Sánchez salva a bancos y eléctricas de un 'impuestazo' al negar la coalición con UP

Pedro Sánchez
Pedro Sánchez
EFE

Martes 20 de agosto. Pedro Sánchez descansa en Doñana en su último día completo de vacaciones junto a su familia. Pasados unos minutos de las 10 de la mañana, su equipo de colaboradores le remite un documento que, por sorpresa, les envía Unidas Podemos. En él se incluye la enésima propuesta del partido de Pablo Iglesias para conformar un Gobierno de coalición con el PSOE. Los socialistas tardan apenas unos minutos en ver el texto de 119 páginas que incluye cuatro opciones para configurar el futuro Consejo de Ministros (siempre incluyendo una vicepresidencia social y los Ministerios de Trabajo o Transición Ecológica). La conclusión de Sánchez y los suyos es rápida: los de Podemos "viven en su mundo", reconocen desde su núcleo de confianza a La Información.

Sánchez da orden inmediata de responder a Podemos. El PSOE utiliza tres argumentos, ya manidos durante la investidura fallida de julio: no quieren un gobierno en la sombra dentro del Ejecutivo, las enormes diferencias sobre Cataluña (a pesar de que los morados han renunciado a un referéndum para plantear un Mesa multilateral) y la desconfianza mutua. Pero hay un argumento más desde el punto de vista económico que aleja las posturas: los planteamientos de UP en el terreno fiscal son demasiado radicales y los socialistas no van a aceptarlos en ningún momento.

Las fuentes del Gobierno consultadas afirman que las posturas económicas de los que en su día definieron como "socios preferentes" no son factibles en este momento para ellos. Se refieren, especialmente, a la agresiva subida de impuestos que han planteado desde Unidas Podemos y que supondría toda una declaración de guerra contra el Ibex 35 y contra las rentas más altas. Es otro motivo más, en definitiva, que ha alejado un Gobierno de coalición. Ahora Sánchez vive buenos momentos con los empresarios (también con la CEOE) y prefiere centrarse.

¿Qué favor ha hecho Sánchez a las grandes empresas?

Al rechazar un acuerdo con Podemos el PSOE ha salvado a las grandes empresas y a los sueldos más altos de una batería de medidas fiscales que se encuentran contempladas en el documento enviado por el partido morado. Todas ellas buscaban que bancos, energéticas, constructoras, retail... y, en definitiva, las grandes empresas pagaran más impuestos. Los socialistas están de acuerdo con el planteamiento de endurecer la tributación de las principales compañías del país, pero no quieren hacerlo de una manera tan radical.

¿Qué supone que Sánchez haya rechazado las propuestas de Podemos? En primer lugar, el líder del PSOE ha echado un capote a Santander, CaixaBank, BBVA, Sabadell o Bankia, entre otros, del persistente impuesto específico a la banca que proponen los de Iglesias. Negro sobre blanco: Podemos pide "recuperar los 60.000 millones del rescate bancario que el Banco de España dio por perdidos en junio de 2017. Para recuperar este dinero público se establecerá durante una década un recargo para las grandes corporaciones en la reforma del impuesto sobre sociedades y un impuesto específico a la banca".

Las energéticas, como Repsol, Iberdrola o Naturgy, también iban a ser el 'blanco' de las propuestas de Podemos. Así, el partido morado reflejaba en su última propuesta ampliar el impuesto de Sociedades al 18% tanto para bancos como para empresas de hidrocarburos. Donde sí había consenso con el PSOE era en reformar ese impuesto que pagan las empresas para situarlo en el 15% en el caso de las grandes corporaciones, en limitar las exenciones de dividendos/plusvalías de sociedades por su participación en filiales y en aprobar una nueva tasa para las transacciones financieras.

¿Y los sueldos más altos y las grandes fortunas?

Los sueldos más altos y los ricos también se han librado de una mayor presión fiscal gracias a que Sánchez ha dicho 'no' a Iglesias. El texto remitido ayer por UP planteaba incrementar en dos puntos el tipo impositivo para los contribuyentes con rentas de más de 130.000 euros y cuatro puntos para quienes ganen más de 300.000 euros. Asimismo, proponían elevar el 1% el Impuesto de Patrimonio a fortunas de más de 10 millones de euros. Los socialistas no han contemplado estas medidas en sus diferentes propuestas de Gobierno.

Quienes también se van a tener que librar de rendir cuentas son los amnistiados fiscales por Cristóbal Montoro. Unidas Podemos pedía al PSOE hacer públicos los nombres de dicho listado, pero los socialistas únicamente contemplan prohibir por ley decisiones como esta en un futuro. Hay que recordar que el Tribunal Constitucional declaró inconstitucional esa medida del Gobierno del PP.

Bankia sale del foco

Bankia, por último, también se ha salvado de las medidas que planteaba Podemos. En concreto, los morados proponían convertir la entidad en un banco público nacionalizado para que pueda "contribuir a resolver algunos problemas que presenta el sector financiero (exceso de concentración y falta de competencia, exclusión financiera…), además de poder ponerla al servicio del crecimiento sostenible y más moderno del país". Los socialistas no contemplan ese proyecto para la firma presidida por José Ignacio Goirigolzarri.

La falta de sintonía entre Unidas Podemos y el PSOE, en definitiva, ha salvado a las grandes empresas del Ibex 35, a los sueldos más altos y a las principales fortunas de un 'impuestazo' general. Los socialistas ya han dejado claro que quieren liderar otro tipo de proyecto político y económico, alejado de radicalismos. Por eso el pacto para desbloquear la investidura se antoja a día de hoy como lejano. Y apenas quedan cinco semanas para que las Cortes se disuelvan. Mientras Sánchez regresa hoy a La Moncloa sin descartar, ni mucho menos, la repetición electoral el 10 de noviembre.

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