Senador hijo del asesinado Luis Carlos Galán piensa en la Presidencia en 2018

  • El senador colombiano Juan Manuel Galán buscará el próximo domingo su tercer y último mandato como legislador porque en las elecciones de 2018 le gustaría ser candidato a la Presidencia como su padre, el asesinado líder liberal Luis Carlos Galán.

Ovidio Castro Medina

Bogotá, 7 mar.- El senador colombiano Juan Manuel Galán buscará el próximo domingo su tercer y último mandato como legislador porque en las elecciones de 2018 le gustaría ser candidato a la Presidencia como su padre, el asesinado líder liberal Luis Carlos Galán.

El político de 41 años dijo en una entrevista con Efe que su objetivo inmediato es renovar su mandato como senador y dentro de cuatros años disputar la nominación presidencial del Partido Liberal en una consulta popular.

"A mí me gustaría estar en esa consulta del 2018 del Partido Liberal", subrayó.

Galán dijo que uno de sus posibles rivales en esa aspiración puede ser el exministro Germán Vargas Lleras, líder del partido Cambio Radical y actual compañero de fórmula del presidente Juan Manuel Santos para la reelección.

Vargas Lleras comenzó su vida política en el Partido Liberal, justamente de la mano de Luis Carlos Galán, pero muchos años después pasó a las filas de Cambio Radical, por lo que Juan Manuel Galán no descarta que vuelva a las filas liberales, como en su momento lo hizo su padre.

"Yo creo que eso puede pasar si se dan unos acercamientos entre el Partido Liberal y Cambio Radical en estos cuatro años. Eso sería el resultado natural", dijo Galán, quien asegura que en ese sentido se han dado "aproximaciones frustradas" porque Vargas Lleras "ha estado interesado en mantener a Cambio Radical" que hace parte de la coalición de Gobierno.

Galán considera que "el precio a pagar" por Vargas Lleras para regresar al Partido Liberal sería la disolución de Cambio Radical, el mismo que pagó su padre en 1987 cuando para conseguir la unidad liberal y poder disputar la nominación a la Presidencia en una consulta popular, disolvió el Nuevo Liberalismo, movimiento disidente fundado por él ocho años antes.

Luis Carlos Galán tenía entonces todo el favoritismo para ganar las elecciones presidenciales de 1990, pero fue asesinado por los carteles de las drogas el 18 de agosto de 1989.

En su opinión, de concretarse ese regreso, y si Vargas Lleras quiere ser el candidato liberal a la Presidencia en 2018, "le tocaría someterse a esa consulta" interna del partido en la que también aspira a estar el propio Galán.

"Cuando se abra de nuevo la competencia política, me parece que lo lógico es que el partido haga una consulta popular en donde haya unos precandidatos de varias tendencias del partido que compitan por la candidatura y sería muy bueno tener al doctor Vargas Lleras compitiendo en esa consulta", afirmó a Efe.

Mientras llega ese momento, Galán prefiere concentrarse en su trabajo como senador si el domingo es elegido para un tercer mandato.

Galán, que ha promovido debates en el Congreso como el de las ejecuciones extrajudiciales de civiles por parte de militares, muestra entre sus logros una ley que permite que los drogadictos sean tratados como pacientes en el sistema de salud y otra para la implantación de un software gratuito para facilitar el acceso a la internet de personas con discapacidad visual.

Sobre el Congreso del próximo cuatrienio, el senador considera que la labor legislativa será "la más importante en los últimos 50 años en Colombia porque está el proceso de paz".

Los congresistas, según Galán, tendrán que estudiar el marco de la justicia transicional, piedra angular del proceso de paz que lleva a cabo el Gobierno con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en Cuba.

En su opinión, no debe haber beneficios para los culpables de delitos consignados en el Estatuto de Roma como desplazamiento forzado, violencia sexual, crímenes de lesa humanidad, tortura y ejecuciones extrajudiciales.

"Todo eso debe quedar excluido de la justicia transicional", dice Galán, quien considera que "si las FARC reconocen a sus víctimas" y se constituye una especie de "Comisión de la Verdad" con reparación para ellas puede haber unos acuerdos en el sentido de "renunciar a una parte de la justicia".

Reconoce, en todo caso, que como las FARC han manifestado abiertamente que no están dispuestas a pagar penas de cárcel "ese va a ser un punto difícil de zanjar porque se debe tratar con el mismo rasero a quienes desde el Estado han cometido esos delitos y los que los han cometido desde la orilla de la guerrilla".

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