Sánchez y Torra recuperan la comisión que elevará las inversiones en Cataluña

  • Gobierno y Generalitat repescan la Comisión bilateral para negociar el incremento de la financiación del Estado, como el Corredor Mediterráneo.
Pedro Sánchez y Quim Torra en La Moncloa
Pedro Sánchez y Quim Torra en La Moncloa
EFE

Más de dos años después, el presidente del Gobierno y el president de la Generalitat de Cataluña se han reunido en La Moncloa. Pedro Sánchez ha recibido este lunes a Quim Torra en un cara a cara que ha durado dos horas y media y en el que ambas partes han puesto fin a un largo periodo de desencuentros. Una de las decisiones que han tomado ha sido la de recuperar la Comisión bilateral Generalitat-Estado que lleva parada desde 2011 y que incrementará las aportaciones económicas en una comunidad que necesita impulsar algunas infraestructuas. La operación Cataluña de Sánchez ya ha comenzado.

Sánchez había marcado la cita con Torra como trascendental, consciente de que se está jugando la legislatura. Por eso Moncloa ha valorado que la reunión se ha celebrado para "normalizar" las relaciones que estaban rotas con la Generalitat y para "volver a una situación cotidiana de respeto y entendimiento, respetando el Estatut". Estas palabras han sido pronunciadas por la vicepresidenta Carmen Calvo, que fue la encargada de dar las explicaciones a los periodistas a pesar de que no estuvo en la reunión.

En esa comisión bilateral que ahora se recupera y en las diferentes comisiones de trabajo establecidas en el Estatut se dará impulso a inversiones en infraestructuras que todavía no se han materializado. Así, tal y como se contó en estas páginas, Sánchez está comprometido a incrementar las aportaciones del Estado para impulsar el Corredor del Mediterráneo y para mejorar la financiación de Cataluña.

Asimismo, el Gobierno central se ha comprometido a levantar los vetos a leyes sociales aprobadas en el Parlament de Cataluña. Calvo ha hecho referencia a legislación relativa a pobreza energética, cambio climático y universalidad de la sanidad pública, que a partir de ahora no serán censuradas por el Ejecutivo central. También se ha acordado que el Gobierno socialista estará presente en los actos del próximo 17 de agosto con motivo del aniversario de los atentados del pasado verano.

En la reunión entre Sánchez y Torra también se ha hablado de autodeterminación, según ha explicado Calvo. El presidente del Gobierno ha destacado el "altísimo autogobierno", pero ha recordado que la Constitución, en su artículo 2, defiende la unidad de la Nación y que teniendo en cuenta el "espacio de diversidad e igualdad" del país se podrá dialogar.

La visión de Torra

Quim Torra ha ofrecido su visión sobre la reunión con Sánchez desde el Centro Cultural Blanquerna. El presidente de la Generalitat ha anunciado una próxima reunión en Barcelona y dos asuntos principales: el derecho de autodeterminación, ante lo que el jefe del Ejecutivo ha manifestado que no existe margen de negociación, y los exdirigentes presos o en el extranjero. "Le he comentado al presidente que sí hay exiliados y presos políticos; también le he comentado la situación de los exiliados en Europa respecto a los que se encuentran presos en España. Fuera de España tengo la libertad de abrazarme con los exiliados mientras que en España no puedo", ha denunciado Torra.

"Quién tendría que estar aquí es Puigdemont. Eso ha sido imposible por la serie de trabas que han llevado a la situación actual", ha añadido el catalán, destacando que "ha sido una reunión larga, sincera y con diálogo franco". "Ambos estamos de acuerdo que es un problema político que se debe resolver políticamente", ha afirmado.

Torra también ha manifestado que su posición pasa por celebrar un referéndum y que los catalanes puedan decidir "libre y pacíficamente su futuro", de ahí que no descarten ninguna vía, incluso volver a la unilateral. El Gobierno central ya está preparado por si este escenario volviera a suceder. Torra ha insistido en que cualquier "solución política" pasa por reconocer la autodeterminación, "que tiene el apoyo del 80 por ciento de los catalanes". Además, ha exigido a Sánchez que se acabe "la ofensiva judicial y política contra el independentismo" y le ha reclamado que ponga término a "la persecución de las ideas".

Los gestos: bandera, lazo y regalos

Sánchez y Torra han protagonizado una reunión trascendental después de lo sucedido hace unos meses y mientras los antiguos dirigentes de la Generalitat se encuentran en cárceles catalanas. El jefe del Ejecutivo. El encuentro dio comienzo a las 11:40 horas, diez minutos más tarde del horario previsto. En un extremo del edificio ondeaban la bandera de España, en un lugar central, y la de la Unión Europea.

El presidente del Gobierno, sonriente, y Torra, algo más serio, se estrecharon las manos y posaron ante los medios de comunicación con las habituales bandera española y catalana de fondo, en la puerta de entrada. El dirigente catalán lucía en la solapa de su traje el habitual lazo amarillo con el que independentismo reivindica la libertad de los políticos catalanes presos.

Antes de comenzar la reunión, Torra regaló a Sánchez una botella de licor de ratafía y dos libros sobre Cataluña: "Imago Catalonia", un compendio de mapas de Cataluña desde la Edad Media y "Aran, un país", de Francesc Tur y Jèp de Montoya, que recoge un centenar de fotografías del Valle de Arán.

Minutos después de comenzada la reunión el presidente del Gobierno tuiteó el siguiente mensaje: "Arrancamos la reunión decididos a dar un paso al frente para devolver la normalidad a España, con respeto a la #Constitución y con la confianza de que el #dialogo institucional abra vías de entendimiento".

Respeto a la Constitución y agenda económica

Por su parte, Torra también ha publicado en la red social: "Hacia Madrid a explicar a @sanchezcastejon la gravísima situación que España ha creado en Cataluña. Y con voluntad de escuchar la solución que propone". Y es, efectivamente, esa "voluntad de escuchar" lo que el Ejecutivo ha anunciado en repetidas ocasiones.

Sin embargo, y ante declaraciones anteriores que expresaban la intención del president de "culminar el ejercicio del derecho de autodeterminación", el PSOE ya ha advertido de que no debatirá la cuestión independentista porque es un derecho que no está recogido en la Constitución. Para Moncloa el conflicto es una crisis que hay que resolver desde la "política", y aunque no descarta modificaciones de la Carta Magna, pone como límites "lo que respecta al Estado social y democrático de derecho".

Sánchez quiere central el debate en desbloquear el "día a día de los catalanes". Cuestiones como financiación, el estado de la sanidad, el empleo, la educación en Cataluña, y cómo restablecer las relaciones entre ambas partes.

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