Seis meses de cárcel para el "número dos" del expartido oficialista marfileño

  • Laurant Akoun, el "número dos" del Frente Patriótico Marfileño (FPI), antiguo partido gobernante de Costa de Marfil, fue condenado hoy a seis meses de cárcel por "alteración del orden público".

Abiyán, 31 ago.- Laurant Akoun, el "número dos" del Frente Patriótico Marfileño (FPI), antiguo partido gobernante de Costa de Marfil, fue condenado hoy a seis meses de cárcel por "alteración del orden público".

Akoun, que ejerce de secretario general y portavoz del FPI, fue sentenciado en un tribunal de Abiyán, capital económica del país africano, durante una vista que duró unas cinco horas.

La Fiscalía había pedido cinco años de prisión para el dirigente del FPI, aliado del expresidente marfileño Laurent Gbagbo, aunque el juez desestimó esa petición.

Akoun fue detenido el pasado domingo por la Gendarmería en la localidad de Adzopé, a 100 kilómetros de Abiyán, después de asistir a un mitin político en un poblado vecino.

Las autoridades acusaron al secretario general del FPI de incitar al desorden público cuando pronunció un discurso el pasado 22 de agosto, pocas horas después de que fuera atacada la sede del partido, incidente en el que resultaron heridas dos personas.

En ese discurso, Akoun denunció el clima de inseguridad y de terror instalado en Costa de Marfil por el régimen del actual presidente, Alassane Ouattara, a quien acusó de estar liderando un gobierno con "tintes totalitarios".

La detención de Akoun es la última de una serie de arrestos de miembros del anterior Gobierno marfileño, presidido por Gbagbo.

El arresto del portavoz del FPI ocurrió una semana después de que fuera detenido Alphonse Douaty, secretario adjunto de ese partido, a quien se le acusó de atentar contra la seguridad del Estado.

Estas detenciones han tenido lugar después de varios ataques contra el Ejército y la Policía que las autoridades marfileñas atribuyen a seguidores de Gbagbo.

Costa de Marfil está aún sumida en un complicado proceso de reconciliación tras la violencia que siguió a las elecciones del 28 de noviembre de 2010.

En esos comicios, Gbagbo no reconoció su derrota pese a que Ouattara fue declarado vencedor, lo que provocó una crisis de cinco meses que enfrentó a fuerzas leales a uno y otro político.

Al menos 3.000 personas murieron, otras 32 están desaparecidas y 500 fueron detenidas de forma arbitraria en actos de violencia posteriores a los comicios, según la Fiscalía de la Corte Penal Internacional (CPI).

Detenido el 11 de abril de 2011, Gbagbo fue trasladado el pasado 29 de noviembre a la CPI, donde se le imputan cuatro cargos de lesa humanidad, entre ellos violaciones, asesinatos y persecuciones dirigidas contra partidarios de Ouattara.

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