Santos guarda silencio mientras la sociedad pide la liberación del general

  • El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, guardó hoy silencio sobre los suspendidos diálogos de paz en una jornada marcada por el llamado de diversos sectores de la sociedad a la liberación del general Rubén Darío Alzate, retenido con dos acompañantes desde el domingo por las FARC.

Bogotá, 18 nov.- El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, guardó hoy silencio sobre los suspendidos diálogos de paz en una jornada marcada por el llamado de diversos sectores de la sociedad a la liberación del general Rubén Darío Alzate, retenido con dos acompañantes desde el domingo por las FARC.

Más de veinticuatro horas después de que Santos decretara la suspensión de los diálogos de paz, Alzate, junto con el cabo Jorge Rodríguez y la abogada Gloria Urrego, continúan siendo buscados "hasta que sea necesario" por unos 500 militares en la remota zona del departamento del Chocó (noroeste) en la que fueron secuestrados, afirmó el Ministerio de Defensa.

Las FARC confirmaron hoy mediante un comunicado del Bloque Iván Ríos que mantienen secuestrado al general Alzate, al cabo Rodríguez y la abogada Urrego, tras lo cual nadie del Gobierno ha hecho declaraciones al respecto.

Después del terremoto político de ayer, Santos optó por guardar un silencio que fue llenado por el llamado unánime a la liberación del general y sus acompañantes emitido por sectores de la sociedad colombiana.

En la esfera política, las comisiones de Paz del Senado y la Cámara de Representantes, que engloban a legisladores de todos los colores políticos, emitieron una declaración de cuatro puntos en la que piden "la inmediata libertad del general Alzate, de los otros militares retenidos tanto en el Chocó como en Arauca, y de los civiles secuestrados".

Y es que al general y sus dos acompañantes se suma el secuestro la semana pasada en el departamento de Arauca, fronterizo con Venezuela, de los soldados César Rivera Capela y Jonathan Andrés Díaz Franco.

Sobre la liberación se pronunció también el alcalde de Bogotá, el izquierdista Gustavo Petro, que aseguró en una intervención pública que "la valentía no está en mantener al general preso, la valentía es liberarlo", en clara alusión a las FARC.

Los empresarios colombianos, por su parte, hablaron a través del Consejo Gremial, que agrupa a las 21 patronales más poderosas del país, para afirmar que respaldan las medidas del Gobierno para conseguir la liberación de Alzate y sus acompañantes.

Su petición se hizo extensiva a los dos soldados cautivos en Arauca y a "todos los colombianos privados de su libertad en las montañas de Colombia", lugar desde el que el grupo subversivo firma sus comunicados.

Dentro de las casi siete millones de víctimas que deja el medio siglo de conflicto armado en el país, el colectivo que agrupa a las damnificados por el Estado, Movice, se enfocó en la operación para rescatar al general, que a su juicio debe estar dirigida por una comisión humanitaria del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), la iglesia y organizaciones de la sociedad civil.

Para este fin, el CICR ya está listo, indicó la portavoz del organismo en Colombia, Patricia Rey.

Según relató, los protocolos de actuación para estas situaciones se activaron tras haber recibido una llamada de Presidencia en la que se solicita su colaboración, muy valorada por la experiencia que poseen, pues el año pasado coordinaron 25 liberaciones de secuestrados.

Al debate se sumó hoy la excandidata a la Presidencia de Colombia Íngrid Betancourt, quien estuvo secuestrada entre 2002 y 2008 por las FARC en las selvas del sur, y que habló desde Londres, donde reside actualmente.

Betancourt destacó que ante todo Alzate es "una víctima" y deseó su pronto regreso para que ofrezca una explicación de lo ocurrido, pues en el momento de su captura vestía ropa de civil y carecía de escoltas, algo que levanta cada vez más suspicacias en Colombia.

Mientras ese momento llega, el fiscal general, Eduardo Montealegre, ha abierto una investigación para esclarecer las circunstancias del secuestro del general y sus acompañantes, que han provocado la mayor crisis desde que iniciara el proceso de paz, que mañana cumple dos años.

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