Pedro Sánchez y Yolanda Díaz ya negocian directamente el funcionamiento de la coalición y los aspectos más importantes del Gobierno que comparten PSOE y Unidas Podemos. En esta nueva etapa tras la salida de Pablo Iglesias, presidente y vicepresidenta tercera han mantenido varias conversaciones en los últimos días para afinar el día a día y avanzar en los futuros proyectos legislativos, según explican fuentes gubernamentales. La prioridad del Ejecutivo en este momento se encuentra en el plan de reformas e inversiones que dará acceso a los fondos europeos y en ese documento aún hay varios escollos que solventar.
Sánchez había pactado con Iglesias que Díaz pase a ocupar el papel de principal negociadora de Unidas Podemos y la vicepresidenta tercera ya lo está ejerciendo. Ambos han dialogado por teléfono en varias ocasiones desde el pasado día 15 de marzo, el día que la coalición vivió una catarsis, a la espera de fijar su primera reunión presencial que, por motivos de agenda (las vacaciones de Semana Santa y el próximo viaje del jefe del Ejecutivo a África) aún no ha podido celebrarse. Sí mantuvieron una breve reunión informal el pasado miércoles en la que también estuvieron presentes las otras tres vicepresidentas, Carmen Calvo, Nadia Calviño y Teresa Ribera. Fue en Moncloa justo antes de la foto de familia de la nueva cúpula del Gobierno en las escalinatas del Palacio.
Sánchez y Díaz se han propuesto ejecutar una transición suave en la coalición. No quieren romper los puentes que ya se han tendido sino aprovecharlos. No es que hasta ahora presidente y ministra de Trabajo tuvieran dos compartimentos estanco sino que ya mantenían una interlocución habitual. La novedad a partir de ahora es que esa relación será más intensa. La vicepresidenta tercera tiene total libertad para poner en marcha los cambios que quiera y ya ha comenzado a mover algunas piezas que van a ayudar a engrasar la coalición.
Nuevo jefe de gabinete político y otros 'fogoneros'
Yolanda Díaz está a punto de anunciar el fichaje de un nuevo jefe de gabinete de contenido eminentemente político. Según ha sabido La Información, el elegido es Josep Vendrell, histórico miembro de Iniciativa per Catalunya (ICV) y dirigente de En Comú Podem que fue diputado en el Congreso. El objetivo es que ejerza un papel similar al de Julio Rodríguez junto a Pablo Iglesias. Vendrell se incorporará, por tanto, como otro negociador clave con Moncloa mientras que María Amparo Ballester, actual jefa de gabinete de Díaz, permanecerá para desempeñar funciones de un perfil más técnico.
La reforma laboral es una de esas medidas que ya están sobre la mesa y que se presenta como uno de los escollos que tendrá que solventar la coalición a corto plazo. Trabajo ya ha puesto sobre la mesa un primer borrador que, de entrada, limita los asuntos a abordar al ámbito de la negociación colectiva, con un enfoque claro de reequilibrar las relaciones laborales hacia el lado sindical y restar a los empresarios el poder que les otorgó la ley del PP. La vicepresidenta segunda, Nadia Calviño, dio ayer alguna pista al afirmar que "se trata de hacer las cosas en el momento adecuado; no es sólo el qué, sino también el cuándo". Bruselas, por su parte, se posiciona del lado del diálogo social, cuestión con la que la Comisión quiere ser escrupulosa. Este martes, además, se produjo un hecho insólito al posicionarse Calviño a favor de modernizar esa negociación colectiva. No había hablado en esos términos.
Yolanda Díaz está a punto de anunciar el fichaje de un nuevo jefe de gabinete de contenido eminentemente político. El elegido es Josep Vendrell
Otra reforma pendiente es la de pensiones y aquí las negociaciones se encuentran totalmente estancadas. El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, mantiene una política muy distinta con los agentes sociales a la de su compañera Díaz y eso está provocando roces con empresarios y sindicatos. El negociador de Unidas Podemos en este terreno, Nacho Álvarez, secretario de Estado de Derechos Sociales, maneja escasa información, además, lo que dificulta la marcha de las conversaciones.
La Ley de Vivienda, por último, es el tercer gran escollo en la coalición. Las posturas se encuentran bloqueadas, sin avances significativos, y muy alejadas en el asunto central: la bajada del precio de los alquileres. Un detalle: la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, se mantendrá como negociadora en este nueva etapa con el secretario general de Agenda Urbana y Vivienda, David Lucas. Se espera en este terreno continuidad.
También seguirá en el Gobierno Juanma del Olmo, hasta ahora director de Estrategia y Comunicación de Iglesias que se convertirá en asesor de Belarra. Del Olmo es, probablemente, el principal 'fogonero' de la coalición. Su papel en el acuerdo de Presupuestos inicial y en el último pacto que llevó acompañado el anexo de la Ley de Vivienda fue esencial. Y es que en este tiempo ha construido una relación de "lealtad" y "confianza" con Iván Redondo, el jefe de gabinete del presidente a través de una comunicación directa y fluida. Ambos se han solido ver en Moncloa todos los viernes y la previsión es que lo sigan haciendo.
Sánchez, además, ha pedido a Iglesias que no se desvincule totalmente del día a día de la coalición. Presidente y exvicepresidente segundo seguirán manteniendo, por tanto, un 'teléfono rojo' para allanar el futuro inmediato. Es algo ya pactado. Tanto en el PSOE como en Unidas Podemos destacan que ambos líderes han fraguado en este tiempo una relación fluida, de confianza. Moncloa considera este nexo como un activo y quiere seguir conservándolo.
