Un septuagenario de Quiroga (Lugo) acepta dos años y medio de prisión por abusos sexuales a una menor

Así, en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Lugo se llegó a conformidad por parte del fiscal, que pedía inicialmente cuatro años, y la defensa en esta causa.

Además, el hombre condenado, Ricardo Álvarez Núñez, no podrá aproximarse a la víctima a menos de 200 metros en los próximos cinco años y medio, según se ha acordado.

Los hechos sucedieron en agosto de 2015 cuando el procesado se encontró con la menor y su abuela, a la que conocía por residir en el mismo municipio, y las acompañó a una zona verde. Una vez allí y después de que la abuela se "desplazara" y con "ánimo libidinoso", según la acusación, abusó de la niña, a la que sentó en sus piernas y empezó a besarla, y acariciarle "con sus manos las nalgas". Unos jóvenes que se encontraban en el lugar grabaron la escena.

Fuera de la sala, el procesado asumió la condena. "No queda más remedio", ha aseverado, al tiempo que repetía que lo había hecho "sin mala intención". Según relató, conocía a la abuela "y algunos días venía la niña", que en el momento de los hechos contaba con siete años. "Y yo tenía un móvil y ella lo cogía y siempre que venía decía: déjame el móvil", ha recordado. "Y yo se lo dejaba", ha apostillado.

El septuagenario ha precisado que, en el momento de los hechos, esa mañana, estaban en una "plaza". "La abuela se retiró y la niña quedó conmigo, no había nadie más, solo los chavales que sacaron la foto porque se estaban riendo y eran los únicos que estaban en la plaza", ha recordado.

Seguidamente narró que la menor "se sentó" encima de sus piernas. "Y me abrazó y yo sin mala intención la besé en la boca", ha admitido ante los periodistas.

ENTRAR EN PRISIÓN

Su abogado, José Francisco Núñez, ha confirmado que tendrá que ingresar en prisión. "Tiene 77 años, pero tendrá que ingresar y después haré las gestiones para que salga (en función de la avanzada edad)", ha aclarado.

"En realidad hemos querido la conformidad porque ir a juicio era montar otro escándalo", ha alegado finalmente el defensor, que ha negado que su cliente fuera un "pederasta".