Sánchez encaja su primera derrota: PP y Cs hacen pinza con UP por el 'Open Arms'

  • Álvarez de Toledo se estrena con una crítica al marketing socialista. Arrimadas denuncia que la solidaridad no es del PSOE. Y Vox elogia a Salvini.
Fotografía Pedro Sánchez pensativo / EFE
Fotografía Pedro Sánchez pensativo / EFE

La oposición se ha unido para propinar al Ejecutivo en funciones un sonoro rapapolvo por la gestión que ha realizado este verano de la crisis del 'Open Arms'. Es la primera derrota de Sánchez en esta legislatura, que no se sabe aún lo que va a durar. PP, Ciudadanos, ERC, Vox (por supuesto, para 24 diputados de Santiago Abascal la inmigración es un asunto central)... Hasta Unidas Podemos ha arremetido contra un PSOE que se ha quedado solo. Mientras, Sánchez -protegido de los golpes dialécticos- observaba desde su escaño e incluso hasta sonreía con los ataques. A él le importan más otras cosas, como una investidura en el aire y totalmente encallada. Mientras Carmen Calvo fue la encargada de encajar los ataques.

Seis meses después el Gobierno, en funciones, se ha sometido a una sesión de control, aunque haya sido algo 'sui generis'. Los diputados volvían de sus largas vacaciones de verano (algunos, incluso, no acudieron a su escaño y decidieron seguir descansando) con buena cara y con la amenaza de las segundas elecciones flotando en el ambiente. "Huele a urnas", bromeaba un asesor del PP antes de que comenzara el pleno. Mientras el ganador de los comicios dejaba en el pasillo del hemiciclo una frase que pocos se creían: "Estoy esperanzado", dijo de cara a la presentación de su tercera propuesta de Gobierno que se dará a conocer el próximo martes.

En cuando al debate en sí, el sanchismo ha sufrido en sus carnes eso que viene denunciando desde la semana pasada: las diferencias que les separan de Unidas Podemos y las dificultades que comportaría una coalición. Los de Pablo Iglesias se han unido a PP y Ciudadanos para afear al Ejecutivo la gestión del 'Open Arms'. "Ustedes han resucitado un debate que estaba muerto", le dijo Noelia Vera a Calvo. Rescates sí, pero multas a los activistas no, defendió la portavoz del grupo morado. Sánchez tomaba nota de todo desde acomodado a escasos metros de Iglesias.

La pinza que Unidas Podemos ha conformado con toda la oposición ha sentado especialmente mal al PSOE. Así habló Rafael Simancas, el portavoz: "Ustedes no son de fiar". Iglesias, mientras tanto, sonreía desde su escaño. "Ya nos lo demostraron el 25 de julio y nos lo han vuelto a demostrar", añadió el socialista. Por si había dudas les dijo: "No se puede ser Gobierno y ser contragobierno a la vez". Las posturas, por tanto, siguen en las antípodas.

Dura con Calvo fue, sin duda, Cayetana Álvarez de Toledo. La vicepresidenta en funciones llegó, incluso, a comparar a Sánchez con Mateo Salvini por usar la inmigración para ganar votos. "Ustedes hacen negocio electoral bajo la máscara de la solidaridad", le espetó la portavoz del PP que se estrenaba a la derecha de Pablo Casado. En las filas del partido consideran que su primera intervención fue "contundente de principio a fin", indican fuentes del entorno del presidente. Por eso decidió confiar en ella esta misión a pesar de la oposición interna que había.

Pero para dureza la de Santiago Abascal. El líder del Vox se preparó a conciencia su discurso y lo leyó. La inmigración es para su formación un tema central. Elogió a Mateo Salvini por defender la soberanía italiana. Citó a Viktor Orbán por su dura respuesta a la crisis de los refugiados en 2015. Y centro, en definitiva, su intervención en los problemas económicos y sociales que genera la inmigración descontrolada en cualquier país, según denunció. Llegó a hablar de "avalancha migratoria" y pidió acabar con la "actividad ilícita" de las mafias.

En Ciudadanos, más allá de la reaparición de Albert Rivera tras un mes ausente, el interés ha estado en el estreno de Inés Arrimadas como portavoz en la tribuna. En su línea, la gaditana (presumió ella misma en su intervención de ser de Cádiz) se mostró a favor de la solidaridad y la humanidad con los inmigrantes a la deriva. Pero también criticó al PSOE por intentar adueñarse en exclusiva de esa solidaridad. También arremetió contra la falta de política migratoria que favorece a las mafias. 

El pleno extraordinario sobre el 'Open Arms' ha sido, en definitiva, un primer aviso al Gobierno en funciones. También ha servido para interrumpir unas vacaciones y para que desde el PP llamaran la atención el "buen color" que tiene Sánchez tras sus vacaciones en Doñana. Queda en el aire cuando volverán a verse las caras sus señorías en el hemiciclo. Todo dependen de que Sánchez consiga cerrar un acuerdo de investidura. Tiene por delante apenas 24 días.

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