Sánchez mete presión a Rivera para que sea 'bisagra' como quieren el Ibex y la UE

Sánchez mete presión a Rivera para que sea 'bisagra' como quieren la UE y el Ibex
Sánchez mete presión a Rivera para que sea 'bisagra' como quieren la UE y el Ibex
PSOE

El PSOE ya ha activado la 'vía naranja'. El objetivo es doblar el brazo a Ciudadanos y que sus 57 diputados den vía libre, con una abstención, a la investidura de Pedro Sánchez. Ferraz sacó ayer la artillería contra Albert Rivera, conscientes de que en la Ejecutiva de la formación existen algunas voces dispuestas a abrirse a los socialistas y de que un Gobierno socialista facilitado por Cs es la opción por la que apuestan tanto en el Ibex como en la Unión Europea.

Los contactos de Sánchez con los tres principales partidos de la oposición arrancan hoy con muchas dudas y pocas certezas. En la propia Ejecutiva del PSOE, que se reunió este lunes para encarar las negociaciones, tenían claro que "los números no salen" y que va a hacer falta un cambio de posiciones para evitar nuevos comicios. Efectivamente, los socialistas no descartan tener de acudir otra vez a las urnas y por ello, apuntan, se trabaja con que la investidura se celebre en primera ronda a lo largo del mes de julio. Ese movimiento pondría en marcha la cuenta atrás para la repetición electoral y todo se reduciría a dos meses que se jugarían a cara o cruz.

¿Con qué escenarios trabaja Sánchez? En las últimas horas ha cobrado fuerza la citada 'vía naranja'. Es decir, conseguir que las grandes empresas, los poderes europeos, los socios comunitarios y demás fuerzas provoquen un reblandecimiento de Ciudadanos; que ejerza de partido 'bisagra'. "Cada uno que asuma su responsabilidad", advertía ese lunes José Luis Ábalos. El número dos de Ferraz llegó a lanzar un mensaje a Rivera señalando que dónde ha quedado su liberalismo y añadiendo que solo le queda a Manuel Valls.

En Ciudadanos, en cambio, son tajantes respecto a esa 'vía naranja'. Fuentes del partido aseguran que están acostumbrados a convivir con esta presión y que van a mantener su negativa a Sánchez: "Portazo al PSOE", aseguran desde el entorno de Albert Rivera. 

Sánchez ha pedido a los suyos "tranquilidad". "No hay que correr", indican desde el equipo del secretario general. Creen que la resolución de la investidura "va para largo" y que no va a resultar decisivo lo que ocurra en Comunidades Autónomas y ayuntamientos. Consideran que "está prácticamente todo el pescado vendido" y que la gobernabilidad a nivel nacional llevará otros ritmos y negociaciones.

Otra certeza que va tomando cuerpo en el PSOE es que con Unidas Podemos van a poder pactar poco. O nada. Pablo Iglesias sigue insistiendo en un Gobierno de coalición pero los socialistas descartan esa posibilidad "porque los números no salen". Efectivamente, los 42 diputados morados no solucionarían la investidura. Se abren, eso sí, a un "acuerdo programático" con ellos, tal y como expuso el presidente en funciones el pasado jueves en su comparecencia en Moncloa tras aceptar el encargo del Rey.

Desde Ferraz también dan por descartada la 'vía navarra'. Renuncian, por tanto, a aceptar las dos abstenciones de UPN en el Congreso. "Sería un negocio ruinoso para nosotros", indican fuentes socialistas. En efecto, Sánchez se enfrentaría a una nueva crisis con el PSN y, además, provocaría hasta diez votos asegurados en contra: los seis del PNV y los cuatro de EH Bildu.

Con estos condicionantes, los socialistas miran con impaciencia la decisión de Sánchez sobre cuándo fijará su investidura. Cuanto antes lo haga, creen, más presión recaerá sobre Cs. Solo él tiene en su mano activar eso que algunos llamaron en 2016 el reloj de la democracia. La decisión final está en manos del líder de los socialistas y de la presidenta del Congreso, que aún no han dado pistas de cuándo celebrar este pleno que dará 60 días a los partidos para retratarse. O pactos o elecciones.

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