Sánchez instala en la 'casa de vacaciones' de Canarias obras de arte del Palacio Real

  • Moncloa tiene acondicionadas tres viviendas de Patrimonio para que el presidente pueda desconectar: La Mareta en Lanzarote, Quintos de Mora y Doñana.
Residencia de La Mareta, en Lanzarote
Residencia de La Mareta, en Lanzarote
EFE

Dos piscinas, un jardín central con lago, una villa principal y otras adyacentes, helipuerto... y en pleno municipio de Costa Teguise, en Lanzarote. Es la residencia real de La Mareta, unas exclusivas instalaciones de Patrimonio Nacional en primera línea de costa que fueron diseñadas por el artista conejero César Manrique. En su día fue uno de los lugares de descanso navideño de la Familia Real durante el reinado de Don Juan Carlos y ahora Moncloa ha adaptado el recinto para que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, pueda viajar a la isla canaria y alojarse allí cuando así lo estime oportuno. 

La residencia de La Mareta se convierte, de esta forma, en uno de los lugares oficiales donde Sánchez podrá descansar junto a su familia y alejarse así de la vorágine diaria de La Moncloa. Además de las instalaciones en Lanzarote, el jefe del Ejecutivo tiene a su disposición otra vivienda ubicada en Quintos de Mora (Toledo), donde ya celebró a finales de agosto un fin de semana de retiro al estilo 'consejo de ministros' y que hubiera sido una reunión paralela a las de los viernes si no fuera por la presencia en la misma de Iván Redondo, el jefe de gabinete del presidente, o Miguel Ángel Oliver, secretario de Estado de Comunicación; y la residencia de Doñana, que es donde recibió a Angela Merkel también en agosto.

Sánchez ya pudo hace unas semanas realizar una primera 'inspección' a La Mareta. El presidente viajó a principios de este mes hasta Lanzarote para asistir al homenaje que se organizó al escritor José Saramago y aprovechó el desplazamiento para conocer la residencia costera. Estuvo junto a su familia y, según fuentes de su entorno, "quedaron encantados" de las instalaciones de Patrimonio Nacional.

Obras de acondicionamiento

La Mareta ha estado cerrada al séquito presidencial durante prácticamente una década. El último en utilizar la vivienda donde la Familia Real solía pasar en los noventa las Navidades fue José Luis Rodríguez Zapatero. Hasta Lanzarote se desplazaron durante varios veranos un amplio equipo de asistentes, seguridad y servicio para que el presidente pudiera descansar durante sus vacaciones. Es un lugar, además, que gustó especialmente a la familia Rodríguez Espinosa ya que, una vez abandonada La Moncloa, han decidido visitar la isla en más de una ocasión.

La residencia de Patrimonio, por tanto, ha sido sometida a una serie de trabajos para acondicionarla a la primera visita de Sánchez que ya se produjo el pasado mes de agosto. Por ejemplo, una de las actuaciones que se ha acometido es el traslado de diversas obras de arte desde el Palacio Real de Madrid hasta el inmueble conejero propiedad de Patrimonio Nacional. Para este trabajo el Ministerio de la Presidencia habilitó un contrato menor por importe de 9.836,65 euros que fue adjudicado a la compañía, Sit Expedición Arte y Seguridad, una firma especializada en el traslado de bienes delicados. Fuentes de Patrimonio aseguran que se trata de un traslado "habitual" de obras de arte entre propiedades pertenecientes al organismo público.

Asimismo, La Mareta ha sufrido en las últimas semanas la renovación de la red local de comunicaciones. Para ello se ha contratado a la empresa ICA Informática y Comunicaciones Avanzadas, que ha realizado el trabajo por 14.163,39 euros. Por último, se ha acometido la adquisición de una nueva lavadora semiindustrial, que ha costado 3.971,96 euros. Fuentes gubernamentales aseguran que las camas, por ejemplo, se encontraban en perfecto estado y no han tenido que ser renovadas en esta ocasión.

Con estas actuaciones La Mareta se encuentra lista para albergar un desplazamiento del presidente y su familia, indican fuentes del Ejecutivo. También para acoger al servicio que se desplazaría, seguridad incluida. 

La Mareta fue un regalo que el rey Hussein II de Jordania le hizo a Don Juan Carlos en 1989. La residencia fue utilizada por dirigentes extranjeros, como Helmut Kohl, Mijaíl Gorvachov o Gerhard Schröeder. También la usó Zapatero, José María Aznar y los entonces Príncipes de Asturias pasaron allí las Navidades de 2005 junto a la que era por entonces su única hija, la princesa Leonor. Ya durante el Gobierno de Rajoy, y por expreso deseo de Felipe VI, el ministro de Industria, José Manuel Soria, y el presidente de Patrimonio Nacional, Alfredo Pérez de Armiñán, firmaron un convenio que permitía el uso de las instalaciones de esta residencia real para promocionar los intereses turísticos españoles y canarios.

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