Santos asegura tener "en la mira" a autores de matanza campesina en Colombia

Bogotá, 9 nov.- El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, aseguró hoy que las autoridades tienen "en la mira" a los presuntos miembros de la banda de origen paramilitar Los Rastrojos que el miércoles masacraron a diez campesinos en el noroeste del país.

Santos aludió a las operaciones de las fuerzas de seguridad contra los asesinos en coincidencia con la visita a Santa Rosa de Osos, la población donde ocurrieron los hechos, del ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, para un consejo extraordinario de seguridad.

"El ministro de Defensa está allá y los tenemos en la mira", afirmó el gobernante en su cuenta de twitter tras advertir: "nuestra obligación es perseguir a los criminales de Santa Rosa".

El jefe del Estado se refirió a este suceso que ha conmocionado al país desde Guachené, localidad del departamento del Cauca (suroeste), a la que viajó para inaugurar la construcción de las nuevas plantas de Pavco, empresa colombiana que fabrica geosintéticos y tuberías.

En ese acto, Santos reiteró que la matanza la cometieron miembros de Los Rastrojos, una de las bandas armadas dedicadas al narcotráfico y la extorsión surgidas tras la disolución, en 2006, de las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), tras un acuerdo con el Gobierno del expresidente Álvaro Uribe (2002-2010)

Una mujer y nueve hombres fueron vilmente asesinados cuando culminaron su jornada de trabajo en una plantación de tomates de árbol, ubicada en la finca La España de la aldea de Santa Rosa de Osos, en el departamento de Antioquia.

Según las autoridades, tres individuos llegaron a la finca y tras agrupar a los labriegos les lanzaron una granada de mano y después les remataron con armas de fuego, en un suceso al que sobrevivió herido de gravedad otro campesino.

El presidente Santos detalló hoy que la matanza se debió a "retaliaciones" entre miembros de Los Rastrojos.

Hoy fueron sepultadas en Santa Rosa de Osos las diez víctimas tras un funeral oficiado por el obispo Jorge Alberto Ossa, quien exigió a las autoridades que estos crímenes no queden impunes.