Sequía, impuestos y elecciones amenazan con subidas en el precio de la electricidad

  • El 1 de abril volverá a aplicarse el impuesto del 7% a la generación que el Gobierno suspendió en octubre de 2018 para contener las subidas.
Gráfico hidroeléctricas.
Gráfico hidroeléctricas.

La tregua en los precios de la electricidad se acaba. La sequía, la vuelta del impuesto a la generación del 7% tras seis meses de suspensión y la coyuntura electoral pueden disparar los precios de la luz en los próximos meses tras un año de calma. El invierno cálido ha sujetado la demanda, lo que unido a la mayor importación de electricidad barata ha situado los precios prácticamente al nivel de principios de 2018 (en torno a los 54 euros MWh en febrero). En marzo, los precios están incluso más bajos, en torno a los 42 euros MWh. Pero vienen curvas.

El elemento más preocupante, explica Jorge Morales, empresario y experto en el sector eléctrico, es la amenaza de sequía. Los últimos datos de Red Eléctrica de España (REE) sitúan las reservas hidráulicas en el 47,8%. Son 17,5 puntos porcentuales más que en el mismo mes de 2018, pero todo apunta a que 2019 puede ser un año seco, como lo ha sido febrero, lo que tendrá impacto sobre los precios a medio plazo.

Las empresas lo saben. Iberdrola -la mayor propietaria de centrales hidroeléctricas- y Endesa prevén en sus planes estratégicos una subida de los precios en el mercado mayorista: de una media de 50 euros MWh que pronosticaban hace solo un año a 55 euros el MWh en los próximos cinco años. El mercado de futuros que gestiona OMIP da la razón a las empresas: prevé precios por encima de los 52 euros MWh y hasta los 58 euros Mwh a partir de junio de este año. El mercado eléctrico mayorista supone el 35% del recibo de la luz para la mayoría acogida a la tarifa regulada (PVPC), lo que implica subidas. Malas noticias a los usuarios.

Escalada alarmante

También es una mala noticia la vuelta, a partir del 1 de abril, del impuesto a la generación. El Gobierno de Pedro Sánchez lo suspendió en octubre para frenar la alarmante escalada de los precios de fin de año. La suspensión del impuesto del 7% formó parte de una batería de medidas que debían contener la subida de la luz. Con ese fin se rebajó en 40 millones la factura a las industrias vascas y se impulsó el cambio de los hogares a tarifas de discriminación horaria, más baratas. Además, el Gobierno congeló, por quinto año consecutivo, los peajes eléctricos, que pesan en torno a un 40% en el recibo que pagan los 11,5 millones de hogares acogidos a la tarifa regulada.

Gráfico evolución precios.
Gráfico evolución precios.

Ahora, el impuesto vuelve. Sin presupuestos y en plena convocatoria electoral, el Ejecutivo no puede mantener su suspensión, según explicó la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera. Para el consumidor de a pie supondrá una subida en el recibo de entorno al 3%, según señalan los expertos. Lo que suceda con el impuesto eléctrico dependerá del resultado de las elecciones. Lo que sí se sabe ya es que el conjunto de medidas de contención aprobadas desde octubre suponen un agujero estimado en el sistema eléctrico de 455 millones, que se cubrirá con el superávit acumulado en el sistema en los últimos años -más de 1.000 millones-.

Además de los impuestos y la sequía, hay otros elementos de peso para la factura. Uno de ellos, el precio de los derechos de emisión del CO2, que se traslada a los mercados de electricidad y de gas. Desde comienzo de año, los precios del CO2 se sitúan entre los 21 y los 23 euros por tonelada. Hace un año, el precio de la tonelada de CO2 se situaba entre los 8 y los 11 euros. La mitad.

Impacto en el bolsillo

Las perspectivas para el bolsillo de los usuarios no son buenas. Hay otro factor que tampoco ayuda a contener la luz: las elecciones. Con todos los focos en la batalla política, la presión sobre los precios puede pasar desapercibida. En todas las elecciones celebradas -marzo de 2008; noviembre de 2011;diciembre de 2015 y junio de 2016- ha habido movimientos -antes o durante las semanas más cercanas a la cita electoral- que han empujado los precios al alza.

En 2008 hubo subidas en enero y en febrero; en 2011 los precios directamente se dispararon en noviembre, el mes de las elecciones; en 2015 se registraron aumentos de octubre a diciembre y en 2016, con las elecciones convocadas para junio, hubo subidas desde el mes de abril. Las fuentes consultadas en la CNMC y en el mercado aseguran que no se pueden vincular elecciones y subidas de precios en un mercado que se ha encarecido año tras año.

Pero hay analistas que sí ven ese vínculo en un mercado que registra precios al alza desde hace décadas. Nadie discute la gran subida. Según la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC), para el consumidor medio doméstico la electricidad se encareció un 83,2% desde 2003 hasta los nueve primeros meses de 2015. En el mismo periodo -enero 2003 a septiembre de 2015- el índice de precios al consumo (IPC) fue del 28,8%. Tres veces menos.

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