El equipo económico del PSOE en el Congreso, el que ha estado trabajando para sacar adelante los -para el Gobierno de Sánchez- trascendentales reales decretos-ley que salían del Consejo de Ministros, sufrirá una revolución a partir del 28 de abril. De los siete principales componentes que han trabajado unidos junto al Ejecutivo durante los últimos nueves meses solo dos repetirán en las listas de los socialistas en puestos de salida y, por tanto, tienen garantizada su continuidad en un escaño. El resto se quedará fuera de un grupo parlamentario que será más potente en la próxima legislatura y que estará repleto de 'sanchistas'.
Todos los ministros del área económica, salvo Nadia Calviño, serán diputados. María Jesús Montero, la secretaria de Economía del PSOE 'in pectore', irá por Sevilla; Reyes Maroto y Teresa Ribera, por Madrid; y Magdalena Valerio, por Guadalajara; y el todopoderoso José Luis Ábalos, por Valencia. Serán unos 'dedazos' que provocarán movimientos tectónicos en unas candidaturas para las que Ferraz tiene la última palabra y que ya han provocado roces con las generaciones.
Estas imposiciones, sumadas a otras causas, han provocado la baja de Gonzalo Palacín, diputado por Huesca y uno de los 'fontaneros' económicos más importantes durante los nueve meses de Gobierno socialista. Miembro de la Diputación Permanente ha sido vocal de la Comisión de Presupuestos y ha estado adscrito a las comisiones de Fomento e Industria. Con el Ministerio de Economía de Calviño ha realizado una labor de coordinación destacada para sacar adelante, por ejemplo, la Ley Hipotecaria. También fue portavoz en la Comisión Investigación crisis financiera España. Su destino a partir del 28-A será el Senado.
Algo similar ocurre con Óscar Galeano, diputado por Zaragoza y que podría quedar fuera de las listas por la llegada de un alto cargo de Moncloa. Sánchez va a incluir en esa candidatura a Pau Marí-Klose, alto comisionado para la Pobreza Infantil. El sociólogo ibicenco afincado desde hace tiempo en Aragón desembarcará como número dos de Susana Sumelzo, tal y como adelantó Heraldo. De hecho, esto ha llevado a que el presidente aragonés, Javier Lambán, se desplazara este lunes a Ferraz para tratar el delicado asunto con José Luis Ábalos. Galeano ha sido secretario primero de la Comisión de Hacienda, así como portavoz adjunto y ha estado adscrito a la Comisión de Presupuestos.
Javier Lasarte, portavoz de Presupuestos; Herick Campos, vocal en Presupuestos; y Sebastián Franquis, portavoz en Industria; también se quedarán en la cuneta. El primero ha sido desplazado de los puestos de salida en Álava, donde concurrirá la portavoz Isabel Celaá; el segundo irá quinto en la lista por Alicante, la misma que el ministro Pedro Duque, y todo indica que no saldrá elegido; y el tercero ha decidido regresar a Canarias y no repetirá en la candidatura.
De esos siete integrantes, solo dos tienen garantizado salir elegidos la próxima legislatura. Son Patricia Blanquer, portavoz de la Comisión de Hacienda y secretaria segunda en Presupuestos, que irá de número dos por Alicante; y César Ramos, portavoz de Fomento y vocal en Presupuestos e Industria, que irá de segundo por Cáceres.
La próxima legislatura también supondrá el reingreso en el Congreso de Pedro Saura, que fue el líder económico del PSOE en el grupo parlamentario durante el Gobierno de Rajoy. Dimitió como diputado el pasado verano tras ser llamado por Ábalos como secretario de Estado de Infraestructuras. Otro hombre de números que aterrizará en la Carrera de San Jerónimo a partir del 28-A será Félix Bolaños, actual secretario general de Presidencia del Gobierno, que irá en la lista por Madrid y que que fue jefe de la división de Asesoría Jurídica Laboral y Documentación Jurídica del Banco de España.
Queda por confirmar qué pasa con los actuales ministros si Sánchez puede formar Gobierno tras las generales y son llamados de nuevo a una cartera. Lo lógico, según apuntan fuentes del PSOE, es que dejaran su escaño para incorporarse a su ministerio, como hicieron Ábalos y Margarita Robles en junio. Ello abriría la posibilidad de la llegada de otros responsables económicos a la bancada socialista. Pero todos ellos serían 'sanchistas' ya que la limpia de rivales en las listas electorales va a ser prácticamente total.
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