Moncloa activa la 'operación ERC' con gestos a los presos para salvar los PGE

  • El Gobierno ordena realizar "gestos" con los independentistas mientras Cataluña exige que la Fiscalía retire la acusación de rebelión a sus presos.
Pedro Sánchez recibe a Quim Torra en La Moncloa
Pedro Sánchez recibe a Quim Torra en La Moncloa
POOL - Archivo

El Gobierno se juega su futuro en estas semanas otoñales. O hay Presupuestos de 2019 o Pedro Sánchez tendría serios problemas para continuar aguantando en La Moncloa con 84 diputados, con la reforma de la Ley de Estabilidad tumbada y con dificultades para llegar a acuerdos con sus socios de la moción de censura. En este escenario, el gabinete de Sánchez ha puesto en marcha una 'operación cortejo' a las fuerzas independentistas, especialmente a ERC. Los primeros pasos se han dado este mismo fin de semana.

Pudieron parecer declaraciones aisladas, pero no lo fueron. Abrió la veda Teresa Cunillera, veterana socialista y hoy delegada del Gobierno en Cataluña, que el sábado se mostró en Catalunya Radio "partidaria" de indultar a los políticos en prisión como Oriol Junqueras. Horas más tarde el propio Sánchez apoyaba estas palabras desde Canadá: "La reflexión de la delegada que yo comparto es que falta empatía. Durante demasiados años ha habido un lenguaje grueso, de confrontación y de división. Hay que reivindicar el diálogo. Se ha echado en falta esa empatía".

Ya el domingo, la vicepresidenta Carmen Calvo fue un poco más lejos y dijo en 'La Vanguardia' que si el juicio a los soberanistas tarda "no sería lógico alargar la prisión preventiva". Ese mismo día, el número dos del PSOE y ministro de Fomentó, José Luis Ábalos, afirmó en la Fiesta de la Rosa de Gavá que apoyaba las "declaraciones humanitarias" de Cunillera. 

Todo estaba pensado y nada se hizo al azar, indican fuentes gubernamentales. Iván Redondo diseña y los ministros (y la delegada del Gobierno) pasan a la acción. La movilización ha sido potente para dejar claro que el Ejecutivo de Sánchez quiere dar "pasos", pero que no se puede saltar la ley. La condición de los independentistas es clara: si el Gobierno quiere pactar los Presupuestos la Fiscalía debería retirar la acusación de rebelión que pesa sobre los exdirigentes de la Generalitat. Una línea roja demasiado exigente para Moncloa pero ante la que puede haber un punto intermedio, según consideran. 

"Estamos hablando y vamos avanzando", aseguran las fuentes consultadas conscientes de que la legislatura se juega en los Presupuestos de 2019 y que estos pasan por Cataluña. De momento, el Gobierno ha retomado las comisiones bilaterales con la Generalitat y el Govern ha dado un paso destacado al volver a enviar a una representante al Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF). También se están negociando importantes inversiones, como el Corredor Mediterráneo o el desbloqueo de las leyes paradas en el Tribunal Constitucional.

Sobre una hipotética votación o referéndum, el propio Sánchez ha afirmado desde Canadá que "Quebec es un ejemplo de que la política puede buscar soluciones". Son "gestos" con unos independentistas que en estas negociaciones están siendo capitaneados por el vicepresidente Pere Aragonès. Mientras esto ocurre en el PDeCAT siguen divididos y pendientes de las maniobras de Puigdemont desde el extranjero

En Moncloa todavía ven lejos unas elecciones anticipadas. La hoja de ruta que se abre ahora tras el rechazo a la reforma de la Ley de Estabilidad es configurar sus propias cuentas públicas con las cifras que han heredado del Gobierno del PP. Demasiados problemas para un Gobierno que, además, tiene la presión de sus socios de Unidos Podemos, que piden duras medidas contra la banca y las tecnológicas.

El escenario de inestabilidad se produce, además, con dos ministros de Sánchez dimitidos (Maxim Huerta y Carmen Montón), una en el alero (Dolores Delgado) y una cuarta semidesaparecida (Margarita Robles). Pero no todo los malas noticias para el Gobierno. Las encuestas sonríen al PSOE, como la que ha publicado este lunes La Información. Y este martes hay CIS con intención de voto. 

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