Sin Biblia ni crucifijo

El Rey prevé una legislatura bronca: "Ha sido rápido; el dolor vendrá después"

Pedro Sánchez
Pedro Sánchez
EFE

Pedro Sánchez ha prometido este miércoles por primera vez el cargo de presidente del Gobierno ante el Rey Felipe VI tras ganar una sesión de investidura, y después de anunciar que la composición del nuevo Ejecutivo no se conocerá, al menos, hasta la próxima semana. En una conversación informal tras el acto oficial, el Rey y Sánchez han dialogado en una ambiente distendido. Y es ahí donde el jefe del Estado ha anticipado, aunque lo haya hecho con un tono humorístico, que se avecinan meses complicados. Fuentes de Casa Real declinan hacer comentarios sobre esta conversación que han captado los periodistas presentes en Zarzuela.

"Ocho meses para diez segundos", aseguró Sánchez en esa conversación informal con el monarca. A lo que el jefe del Estado ha contestado: "Ha sido rápido, simple y sin dolor; el dolor vendrá después".  Con estas palabras, siempre enmarcadas en una conversación amable entre dos primera y segunda autoridad del Estado, don Felipe anticipa incertidumbre y un Gobierno complicado tal y como ha quedado demostrado en el debate de investidura de este fin de semana en el Congreso.

El Rey no suele referirse a la situación política en público, respetando al máximo su papel constitucional. El monarca "arbitra y modera", pero no ofrece sus valoraciones. Por eso estas palabras del Rey han llamado la atención por su contenido. Se producen, además, en un momento en el que su figura ha estado citada en varias intervenciones en el Congreso, tanto para defenderle, como hizo Pablo Casado o Santiago Abascal, como para criticarle, como hizo especialmente ERC y EH Bildu, dos partidos que han sido claves para lograr la investidura y que sin su abstención no hubiera sido posible.

Sánchez encara esta legislatura dependiendo de varios partidos que se definen abiertamente republicanos. ERC y EH Bildu así lo manifiestan. También los socios del PSOE en el Gobierno de coalición, Podemos, han defendido una república. De hecho, a Pablo Iglesias se le ha visto en alguna ocasión con la camiseta de fútbol republicana. Ayer, sin embargo, en su primera entrevista televisiva calmó la situación afirmando: "No soy ingenuo, la república hoy no es posible".

Hay que recordar que Sánchez y don Felipe mantienen despachos semanales en Zarzuela donde abordan la situación política y los retos que afronta el país. El presidente informa puntualmente al jefe del Estado de los asuntos importantes y, de hecho, fue uno de los primeros en conocer el pacto de Gobierno con Iglesias. 

"Prometo, por mi conciencia y honor, cumplir fielmente con las obligaciones del cargo de presidente del Gobierno, con lealtad al rey, y guardar y hacer guardar la Constitución como norma fundamental del Estado, así como mantener el secreto de las deliberaciones del Consejo de Ministros", han sido las palabras que ha recitado el líder socialista en el Palacio de la Zarzuela, sin Biblia ni crucifijos, horas después de ser investido con el apoyo de una minoría simple en el hemiciclo.

Ante las principales autoridades del Estado y tras la lectura del real decreto rubricado por el Rey con el nombramiento de Sánchez y publicado hoy en el Boletín Oficial del Estado (BOE), el presidente del nuevo Gobierno de coalición ha procedido a leer el texto de la promesa con su mano derecha apoyada en la Constitución y, por primera vez, en ausencia de los citados símbolos religiosos.

El Salón de Audiencias del palacio ha acogido este breve acto, en el que Sánchez ha adquirido la condición de jefe del Ejecutivo para liderar el primer gobierno de coalición de la democracia, entre PSOE y Unidas Podemos, tras haber obtenido ayer, martes, la confianza del Congreso con 167 votos a favor, 165 en contra y 18 abstenciones, entre ellas, las de ERC y EH Bildu.

En el acto han participado también la ministra de Justicia en funciones, Dolores Delgado, como notaria mayor del Reino; y los representantes del Poder Legislativo y Judicial: las presidentas del Congreso y el Senado, Meritxell Batet y Pilar Llop, respectivamente; el del Consejo General del Poder Judicial, Carlos Lesmes y el del Tribunal Constitucional, Juan José González Rivas. Asimismo, estaban presentes el jefe de la Casa del Rey, Jaime Alfonsín; el secretario general, Domingo Palomo y el jefe del Cuarto Militar, Juan Ruiz Casas.

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