Clave en la negociación con ERC

Salvador Illa, el hombre detrás del pacto con ERC, al frente de la Sanidad española

Salvador Illa, nuevo ministro de Sanidad
Salvador Illa, nuevo ministro de Sanidad
Europa Press

El hombre fuerte de Miquel Iceta ha aterrizado en el Ministerio de Sanidad. El nombramiento de Salvador Illa al frente de la cartera que hasta hoy ocupaba María Luisa Carcedo, ha sorprendido a la comunidad sanitaria en la misma medida en que ha congratulado a sus compañeros del PSC del que, desde hace más de tres años, es secretario de Organización. El nuevo titular de la cartera de Sanidad ha sido una de las sorpresas del 'goteo' de ministros de este viernes, en gran medida debido a su falta de experiencia en la gestión del entorno sanitario, aunque su papel ha sido crucial en las negociaciones con los grupos catalanes que allanaron el camino de Pedro Sánchez hacia la Moncloa. Illa, que goza de la máxima confianza de Iceta, jugó un papel determinante como parte del equipo negociador socialista en las conversaciones con ERC, la CUP y JxCat.

Illa no se caracteriza por el carisma de su jefe, aunque sus más allegados aseguran que lo compensa con una gran capacidad para escuchar y trabajar en equipo. Su capacidad diplomática ha quedado sobradamente avalada. Uno de los pactos más sonados en el reciente vaivén de la política es el de los socialistas con JxCat en el agitado marco de la Diputación de Barcelona, pero no es el único. Illa también está detrás de los últimos acuerdos con ERC, los comunes, Ciudadanos e incluso con la CUP. Quizá sea precisamente esa cualidad de pasar desapercibido la que le ha permitido exprimir, explotando ese juego de alianzas con grupos de todas las siglas, los modestos resultados que el PSC ha atesorado en el último ciclo electoral.

El socialista, nacido en La Roca del Vallès (Barcelona) en 1966, ha ido ganando peso en el PSOE donde acumula casi 25 años de militancia y un exitoso liderazgo como secretario de organización del PSC que preside Miquel Iceta, quien no ha dudado en felicitarlo por su nombramiento con un efusivo "¡Adelante, Salvador! ¡Adelante, socialistas!", que ha acompañado con una imagen del libro 'La construcción de un éxito. Así se hizo nuestra sanidad pública', de Juli de Nadal, un símbolo que para Iceta implica el compromiso de seguir "siendo fieles al legado" de Ernest Lluch, asesinado por ETA en el año 2000, quien también fue responsable de la cartera de Sanidad.

"Si hay voluntad sincera de llegar a acuerdos, se llega", es una de las máximas de Illa y una de sus hojas de ruta, tal y como demuestra su logro más reciente. El barcelonés fue clave para conseguir, junto a los negociadores del PSOE Adriana Lastra y José Luis Ábalos, la abstención de ERC para la investidura de Pedro Sánchez. A la hora de negociar, Illa asegura que el secreto para alcanzar todos estos pactos es dar autonomía a los negociadores locales y no intentar monitorizarles desde la dirección del partido. Puede que por todo ello, el nuevo miembro del Gobierno de coalición fuese uno de los más ovacionados en el último congreso del PSC, sobre todo cuando se hizo referencia a cómo, bajo su batuta, el partido había logrado unificarse y recoser las heridas que les infligió el "procés" en sus primeros compases.

De la facultad de Filosofía a la Generalitat

Licenciado en Filosofía por la UB y MBA por la escuela de negocios IESE, no siempre ha sido fontanero de partido, sino que también tiene una larga experiencia de gestión. Sus primeros pasos políticos los dio en el ámbito municipal, primero en La Roca del Vallès y después en el Ayuntamiento de Barcelona, donde dirigió la gestión económica del último tramo del mandato de Jordi Hereu, para coordinar posteriormente el grupo socialista en la oposición.

También fue director general de gestión de infraestructuras del Departamento de Justicia de la Generalitat durante el tripartito que presidió José Montilla, entre 2005 y 2009. El cargo que ha ocupado durante más tiempo, entre 1995 y 2005, fue la alcaldía de su ciudad natal, a la que accedió de forma accidental cuando el número uno de la lista del PSC, Romà Planas, falleció de un aneurisma cuatro meses después de tomar la vara.

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