Sanidad asumirá todo el control

Sánchez busca una última prórroga de un mes y dilata los avances para la economía

  • El presidente del Gobierno responde al turismo que la salud será siempre lo primero y calcula que habrían muerto 300.000 españoles sin confinamiento.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en una de las últimas reuniones de su Gobierno sobre el coronavirus
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en una de las últimas reuniones de su Gobierno sobre el coronavirus
Efe

¿Será la última prórroga del estado de alarma? ¿O no será siquiera? En cualquier caso, si el Gobierno logra el apoyo suficiente en el Congreso durante la semana que viene, lo que sí será es el plazo más prolongado de prórroga solicitado desde que, hace ahora dos meses, España pasó al confinamiento debido a la crisis del coronavirus. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado este mediodía que solicitará al Parlamento su apoyo para ampliar una vez más la situación excepcional y que lo hará por un periodo de "alrededor de un mes" y en el que el ministro de Sanidad, Salvador Illa, asumirá todo el control del mando único (ya no habrá potestad, por ejemplo, del Ministerio de Defensa). La economía, siendo tan importante, queda para cuando se fije la seguridad y protección de todos los españoles, ha subrayado.

Todo esto, en un día que, desde el ángulo sanitario, ya es histórico porque la cifra de muertos en las últimas 24 horas se ha situado en su cifra más baja de todo el estado de alarma: 102 personas. Con estos datos, casi toda España podrá pasar desde este lunes a la Fase 1 de la desescalada. Aun así, esto es "el fruto del sacrificio de todos los españoles" y no viene sino a demostrar que "el estado de alarma ha funcionado a todos los niveles" y "el camino que estamos siguiendo desde el principio de la epidemia es el único posible", ha remachado Sánchez.

A este respecto, ha hecho una estimación de lo que podría haber pasado en España de no haberse decidido el confinamiento y la limitación casi total de movimientos: nada menos que 30 millones de españoles infectados y alrededor de 300.000 fallecidos. "La prudencia debe ser la regla y debe continuar siendo la regla", ha señalado antes de afrontar el que espera que sea último examen parlamentario. Eso sí, y por la evolución desigual de las distintas autonomías, Sánchez ha adelantado que el levantamiento final del estado de alarma también podría ser asimétrico, es decir, que no todas las autonomías salgan de la situación al mismo tiempo. 

En cualquier caso, y ante la petición de algunos sectores como el del turismo para acelerar algunas decisiones de apertura, el jefe del Ejecutivo ha subrayado que la cautela debe imperar. Que la economía importa, pero que lo primero es la sanidad y que esa máxima se aplicará a todos y cada uno de los sectores productivos. Mientras tanto, ha recordado el "acuerdo histórico" firmado este pasado lunes con los agentes sociales en relación con la prórroga de los ERTE. 

De este modo, adquiere más sentido si cabe lo que Sánchez ha llamado "la desescalada institucional". A partir de ahora, el ministro de Sanidad será el mando único en este nuevo período de un mes, bajo el sistema de coordinación con las autonomías que se ha denominado cogobernanza. "La única autoridad delegada del Gobierno será el ministro de Sanidad y decaerán las facultades especiales que se concedieron a los otros ministerios", ha indicado y ha recordado que los hechos han demostrado que no se podía confiar en la inmunidad comunitaria y defiende la necesidad de limitar la movilidad y los contactos sociales. "A esa lógica responde la desescalada".

También ha apelado Sánchez a la lógica para rechazar, una semana más, que las ayudas que espera recibir España de la Unión Europea puedan considerarse en ningún caso como un rescate. Para él, este mecanismo son ayudas financieras y, en este caso, la UE propone "líneas precautorias" o fondos concretos como los relacionados con las subvenciones para defender el empleo. 

Hablando de líneas, lo que sí es seguro es que el Consejo de Ministros aprobará el próximo martes una nueva línea de avales del ICO por importe de 20.000 millones de euros, la cuarta que aprueba el Gobierno, con lo que el importe conjunto se eleva a 80.000 millones sobre el total de 100.000 millones previsto. Además, Sánchez ha aprovechado para volver a pedir al sector financiero que sea "suficientemente dinámico y ágil" para que los avales lleguen fundamentalmente a pymes y autónomos, "que son los que más lo necesitan".

El Consejo de Ministros aprobó el pasado 5 de mayo el tercer tramo de avales para empresas por parte del Instituto de Crédito Oficial (ICO) por un importe total de 20.000 millones de euros. Este tercer tramo de la línea ICO estaba destinado a la concesión de créditos y el 50% del importe total era para asegurar la financiación de pymes y autónomos, mientras que el 50% restante iba destinado a las empresas. Las líneas de avales están gestionada por el ICO, en colaboración con las entidades financieras, las cuales asumen el coste del aval, que se sitúa en un rango de entre 20 y 120 puntos básicos. El único requisito para acceder a esta garantía es que los solicitantes no estuvieran en situación de morosidad a 31 de diciembre de 2019 y en procedimiento concursal a 17 de marzo de 2020.

Por último, y sin salir del ámbito económico, el presidente ha incidido, sobre el impuesto a la riqueza propuesto por Unidas Podemos, en que en el acuerdo de Gobierno suscrito por este partido y el PSOE con el que se presentó a la investidura se contempla la reforma fiscal que va a llevar a cabo el Ejecutivo. "El acuerdo de Gobierno es la hoja de ruta", añadió Sánchez, quien de esta manera eludió refrendar la aprobación de un nuevo impuesto a la riqueza, que no está incluido en dicho acuerdo de Gobierno, que sí contempla un aumento del IRPF para las rentas superiores a 130.000 euros, una mayor fiscalidad de las rentas del capital y un tipo mínimo en el Impuesto sobre Sociedades, entre otras.

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