El Ministerio de Sanidad y Bienestar Social, que dirige María Luisa Carcedo, quiere poner coto, dentro de los medios que tiene a su alcance, al desabastecimiento farmacéutico, que ya afecta a medio millar de medicamentos, entre ellos muchos de los más demandados, como Adiro, Nolotil, Dalsy, Trankimazin o Primperan. La grave situación ha obligado incluso a buscar en el extranjero alternativas a algunos fármacos que ya no se encuentran en España y a limitar la exportación de otros por las limitadas existencias disponibles.
Así, Carcedo, en una entrevista concedida a Efe, ha admitido incluso la posibilidad de sancionar a productores y distribuidores ante incumplimientos flagrantes en el suministro de determinados medicamentos y se ha mostrado dispuesta a vigilar muy de cerca la labor de la industria farmacéutica, para que, en el caso de que se demuestren "fehacientemente" los incumplimientos, se pueda sancionar a los principales culpables.
No es la primera vez que Sanidad apunta a las farmacéuticas como responsables del desabastecimiento, que afecta a buena parte de Europa, y que tiene entre sus causas el Brexit, que ha movido a las grandes farmacias del Reino Unido a acumular de forma masiva determinados medicamentos en previsión de lo que pueda pasar si la salida del Reino Unido de la Unión Europea se produce de forma brusca. Pese a todo, desde Sanidad reconocen que en los estantes de la farmacia apenas faltan uno de cada cien medicamentos y que para la mayoría tienen alternativas.
La causas del desabastecimiento según Sanidad
En un reciente boletín publicado por Sanidad, el ministerio admitía un importante incremento del desabastecimiento de medicamentos durante año pasado, cercano al 44%, y apuntaba a los 11 laboratorios que notifican un mayor número de problemas de suministro, incluyéndolos en un ránking que encabezan Sanofi Aventis -14-, Meda Pharma -11-, Accord Healthcare -9- y Merck Sharp & Dohme -7-. Además, destacaba que ya se había puesto en marcha medidas como frenar la exportación de un buen número de fármacos y el inicio de cuatro expedientes sancionadores por faltas relacionadas con el suministro.
Entre las causas de los problemas, Sanidad señalaba que las relacionadas con la fabricación y la capacidad de los laboratorios suponen el 50% y resalta la alta incidencia, del 19%, de los incidentes de calidad, debido a las alertas surgidas como consecuencia de la detección de impurezas en el Valsartán. En concreto, los problemas de capacidad, que se dan cuando las líneas de fabricación no pueden asumir un aumento de la demanda, representan el 26%; mientras que los de fabricación, que tienen que ver con mejoras de instalación, suponen el 23%.
Mientras, la Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles (FEFE), uno de los principales afectados por esta coyuntura, apunta a varias causas, algunas de ellas puntuales y relacionadas con la producción y la falta de determinadas materias, y otras vinculadas a prácticas de comercialización poco correctas y al acaparamiento. La patronal asegura que tras muchos de los problemas -que se producen a nivel global- están los desajustes de la producción por la falta de determinadas materias primas, cuya sustitución está supeditada a un largo proceso burocrático de controles y autorizaciones.
El dentista será gratuito
Carcedo también ha recordado que si el PSOE logra formar Gobierno tras las elecciones del 28-A incluirá la salud bucodental en la cartera común de servicios. También Ciudadanos, Podemos y el Partido Popular están dispuestos a incorporar el dentista entre los servicios de la sanidad pública y han incluido la medida en sus programas. Algunas administraciones, como la Comunidad de Madrid o el Ayuntamiento de Barcelona, ya han puesto en marcha medidas para facilitar este servicio a los ciudadanos.
Los principales partidos coinciden, con algunos matices, en incorporar la salud oral al sistema sanitario universal, cuya exclusión 'obliga' a los ciudadanos a acudir a las compañías privadas para ser atendidos y condiciona el acceso de las rentas más bajas a la atención odontológica. Se trata en parte de evitar escándalos como los de iDental, un grupo de clínicas que prometía 'democratizar' la odontología con tratamientos 'low cost' a las que acudieron decenas de miles de personas con pocos medios económicos para recibir un tratamiento que pagaron o se endeudaron para hacerlo pero que nunca recibieron
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