Santos lanza pacto político en Colombia por la paz, pero sin el opositor Uribe

  • El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, anunció este martes un pacto político por la paz que reúne a todos los partidos con representación parlamentaria, excepto el derechista Centro Democrático del expresidente Álvaro Uribe, férreo opositor a los diálogos con la guerrilla FARC.

El gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, marxistas), principal grupo insurgente del país con unos 7.000 combatientes según las autoridades, negocian desde noviembre de 2012 en Cuba un acuerdo para poner fin a medio siglo de conflicto armado, que se comprometieron a firmar el 23 de marzo a más tardar.

"Todos los partidos políticos menos uno han manifestado su apoyo a la paz", dijo el mandatario desde la presidencial Casa de Nariño. Colombia no se puede "dar el lujo de que las divisiones pongan en peligro el mayor logro histórico de los últimos tiempos, que es la paz", añadió.

La coalición está integrada por la bancada oficialista del Partido de la U, el Partido Liberal y Cambio Radical, el Partido Conservador, así como la Alianza Verde, el izquierdista Polo Democrático, y los movimientos Mira (derecha) y MAIS (centro-izquierda) y partido Alianza Social Indígena (centro-izquierda) y Opción Ciudadana (derecha).

Santos aseguró que este grupo trabajará en la ley de orden público, que se tramita en el Congreso para definir las zonas de dejación de armas de la guerrilla FARC, y en "el éxito del plebiscito en el que los colombianos decidirán si aprueban o no el acuerdo final que se logre en La Habana".

Santos, cuya coalición de centro-derecha cuenta con una mayoría relativa en el Congreso, busca reformar la llamada ley de orden público de 1997 que prohíbe, en su artículo 8, la desmilitarización de zonas del territorio colombiano. Además, inició una campaña por el plebiscito para la paz, con el que busca legitimar lo pactado en Cuba.

El Centro Democrático del actual senador Uribe ha abogado para que los acuerdos en La Habana sean refrendados por una Asamblea Nacional Constituyente, opción a la que se opone firmemente el gobierno de Santos, pero es defendida por las FARC.

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