Sarkozy y Merkel exhiben su admiración mutua y alertan de la crisis europea

  • Nicolas Sarkozy y Angela Merkel exhibieron hoy, en una entrevista conjunta en las televisiones públicas francesa y alemana, una admiración que confesaron mutua y señalaron que la crisis europea coloca a sus dos países en una situación histórica única.

París, 6 feb.- Nicolas Sarkozy y Angela Merkel exhibieron hoy, en una entrevista conjunta en las televisiones públicas francesa y alemana, una admiración que confesaron mutua y señalaron que la crisis europea coloca a sus dos países en una situación histórica única.

Interrogados en hora de máxima audiencia el mismo día en que ambos presidieron en París un nuevo consejo de ministros conjunto, Sarkozy y Merkel mostraron sintonía en sus objetivos aunque reconocieron que existen diferencias y que sus países tienen que aprender el uno del otro.

"Estamos aquí como jefes de Estado", declaró seria Merkel interrogada sobre si su visita a París puede interpretarse como un apoyo a una candidatura a la reelección que Sarkozy aún no ha confirmado, ni este quiso validar en esta ocasión.

"Pertenecemos a la misma familia política, es natural", admitió la canciller, sin precisar si participará en la campaña activa de Sarkozy por la reelección en los comicios presidenciales de abril y mayo próximos.

Pero no se pronunció sobre por qué rehúsa a recibir al candidato socialista a la jefatura del Estado en Francia, François Hollande, quien hoy mismo intervino en esta polémica diciendo que lo que de verdad le importa no es que le reciban en Berlín, sino que le voten los franceses.

En un formato similar al que Sarkozy y el presidente estadounidense, Barack Obama, eligieron para presentarse ante los franceses el pasado noviembre, ambos dirigentes mostraron las debilidades y fortalezas de sus respectivos países.

Si Merkel reconoció la potencia comercial germana, admitió a renglón seguido las ventajas del modelo francés en materia de política de apoyo a la familia, y Sarkozy se mostró por su parte orgulloso de que la canciller considere ese aspecto de Francia como "formidable" y rindió tributo al músculo exportador germano.

Los dos estuvieron de acuerdo en que Europa ha estado -hablaron en pasado- al borde del abismo y Sarkozy fue quien recordó la historia común de enfrentamientos entre los dos países, que dejó un siglo XX lleno de muerte y sufrimiento a ambos lados de la frontera común.

Merkel no quiso entrar en el debate de si un nuevo presidente francés de signo político opuesto al suyo pueda ni deba exigir una revisión de la reciente reforma adoptada por la mayoría de los países de la Unión Europea (UE).

Pero la canciller si se remitió a la historia del traspaso de poderes entre sus predecesores y aludió a la continuidad y al respeto de los compromisos asumidos incluso por jefes de Gobierno de orientación política distinta como garantía de eficacia.

En cualquier caso, interrogada por la intención de Hollande de acudir a Berlín nada más ser elegido nuevo presidente francés -si vence en los comicios- para renegociar la reforma del Tratado de la UE, Merkel defendió la cualidad de ésta.

"El pacto no es nefasto para el crecimiento", alegó la canciller al insistir en que la disciplina fiscal exigida por la reforma no es incompatible con el estímulo que necesita la economía europea para salir de la situación de crisis que atraviesa.

Sarkozy, que esquivó la ocasión planteada en la entrevista para declararse candidato -recordó que su antecesor socialista, François Mitterrand, no lo anunció antes de cuando él se intuye que lo hará, es decir, en marzo próximo- aprovechó la ocasión para rechazar que la crisis obligue a una renuncia de la soberanía de su país.

"Europa es el ejercicio común de la soberanía", proclamó el presidente, quien calificó de "error" el que cometen quienes afirman que los Estados la ceden a las instituciones comunitarias al aceptar reformas del Tratado como la recién adoptada.

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