Al cumplirse el mes del estado de alarma

Sánchez suaviza la 'hibernación' pese a no tener los datos de su impacto en casos

  • El presidente del Gobierno insiste en que "el confinamiento general será la norma" durante las próximas dos semanas.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez
EP

Cara de seriedad absoluta. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha recurrido a su gesto más grave para subrayar lo que lleva subrayando todo su Gobierno desde el pasado viernes: no hay relajación en las medidas de confinamiento y la denominada segunda fase de desescalada es algo que todavía no está encima de la mesa. "El confinamiento general será la regla estas dos semanas", ha dejado claro para explicar lo que termina este lunes, es decir, "la fase de suspensión excepcional" de ciertas actividades o, como lo ha vuelto a llamar, "la medida extrema de hibernación" de la economía productiva. 

Sin embargo, justo antes de defender la posición y las medidas "duras" que aún se mantienen, Sánchez ha destacado los resultados de casi un mes de estado de alarma, que han conseguido bajar de un aumento de casos del 30% antes de la declaración al 3% actual. "Y todo ello, sin incluir todavía el efecto de la hibernación en los datos, algo que no se producirá hasta mediados de semana", ha admitido como coda de lo anterior. Es decir, que Moncloa defiende el fin del cierre total económico pese a que aún no tiene los datos concretos de sus efectos sobre la evolución de la enfermedad. 

"Quiero ser muy claro: no estamos siquiera entrando en la segunda fase, la llamada desescalada", ha subrayado Sánchez quien también ha aprovechado su comparecencia para volver a insistir en la vertiente política de la crisis al asegurar que "lo que no está en proceso de desescalada es la tensión política", por lo que ha lamentado la actitud de la oposición en un momento en el que es vital la unidad de acción.

El jefe del Ejecutivo ha incidido en ni siquiera lo que se va a producir mañana, con el fin del periodo del permiso retribuido (y que supuso la paralización de toda actividad no esencial desde el 30 de marzo, para asemejar la actividad productiva a la de un festivo continuo), es un regreso a lo que había antes de esa fecha. Es más, el regreso al trabajo de esta semana se va a desarrollar con nuevas medidas reforzadas de protección y precaución en las empresas concernidas. 

Todo ello, ha vuelto a puntualizar Sánchez, siempre según las recomendaciones "de los expertos" y a la espera de que la respuesta institucional, tanto a nivel europeo como local, "estén a la altura que están demostrando el conjunto de los españoles"

Las aclaraciones de Sánchez en una nueva rueda de prensa han llegado después de la quinta videoconferencia con los presidentes autonómicos, en la que ha dado una cifra que podría ser más que preocupante: un total de 10.100 efectivos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado están afectados o en aislamiento por el coronavirus. 

En cuanto a las posibles discrepancias en el seno del Gobierno de coalición, Sánchez las ha negado y ha contestado con una proclamación de "una unidad de acción total". Así contestaba a cuestiones como que el propio vicepresidente segundo del Ejecutivo, Pablo Iglesias, compartiera en su cuenta de Twitter un párrafo de un artículo sobre la región italiana de Bérgamo, la más afectada por la pandemia, aunque sin mencionar en ningún momento el nuevo decreto del Gobierno español: "El presidente de la patronal dijo: Ya perdemos 100.000 millones al mes... La secretaria del sindicato respondió: Hace 40 años que soy sindicalista y no he pedido nunca el cierre de ninguna fábrica pero ahora está en riesgo la vida de las personas...", es el párrafo del artículo recogido y destacado por Iglesias.

Pese a ello, Pedro Sánchez ha asegurado este domingo que el Gobierno "está centrado en ganar el virus y tiene una unidad de acción total", basando sus decisiones "única y exclusivamente" en criterios científicos. Según ha defendido, así fue cuando tomó la decisión de paralizar la actividad económica, siendo criticado por ello por varios líderes territoriales y sectores económicos, y también lo es ahora. "Tuve críticas, pero lo hice porque creía que ayudaba a garantizar aún más la salud pública y destensionar el número de UCIs y hospitalizados", ha argumentado.

"La decisión política la tomo yo, el mando único y las autoridades delegadas, pero en base expertos y no a otros criterios", ha manifestado aceptando que puedan haber "críticas legítimas". "El comité científico y de expertos nos está diciendo que con esta dinámica venceremos pronto al virus", ha animado.

En esta quinta reunión del jefe del Ejecutivo con los presidentes regionales han estado también presentes los ministros de Sanidad, Salvador Illa; Defensa, Margarita Robles; Interior, Fernando Grande-Marlaska; y Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos y la ministra de Política Territorial y Función Pública, Carolina Darias. Sin embargo, esta cifra que les ha dado el Gobierno a los responsables regionales es muy superior a la que dio ayer el ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, quien explicó que un total de 2.700 efectivos de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado (CFSE), incluyendo policías autonómicas y locales, se habían contagiado de Covid-19.

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