Nueva etapa en el Gobierno de coalición

Sánchez y Díaz despachan en Moncloa para engrasar reformas y los fondos UE

El presidente y la vicepresidenta tercera ya se han visto en dos ocasiones: una a solas y otra con las otras tres vicepresidentas. La líder de UP impulsa las alianzas que cocinó Iglesias con los socios de los PGE.

Sánchez Díaz
Sánchez y Díaz despachan en Moncloa para engrasar reformas y los fondos UE
EFE

Pedro Sánchez y Yolanda Díaz ya despachan directamente en Moncloa como antes hizo el presidente del Gobierno con Pablo Iglesias. El jefe del Ejecutivo ha mantenido en las últimas semanas dos reuniones de carácter privado, fuera de agenda, con la nueva vicepresidenta tercera y ministra de Trabajo, según confirman a La Información fuentes gubernamentales. A estos encuentros hay que sumar una continua y prácticamente diaria relación telefónica que, desde el relevo en el área de Unidas Podemos en el Ejecutivo, están manteniendo ambos interlocutores. El momento político es clave.

Han sido dos encuentros reservados entre Sánchez y Díaz. Uno de ellos ha sido cara a cara, ellos solos, para abordar el presente y el futuro de la coalición. También ha habido una segunda reunión, en formato almuerzo, en la que también han estado presentes las otras tres vicepresidentas, Carmen Calvo, Nadia Calviño y Teresa Ribera. Desde la Vicepresidenta tercera han preferido no hacer declaraciones a este respecto.

Este tipo de citas en Moncloa son más habituales de lo que se conoce. Ya en la etapa de Pablo Iglesias, durante los últimos meses, Sánchez solía citar a los cuatro vicepresidentes a comer en el recinto presidencial para abordar los retos de la coalición. A continuación esa relación entre PSOE y Unidas Podemos se engrasaba en la relación directa ente presidente y exvicepresidente segundo. Y, por último, los acuerdos tenían su reflejo final en los Consejos  de Ministros de los martes.

La relación entre Sánchez y Díaz se encuentra engrasada y ambas partes se encuentran centradas en completar el Plan de Recuperación, Reconstrucción y Resiliencia enviado a la Comisión Europea que dará acceso a los fondos europeos y en ese documento aún hay varios escollos que solventar. Faltan tres componentes por cerrar: el fiscal, el de pensiones y el laboral. Y es en este último en el que se encuentra centrada la ministra de Trabajo y su equipo. Las elecciones en Madrid, por tanto, no han interrumpido las negociaciones en el diálogo social con empresarios y sindicatos.

Díaz cuenta, además, con el apoyo de Sánchez para ejecutar durante este 2021 los cambios que se van a ejecutar en el marco laboral. No es baladí encarar la recuperación con las reformas en el mercado de trabajo en vigor.

Uno de los retos políticos de Díaz será mantener a los grupos de los PGE alineados con la coalición. Ya se reunió con el PNV y hoy lo hace con ERC

Sánchez y Díaz se han propuesto ejecutar una transición suave en la coalición y así lo están cumpliendo. No quieren romper los puentes que ya se han tendido sino aprovecharlos. No es que hasta ahora presidente y ministra de Trabajo tuvieran dos compartimentos estanco sino que ya mantenían una interlocución habitual. Esa línea de trabajo es hoy más intensa con estos encuentros en Moncloa. La vicepresidenta tercera tiene total libertad para poner en marcha los cambios que quiera y ya ha comenzado a mover algunas piezas que van a ayudar a engrasar la coalición. Es el caso de la incorporación de Josep Vendrell, histórico miembro de Iniciativa per Catalunya (ICV) y dirigente de En Comú Podem que fue diputado en el Congreso, como jefe de gabinete 'político' de Díaz. María Amparo Ballester, también jefa de gabinete de Díaz, desempeñará funciones de un perfil más técnico.

Uno de los retos políticos de Díaz será seguir manteniendo a los grupos de la investidura y de los Presupuestos alineados con el Gobierno. Esa "dirección de estado" que dejó encarada Iglesias y que ahora su sucesora se plantea retener. La vicepresidenta ya se reunió en Bilbao con el PNV y este lunes hará lo propio con ERC, con Gabriel Rufián, en concreto.

La Ley de Vivienda se antoja también como uno de los grandes escollos a corto plazo para la coalición.  Las posturas se encuentran bloqueadas, sin avances significativos, y muy alejadas en el asunto central: la bajada del precio de los alquileres. Un detalle: la ministra de Derechos Sociales y posible líder de Podemos, Ione Belarra, se ha mantenido como negociadora en este nueva etapa con el secretario general de Agenda Urbana y Vivienda, David Lucas. El pasado viernes se vieron las caras sin grandes novedades.

También seguirá en el Gobierno Juanma del Olmo, hasta ahora director de Estrategia y Comunicación de Iglesias, que se convertirá en asesor de Belarra. Del Olmo es, probablemente, el principal 'fogonero' de la coalición. Su papel en el acuerdo de Presupuestos inicial y en el último pacto que llevó acompañado el anexo de la citada Ley de Vivienda fue esencial. Y es que en este tiempo ha construido una relación de "lealtad" y "confianza" con Iván Redondo, el jefe de gabinete del presidente, a través de una comunicación directa y fluida. Ambos se han solido ver en Moncloa todos los viernes y la previsión es que lo sigan haciendo.

Sánchez, además, ha pedido a Iglesias que no se desvincule totalmente del día a día de la coalición. Presidente y exvicepresidente segundo seguirán manteniendo, por tanto, un 'teléfono rojo' para allanar el futuro inmediato. Es algo ya pactado. Tanto en el PSOE como en Unidas Podemos destacan que ambos líderes han fraguado en este tiempo una relación fluida, de confianza. Moncloa considera este nexo como un activo y quiere seguir conservándolo.

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