El día que Sánchez empezó a dibujar otras elecciones: semana tensa en La Moncloa

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez / EFE / ARCHIVO
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez / EFE / ARCHIVO

El pasado viernes se cumplieron dos meses desde la celebración de las elecciones generales y, lejos de avanzar hacia acuerdos, el bloqueo político es total. PP, Ciudadanos y Unidas Podemos han declarado su 'no es no' a Pedro Sánchez y han acorralado al ganador de las elecciones, que no ha tenido más remedio que programar una investidura para el 16 o el 23 de julio, como fechas más probables. Ha sido una decisión cocinada a fuego lento con sus dos principales asesores, José Luis Ábalos e Iván Redondo, y tomada en una semana de máxima tensión en Moncloa ya que, de forma paralela, el presidente en funciones ha negociado en primera persona el reparto de cargos institucionales en la Unión Europea.

El 'sanchismo' no ha tenido ni un día de descanso durante los últimos siete días. Fuentes cercanas al líder del PSOE reconstruyen cómo han vivido unas jornadas en las han dejado definido el calendario que les podría llevar, si nada cambia, a unas segundas elecciones el 10 o el 17 de noviembre. No entienden lo que está sucediendo especialmente en Cs,  pero ya se preparan para un verano en funciones y un otoño electoral.

El domingo se lanza un mensaje dirigido a Iglesias

El domingo comenzó a desplegarse la estrategia. Fuentes socialistas filtraban que la propuesta de Sánchez a Unidas Podemos era la de conformar un "Gobierno de cooperación" y "no de coalición". Esa cooperación se concretaría en tres niveles: parlamentaria, de contenidos y de representación institucional, pero nunca con puestos en el Consejo de Ministros. ¿Por qué el PSOE no acepta conformar equipos de Gobierno junto a UP a nivel nacional y sí lo hace en algunas comunidades autónomas, como en Valencia? "Porque no se suma mayoría absoluta". Con estas declaraciones el PSOE 'calentaba' una ronda reservada de contactos de Sánchez con los dos Pablos, Casado e Iglesias, en La Moncloa. 

Lunes: de la dimisión de Roldán a la reunión con Casado

El lunes 24 de junio arrancó fuerte. Toni Roldán daba un 'portazo' y dejaba Cs por los pactos del partido con PP y Vox. De forma paralela, la Ejecutiva naranja fue de lo más movida, con una propuesta impulsada por Luis Garicano y Francisco Igea para abrir una negociación con el PSOE. Poco duró la esperanza en Moncloa, ya que el bloque monolítico de Rivera tumbó por la vía rápida esta rebelión interna reafirmando el 'no es no' a Sánchez. De poco sirvió la Ejecutiva federal de la tarde en Ferraz, donde se intentó incrementar, sin éxito, la presión sobre la cúpula 'riverista'. A esa misma hora Sánchez se reunía en Moncloa con Pablo Casado, intentando desbloquear, también sin éxito, una abstención del PP.

Martes: AVE a Granada, Falcon y cita con Iglesias

El martes 25 fue un día decisivo en el calendario de la investidura. A primera hora de la mañana Sánchez y Ábalos se hacían la foto en la inauguración del AVE a Granada. Era un acto oficial al que había que acudir para regresar rápido a La Moncloa. Para ello se tiró de Falcon y del helicóptero Super Puma porque las prisas apremiaban. Y es que en el palacio presidencial esperaba Pablo Iglesias para una reunión que iba a resultar definitiva: allí los dos "socios preferentes" constataron sus diferencias y dejaron claro que no hay posibilidad de acuerdo, al menos de momento. 

Al finalizar el encuentro, de apenas una hora de duración, fuentes socialistas dejaban clara la distancia entre PSOE y UP. Incluso afirmaron que Iglesias "no ha descartado votar en contra de la investidura". Fue en ese momento cuando Sánchez y su equipo decidieron activar el calendario que llevaban tiempo barruntando: celebrar una investidura 'exprés' en julio aunque se pierda la votación. "No nos dejan otra opción", explican. 

