Sánchez pacta con Iglesias una política económica moderada: "Manda Calviño"

  • Moncloa está haciendo pedagogía con la gran empresa. Confirman que la reforma fiscal y laboral la decidirá el PSOE y, en concreto, la vicepresidenta.
Pedro Sánchez
Pedro Sánchez
Europa Press

Pedro Sánchez ha dejado claro a Pablo Iglesias que la política económica estará comandada por el PSOE. Y que Podemos será socio del Gobierno de coalición, pero que la última palabra la tendrán los socialistas. Fuentes del entorno del presidente en funciones explican a La Información que el pacto que están cerrado ambos líderes sin luz y taquígrafos contiene medidas esencialmente continuistas y moderadas. Así se le ha transmitido también a la gran empresa con el objetivo de calmar el ambiente.

"Ni será un gobierno bolivariano ni radical, todo lo contrario", aseguran desde el equipo presidencial. No debería haber motivos para la preocupación, según indican, porque la agenda que se está pactando con Podemos es la que podría aplicar el PSOE en solitario. Desde el equipo de Sánchez quieren, de esta forma, hacer ver a empresarios y agentes sociales que no habrá una política económica radical y, sobre todo, que no se tomarán decisiones unilaterales que puedan poner en peligro la estabilidad financiera.

El PSOE, por tanto, tendrá mando en plaza en el terreno económico. Eso no es impedimento para que Podemos vaya a controlar el Ministerio de Trabajo, con Yolanda Díaz al frente, y que el área social vaya a ser 'dirigida' por el vicepresidente Iglesias. Pero, en general, los socialistas serán quienes controlen el área económica.

El papel de la vicepresidenta Nadia Calviño también será trascendental. Y Podemos lo ha entendido y aceptado. La actual ministra de Economía será ascendida y por ella pasarán todas las decisiones en este ámbito. La interlocución con Bruselas también será suya. Y los Presupuestos, por supuesto, junto a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, cuya continuidad se da por segura. 

Sánchez también ha pactado con Podemos una política fiscal moderada. No habrá subidas masivas de impuestos, indican desde el equipo negociador, sino una reforma de determinados impuestos para imponer eso que Iglesias llama "sistema fiscal progresivo". Descartado el impuesto a la banca se trabaja en cambios en Sociedades y en la adopción de otras figuras, como un recargo en el IRPF a las rentas más altas que se está negociando. 

El PSOE también ha conseguido doblegar a Podemos a la hora de crear un Ministerio de Vivienda propio. Ambas formaciones están buscando una solución intermedia a la hora de poner límites al precio de los alquileres. También a las subidas abusivas de la factura de la luz. Todo con posiciones moderadas y pactadas.

Todos estos mensajes están siendo transmitido a las grandes empresas desde el PSOE a través de un ejercicio de pedagogia importante. Nadia Calviño está ejerciendo como punta de lanza de esta estrategia. Fuentes empresariales explican que la ministra de Economía en funciones ha descolgado el teléfono en los últimos días para establecer línea directa con la gran empresa. Bancos, especialmente, pero también energéticas han sido sus principales interlocutores al otro lado del aparato. Presidentes y consejeros delegados, esencialmente, aclaran.

Mensaje a transmitir: tranquilidad. No hay que temer al Gobierno que está conformándose entre PSOE y Unidas Podemos. No hay que alarmarse, en definitiva, porque los socialistas van a seguir controlando la economía y el interlocutor con las grandes compañías va a seguir siendo ella: Calviño. Así se lo ha hecho saber directamente. No va a cambiar, por tanto, nada de la relación de tú a tú que se han mantenido hasta ahora. El área económica del Ejecutivo de coalición está blindada.

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