Sánchez se abre a ceder Trabajo y resucita el plan de ZP para quedarse las pensiones

SANCHEZ IGLESIAS
SANCHEZ IGLESIAS

Las negociaciones entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias para avanzar en el diseño del gobierno de coalición se están produciendo en la más absoluta discreción. El hermetismo es total para evitar que las filtraciones alienten las presiones de los poderes económicos –nerviosos estos días por lo que pueda deparar el pacto final– y acaben por frustrar el acuerdo, como ya ocurrió en el mes de julio. Ni siquiera quienes se sientan en el Consejo de Ministros conocen el contenido de las conversaciones entre el presidente del Ejecutivo en funciones y el líder de Unidas Podemos. Solo el ministro de Fomento, José Luis Ábalos, el jefe de Gabinete de Sánchez, Iván Redondo, y la vicesecretaria del PSOE, Adriana Lastra, están al tanto de todo. 

En mitad de este silencio, La Información ha podido confirmar por fuentes cercanas a las negociaciones que, a diferencia de lo ocurrido hace cuatro meses, ahora Sánchez sí está dispuesto a ceder a Iglesias el Ministerio de Trabajo, pero está buscando la manera de reservarse la gestión de las pensiones públicas, que dependen de ese departamento. Para ello, ha desempolvado un viejo plan de José Luis Rodríguez Zapatero: independizar la Seguridad Social. 

Las negociaciones siguen abiertas y están sujetas a modificaciones durante los próximos días. Sánchez e Iglesias no han fijado un 'deadline' para cerrar el acuerdo, pero sí planean finiquitarlo antes de la fecha en la que se celebre la investidura, que podría tener lugar durante la semana del 16 de diciembre. Para entonces aspiran a tener listo tanto el programa como la estructura del gobierno de coalición, el primero de la democracia.

Sobre la mesa en estos momentos hay varias carteras, entre las que se incluyen algunas tan relevantes como Igualdad, Vivienda o Educación. Los conocedores de las conversaciones no se aventuran a pronunciarse sobre el traspaso de ninguna de ellas, pero sí concretan que el PSOE ya ha trasladado su disposición a ceder el departamento que ahora dirige Magdalena Valerio. Eso sí, con reservas.

Las fuentes consultadas confirman que el eventual Ejecutivo conjunto tendrá una estructura diferente a la actual. Esto significa que algunos ministerios podrían desgajarse, garantizando así una proporción de poder a Iglesias en áreas de relevancia política, sin necesidad de entregarle compartimentos estancos. Por ejemplo, Igualdad se constituiría como Ministerio independiente de vicepresidencia. Y, casi con total seguridad, es el caso del Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, según las mismas fuentes que confirman que la  posibilidad de diseccionarlo está en estos momentos sobre la mesa.

Se está estudiando, por tanto, cómo separar el área encargada de gestionar los 154.000 millones de euros que suponen las pensiones públicas cada año (el 40% del Presupuesto del Estado). Para el PSOE es prioritario conservar este apartado y, para ello, estudian la fórmula de desligarlo de Trabajo. La idea no es nueva, pues ya la planteó Zapatero en 2011. Entonces, el Gobierno socialista propuso la creación de la Agencia Estatal de la Administración de la Seguridad Social. Pero este organismo independiente nunca llegó a desarrollarse.

Tal y como la planteó Zapatero, la función de esta Agencia sería llevar a cabo, en nombre y por cuenta del Estado, la gestión y demás actos de aplicación efectiva del sistema de la Seguridad Social, así como aquellas otras funciones que se le encomienden, integrándose en la misma las funciones relativas a la afiliación, cotización, recaudación, pago y gestión de las prestaciones económicas, salvo las correspondientes a la cobertura de desempleo, que seguirían dependiendo del área de Trabajo.

MINISTRABLES

Yolanda Díaz, en todas las quinielas

La más citada en las quinielas como posible candidata de Unidas Podemos a ocupar el puesto de ministra de Trabajo en sustitución de Valerio es Yolanda Díaz. La diputada ferrolana, portavoz de la confluencia gallega, es militante de IU y forma parte del círculo de confianza de Iglesias. Según el currículum publicado en la web del Congreso de los Diputados, es Licenciada en Derecho, tiene un máster en Recursos Humanos, otro en Relaciones Laborales y otro en Urbanismo.

De hecho, el secretario de Estado de Seguridad Social de aquella época, Octavio Granado, ya planteó esta opción a los agentes sociales cuando volvió al cargo en 2018 bajo el mandato de Sánchez. En concreto, propuso la creación de un organismo autónomo que aglutinase la Tesorería General de la Seguridad Social (TGSS), el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS), el Instituto Social de la Marina (ISM), el Imserso y los servicios informáticos y jurídicos. 

Esta sería la vía para separar la Seguridad Social del Ministerio de Trabajo, conservando éste áreas como el Servicio Público de Empleo Estatal (el antiguo Inem), las Políticas Activas de Empleo (por las que ya pujó Iglesias en las anteriores negociaciones), la Inspección de Trabajo o las Relaciones Laborales, donde se encaja la negociación colectiva, es decir, las conversaciones con la patronal y los sindicatos para la contrarreforma laboral... Eso sí, previa separación de las prestaciones económicas del Sepe de la caja común de la Seguridad Social. 

Hay que recordar que el Ministerio de Trabajo siempre ha llevado aparejada la Seguridad Social. Asuntos Sociales, Migraciones e incluso Sanidad han sido algunas de las áreas que se le han adherido a lo largo de la historia de la democracia. Pero el responsable de este departamento siempre ha gestionado las pensiones públicas. El próximo Gobierno del PSOE y Unidas Podemos, de salir adelante, podría cambiar esta tradición.

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