Seguridad sin precedentes en Madrid para las campanadas de fin de año

  • El ayuntamiento de Madrid desplegará este jueves un dispositivo de seguridad "especial" para la fiesta de bienvenida del nuevo año en la plaza de la Puerta del Sol, limitando por primera vez el número de asistentes.

"Este año, por primera vez, se limita el aforo a una ocupación máxima de la Puerta del Sol durante las campanadas a 25.000 personas (una media de 2,6 personas por metro cuadrado)", anunció este jueves el consistorio en un comunicado.

Esta es una de las principales medidas del dispositivo de seguridad para "dar respuesta a posibles incidencias" en la celebración del fin de año en el centro de Madrid, en el que participarán un total de 600 efectivos entre policías y miembros de los servicios de emergencia.

El comunicado del consistorio no habla de ninguna amenaza ni temor concreto, aunque el país se encuentra en nivel 4 de alerta antiterrorista, de un total de cinco.

El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, admitió que la situación es excepcional, al anunciar que 40.000 policías y guardias civiles vigilarán los festejos por toda España, aunque rechazó que haya una amenaza concreta.

"Toda la comunidad internacional está amenazada (aunque) no quiere decir que haya motivos para especial alarma ni para un terror exacerbado", dijo el ministro en la radio Cadena Ser, asegurando que "la situación de Bélgica no tiene nada que ver o es muy distinta a la de España".

La Puerta del Sol, en el corazón de Madrid, puede acoger normalmente a cerca de 40.000 personas.

Las autoridades madrileñas evacuarán totalmente la plaza tres horas antes de las doce de la noche para luego volver a dejar entrar a la gente solamente por cuatro de sus ocho entradas y tras pasar dos filtros de seguridad.

"Se va a hacer un control más exhaustivo" que otros años, dijo a la AFP una portavoz del ayuntamiento madrileño.

Habrá un cinturón exterior donde se efectuarán cortes de tráfico y se canalizará a la gente hacia las entradas indicadas, en las que se procederá a un segundo control en el que se registrarán mochilas y bolsos.

Además, se harán "cacheos corporales superficiales" para evitar que entren en la plaza "petardos, bengalas, vidrios y objetos contundentes que puedan ser utilizados como elementos arrojadizos y comprometer la seguridad de los asistentes".

En este segundo control también se llevará a cabo un conteo de la gente que va entrando hasta llenar el aforo, momento en que se cerrará el acceso a la plaza.

Cada año, miles de personas se congregan en la Puerta del Sol para dar la bienvenida al nuevo año comiendo las tradicionales doce uvas siguiendo las campanadas del gran reloj que corona la Casa de Correos, sede de la presidencia del gobierno regional madrileño.

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