Saqueo del oro, tráfico de droga y control de milicias: así cercó la Justicia a Al Assad

  • La Audiencia Nacional da el primer paso para juzgar al tío del actual presidente sirio por expoliar las arcas sirias y blanqueo de 600 millones.
Al Assad desmiente que haya ordenado un ataque químico en Damasco
Al Assad desmiente que haya ordenado un ataque químico en Damasco

"En Siria era casi Dios". Con esta frase, uno de los testigos que declaró en la Audiencia Nacional definió el poder que ostentó el exvicepresidente de dicho país Rifaat al Assad, antes de abandonarlo en 1984. Su salida se produjo auspiciada por su hermano, el entonces presidente Hafez al Assad, en aras a evitar el "baño de sangre" que hubiera provocado un golpe de Estado que pretendía perpetrar Rifaat. A cambio, le permitió irse con las arcas llenas: varios cientos de millones de euros obtenidos gracias a una serie de 'actividades' tales como presunto tráfico de armas, contrabando de plantaciones de cannabis, control de milicias paramilitares y hasta expolio de oro y piezas arqueológicas de incalculable valor.

Todo estos movimientos del exidirigente sirio desde la década de los 70 en su país natal han permitido poner blanco sobre negro en la causa penal abierta en la Audiencia Nacional contra éste y otras 13 personas, ocho de las cuáles son sus hijos. Las pesquisas han llevado al magistrado José de la Mata a dar el primer paso para sentarles en el banquillo por haber llegado a blanquear en España hasta 600 millones de euros. Una colosal fortuna que los acusados trataron de esconder mediante sociedades pantalla en paraísos fiscales pero que el juez ha sacado a la luz gracias a las pesquisas abiertas hace ahora tres años. 

En su auto de 142 páginas, el magistrado explica no solo los motivos por los que imputa a todos ellos los delitos de organización criminal y blanqueo, sino que se remonta a los orígenes de este clan para desmontar la tesis principal de su defensa acerca de que han amasado tal patrimonio gracias a regalos de la familia real de Arabia Saudí, una tesis que De la Mata califica de "absolutamente falsa". De este modo, el instructor recoge una serie de manifestaciones efectuadas por testigos que han declarado en estos tres años de instrucción. Los mismos expusieron que la familia del exdirigente "no tenía nada" y que procedía de una aldea pobre. 

"Vació el Banco Central"

¿Cómo se explica, por tanto, que en apenas unos año lograran aglutinar al menos 600 millones de euros? De acuerdo con el instructor, el motivo reside en las irregularidades que Al Assad comenzó cometiendo durante su etapa de ministro en los años 70. Fue entonces cuando puso en marcha una serie de "actividades criminales", como las describe De la Mata, consistentes en primer lugar en el control directo del contrabando de mercancías ilícitas a través de la posesión de, al menos, un puerto en Latakia (Siria), desde donde hizo y deshizo a su antojo extorsionando a los comerciantes. Igualmente, el hermano del expresidente logró también el control de plantaciones de cannabis no solo en zona siria sino también en Líbano. 

Durante ese tiempo ostentó el monopolio del saqueo de piezas de arqueología y logró venderlas por distintas partes del mundo. El juez se hace eco en este punto del testimonio de un abogado sirio que relató en la causa que encontraron un amplio tesoro arqueológico en unos terrenos expropiados a su abuelo por el Gobierno sirio. En las obras de acondicionamiento los trabajadores localizaron una cueva con todo el oro dentro e, inmediatamente después del hallazgo, Al Assad se desplazó en helicóptero hasta el lugar dando orden de que todo el oro y las piezas más valiosas se cargaran en la avioneta.  Tras ello las vendió por mar al mercado negro.

Situación similar ocurrió en 1983, un año antes de la salida de Al Assad del país. El Gobierno descubrió entonces una nave con antigüedades expoliadas y envió a agentes de Inteligencia Militar para que se incautaran 204 kilos de oro en forma de estatuas y antigüedades. Además, se encararon con el dueño del local y le propinaron lo que denominaban "una paliza de bienvenida";  como era costumbre en la forma de actuar de los agentes de inteligencia de Siria, según expuso otro testigo en la causa. 

Creación y control de la 'shabiha'

Rifaat logró hacerse con este botín gracias al control directo que ejerció en "todos" los recursos del Estado; esto es: fuerzas militares, de defensa, grupos paramilitares como los 'shabihas', sistemas de transporte o infraestructuras. Al respecto, el exministro de Defensa sirio Mustafa Tlas expuso al magistrado en calidad de testigo que la gente de Al Assad salía de Siria con los bienes culturales hacia Líbano, luego hacia Europa o Estados Unidos. "No tengo pruebas tangibles, pero como era Ministro de Defensa sabía cosas. Conozco a gente que fue transportista para Rifaat. Sé que hacía también la circulación de droga, del 'captagon', de la heroína y cocaína", dijo el exministro.

A todo ello hay que sumar que en la década de 1980 el propio Rifaat creó junto con su primo hermano Namir el grupo paramilitar leal al gobierno llamado 'Shabiha'. Originariamente se concentraron en la región mediterránea de Siria para controlar el contrabando a través de los puertos de la zona. De acuerdo con la versión aportada por más testigos, Rifaat creó estas milicias mediante el entrenamiento de paracaidistas y logró que llegaran a cometer todo tipo de atrocidades, violaciones, robos y agresiones. Incluso expuso que en ocasiones este grupo criminal actuó  juntamente con las Brigadas de Defensa, siempre bajo las órdenes del exdirigente sirio. 

Tras ello, Rifaat acabó abandonando Siria rumbo a España no sin antes "depredar" grandes cantidades del Tesoro sirio. En concreto se fue con 300 millones de euros; 200 simulados en gastos de presidencia y 100 obtenidos mediante préstamo de Libia, lo que hizo que aumentara exponencialmente la deuda pública del país. Ya en España comenzó adquiriendo plazas de garaje en la Costa del Sol pero en poco tiempo logró hacerse con medio millar de propiedades que tendrían un valor de 695 millones de euros. "La clave del éxito" de esta presunta organización criminal, según el juez, fue la "perfecta coordinación" de todos ellos siendo Rifaat el 'patriarca' y sus hijos los vehículos a través de los cuáles logró desviar todas estas cuantías a sociedades pantalla actuando, por tanto, en calidad de testaferros.

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