné morado.

Sánchez quiere conformar un Ejecutivo monocolor, sin 'mochilas', y cree que la contundente victoria electoral del pasado 28 de abril le legitima para conseguirlo. El presidente en funciones pasó el puente de mayo en Quintos de Mora, descansando de una agitada campaña electoral, y es ahí donde, en contacto desde la distancia con sus asesores, comenzó a trabajar en el diseño de una investidura a lo largo del próximo mes de junio. Está previsto que a partir del próximo 27 de mayo arranque la ronda de consultas con el Rey, una vez se conozca quien ocupa la nueva presidencia del Congreso. La tercera autoridad del Estado "será socialista", afirman desde el PSOE.

En el equipo de Sánchez creen que podrían sacar adelante una investidura sin demasiados problemas. Las matemáticas les dan. Simplemente con el apoyo de Unidas Podemos les valdría. ¿Cómo conseguirlo? Cuentan con hacer alguna concesión a quienes han fijado ya como sus socios prioritarios, pero también son conscientes de que el 28-A consiguieron 'aplastar' a la coalición que en 2015 y 2016 les amenazaba con el temido 'sorpasso'. Ahora las tornas han cambiado y en el PSOE asumen que si el partido morado bloquea una investidura de Sánchez tendrían todas las de perder en unos nuevos comicios. "Les barremos", indica gráficamente un cargo socialista.

Sánchez, por tanto, no está dispuesto a negociar ni Gobiernos de coalición con Podemos ni vicepresidencias, ni tan siquiera cederles el control del CNI, RTVE o el CIS, como reclamó Iglesias en 2016. De hecho, en Moncloa no ha pasado desapercibido que el líder de Unidas Podemos llegó a su reunión del pasado martes con Sánchez reclamando ese Ejecutivo de coalición, un término que ha desaparecido del discurso morado desde entonces.

La inclusión de figuras independientes de ideología progresista en el futuro Gobierno está sobre la mesa y puede ser el gesto que tenga Sánchez con Unidas Podemos para conseguir el 'sí' a su investidura. Sería una maniobra similar a la que protagonizó el líder de los socialistas tras ganar la moción de censura, cuando dio entrada en el Consejo de Ministros a nombres como Màxim Huerta, Pedro Duque o Nadia Calviño. En este caso, con una investidura de por medio que hay que ganar, no descarta pactar el fichaje de esos independientes con Iglesias.

Sánchez e Iglesias este lunes en La Moncloa
Sánchez e Iglesias este lunes en La Moncloa / Presidencia

La configuración del futuro Gobierno es motivo de comentario entre cargos socialistas y futuros diputados. Ya hay quinielas circulando, tanto para especular sobre quién preside el Congreso como para jugar con los inquilinos de los ministerios. En Moncloa son tajantes: "Es responsabilidad única del presidente". Dicen que Sánchez ya está trabajando en ese 'sudoku' pero que no efectuará ningún movimiento hasta el 27 de mayo, una vez superadas las elecciones municipales, autonómicas y europeas.

Lo que no quieren en el PSOE es que Podemos consiga 'colar' a dirigentes en el llamado 'subgobierno', esos segundos niveles que manejan el día a día en los ministerios. Son los secretarios de Estado, los directores generales y demás cargos discrecionales que los socialistas reclaman de su responsabilidad. Tampoco quieren a responsables morales en las empresas públicas dependientes del Estado, según explican las fuentes consultadas.

Ahora toca campaña

Sánchez va a protagonizar en las próximas dos semanas una campaña de lo más ambicioso. "No va a parar en Moncloa", presumen desde su equipo. El presidente en funciones suspendió los actos previstos tras el fallecimiento de Rubalcaba, pero a partir de ahora se va a volcar con actos electorales en todo el territorio español. Ahora mismo Sánchez es un activo y el PSOE lo quiere aprovechar.

Toda esta estrategia se está diseñando en Moncloa con tiento, sin prisas. Tienen ahora dos semanas por delante para ir desplegando su plan de investidura y encarar ese Gobierno en solitario que desean. Creen que si han conseguido aprobar los 'viernes sociales' con 84 diputados pueden seguir aplicando su programa con la mayoría parlamentaria de izquierdas con la que van a contar durante esta legislatura.

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