Fuentes socialistas exponen algunos de los motivos por los que Sánchez se niega a dar entrada a dirigentes de UP en el Consejo de Ministros: citan los Presupuestos Generales del Estado, la reforma laboral y, especialmente, Cataluña como los asuntos más importantes que deberá abordar el futuro Gobierno. Y el presidente, dicen, necesita un equipo de ministros fieles, sin disidentes ni miembros de otros partidos que puedan embarrar la legislatura.

Miércoles: la decisión está tomada y habrá investidura 'exprés'

El miércoles 26, a primera hora, el PSOE comunicó el primer paso de todo el proceso: Sánchez se reunirá con Batet este próximo martes para fijar el primer debate de investidura. Este pleno supondrá que el 'reloj de la democracia' quede activado y que comience la cuenta atrás de dos meses para disolver las Cortes y convocar unas segundas elecciones. "España no tiene tiempo que perder y necesita un Gobierno cuanto antes", afirmaban fuentes socialistas. Para más complejidad de la situación, ese mismo día Irene Montero contribuía a ampliar las distancias desvelando que Sánchez le habría dicho a Iglesias que prefería pactar con la derecha. Adriana Lastra negó esa afirmación.

El calendario de la investidura

Votación en julio y elecciones en noviembre

Moncloa contempla que la primera votación de investidura se celebre el 16 o el 23 de julio. La segunda deberá producirse 48 horas después, los días 18 ó 25 de julio. Una vez constatado el fracaso de Sánchez la presidente del Congreso emplazará a los grupos políticos a una investidura 'in extremis' para el día 14 o 21 de septiembre, ambos sábados. La segunda y decisiva votación sería 48 horas después, el 16 o el 23, ambos lunes, como máximo. Y a partir de ahí, si no hay acuerdo para designar presidente, se convocarían las segundas elecciones.

La Constitución marca que entre el decreto de disolución de las cámaras y de convocatoria de nuevas elecciones han de pasar 54 días. Por tanto, para que los comicios se celebren el 10 o el 17 de noviembre el texto sancionado por el Rey deberá entrar en vigor el mismo martes 17 o 24 de septiembre. Todo este calendario está siendo manejado por el gabinete de Sánchez y por la Secretaría de Estado de Relaciones con las Cortes que dirige José Antonio Montilla.

Jueves: Montero avisa y rumbo a Japón... y Bruselas

Ya el jueves le llegó el turno a la ministra de Hacienda en funciones, María Jesús Montero. En unas declaraciones muy medidas dijo que Sánchez no intentará una segunda investidura. Es decir, la oposición tiene apenas dos o tres semanas, como máximo, para girar en sus posturas o la situación caminará hacia una repetición electoral. El órdago ya está lanzado

Ese mismo jueves Sánchez voló a Osaka para participar en la cumbre del G-20. El encuentro es importante para los intereses del Gobierno, pero aún hay más en juego este domingo en Bruselas, donde hay convocado a partir de esta tarde un Consejo extraordinario que decidirá el reparto de puestos en la nueva UE. En Japón Sánchez se vio con Trump y protagonizó la imagen de la semana. Cuentan en Moncloa que el presidente estadounidense le dijo al español que tenía "un buen sitio" en el plenario y le señaló su asiento. Había un responsable de protocolo al lado que escuchó el comentario:

El mismo sábado, desde Osaka, Sánchez y Nadia Calviño intentaron elevar la presión sobre PP, Cs y UP afirmando ante los periodistas que "España necesita un Gobierno de cooperación en julio" y "no en agosto ni septiembre", dijo el ganador de las elecciones. La ministra de Economía en funciones añadió que el bloqueo político estaba empezando a afectar a "nuestra situación económica" y que el país necesita la formación urgente de un Ejecutivo capaz de "abordar las reformas" necesarias.

Durante toda la semana Moncloa no se ha olvidado de la partida tan trascendental que se juega, con Josep Borrell teniendo serias opciones para ocupar un cargo de máxima responsabilidad. El presidente ha ido moviendo sus peones de forma paralela a la convocatoria de la investidura, con llamadas y contactos discretos, y espera regresar el lunes a España con buenas noticias, concluyen en su entorno.

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