Sánchez y Casado bloquean los pactos y las reformas a lo largo de esta legislatura

Diálogo de sordos el que han protagonizado Pedro Sánchez y Pablo Casado. En su primera reunión tras las elecciones del 28 de abril, el ganador de los comicios y el líder del principal partido de la oposición han evidenciado que sus posturas se encuentran en las antípodas en cuestiones económicas tan importantes como la reforma del sistema de pensiones, un nuevo y urgente modelo de financiación autonómica o la política fiscal que pretende aplicar el futuro Gobierno. Sus posturas siguen enconadas, al igual que estuvieron en su última y hasta hoy única reunión, la de agosto de 2018. Después rompieron relaciones y ahora, tras los comicios de hace una semana, siguen sin entenderse.

Casado llegaba a La Moncloa con el objetivo de que Sánchez le explique el plan de estabilidad enviado a Bruselas el pasado martes en el que se contemplaba una subida de impuestos de 26.000 millones, de concretar medidas para atajar la crisis de Cataluña y, en definitiva, de avanzar en grandes acuerdos de Estado. Pero el líder del PP se ha marchado del palacio presidencial como ya hizo en verano: con un 'no es no', al menos implícito.

Fuentes de Moncloa definen la cita Sánchez-Casado como "tensa". No ha habido entendimiento alguno, lo que indica que ambos líderes protagonizarán una legislatura de tensión y desencuentros. Adiós, por tanto, a una gran coalición y a acuerdos entre los dos principales partidos del país. El líder del PP ha descartado incluso una abstención de su grupo para que Sánchez pueda ser investido. "Hay otras sumas", ha concluido.

Casado, por su parte, ha afirmado en una rueda de prensa posterior que Sánchez encara una legislatura "con un Gobierno débil" que va a tener al PP protagonizando una "oposición fuerte". El presidente de los populares ha asegurado que en esta cita "no han profundizado" en ningún pacto y ha vaticinado desencuentros. Lo que sí le ha pedido el popular al presidente en funciones que no se apoye en los independentistas para gobernar.

Fuentes de Moncloa, por su parte, hablan de una reunión "cordial, afable y fluida". "Se trataba de una toma de contacto para normalizar las relaciones y se ha conseguido. Se mantendrán encuentros regulares, de tal modo que no sea noticia una reunión por sí misma, sino por los temas tratados", informa un portavoz oficial.

Desde el Ejecutivo en funciones tienen una versión algo diferentes a la de Casado. Aseguran que ambos líderes han abordado cuestiones como la reforma del Pacto de Toledo y, por extensión, del sistema de pensiones, del impulso a la ciencia y de la transición ecológica. "Se trata de temas de Estado en los que siempre se buscará una relación constante", afirman desde Moncloa. En relación a Cataluña, Casado y Sánchez han acordado mantener una "comunicación permanente".

En relación a la reforma fiscal, desde el entorno de Sánchez añaden que el socialista "ha reiterado al líder del PP los ejes de su política: luchar contra la desigualdad y favorecer la justicia social, modernizar la economía y consolidar las cuentas fiscales".