Santiago de Chile.- El arzobispo de la ciudad chilena de Concepción, Ricardo Ezzati, que ejerce como "facilitador" entre los comuneros mapuches en huelga de hambre y el Gobierno, aseguró hoy que "se está caminando" en la resolución del conflicto, aunque hay varios obstáculos que entorpecen el camino.
"Se está caminando, sin duda alguna el camino no es fácil, hay varias piedras grandes que se encuentran en el camino, pero lo más fundamental hasta el momento sigue siendo el proceso de diálogo", dijo Ezzati a Radio Cooperativa.
Los 35 mapuches decidieron este viernes continuar con su ayuno, que veinte de ellos cumplen desde hace 75 días, tras rechazar la propuesta del Gobierno de recalificar las querellas contra ellos que actualmente se tramitan bajo la ley antiterrorista para someterlas a la ley común.
La propuesta fue expuesta durante el encuentro que el subsecretario de la Presidencia, Claudio Alvarado, sostuvo ayer en la ciudad sureña de Concepción con Natividad Llanquileo, portavoz de los mapuches, el abogado Adolfo Montiel y el arzobispo Ricardo Ezzati.
El religioso negó que Héctor Llaitul, líder de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM) y que se mantiene en ayuno en la cárcel El Manzano de Concepción, impidiera llegar a un acuerdo para deponer la huelga de hambre, como aseguran algunos medios locales.
Ezzati, que ayer se reunió con Llaitul en el centro penitenciario, aseguró que el encuentro "fue para buscar acercar más todavía a las partes y buscar realmente que el diálogo se pudiera efectuar con propuestas muy claras".
Por otra parte, el ministro de Planificación, Felipe Kast, sostuvo hoy que la mesa de diálogo que el Gobierno instaló este viernes con dirigentes de comunidades mapuches, sin la presencia de representantes de los huelguistas, es "un primer paso" para "reconstruir confianzas" con los pueblos indígenas.
"El Gobierno tuvo la posibilidad de expresarle a los 'loncos' (dirigentes), que representaban a más de 350 comunidades, todas las acciones que se están avanzando y las conversaciones que se tienen para lograr el objetivo que todos queremos, que entre otras cosas (...) es que los comuneros depongan la huelga de hambre", dijo Kast a Radio Cooperativa.
La reunión, que se prolongó durante seis horas y estuvo rodeada por un fuerte despliegue policial, estuvo centrada en el denominado Plan Araucanía y en las demandas de este pueblo indígena.
Las autoridades y los indígenas acordaron reunirse dentro de cuatro semanas de nuevo en el cerro Ñielol de Temuco, a 672 kilómetros al sur de Santiago.
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