En una entrevista a la televisión estatal serbia, RTS, Vucic recordó que el invierno se acerca e invitó a su conciudadanos a expresar su "solidaridad y tolerancia" con los refugiados.
"Debemos prepararnos para este invierno. Tras el 15 de septiembre, los refugiados que permanecían en Serbia entre dos y tres días lo harán durante mucho más tiempo, entre cinco y diez días, y debemos estar preparados para esta nueva realidad", dijo.
Serbia "no perderá absolutamente nada" por ayudar a los refugiados, insistió el primer ministro, quien desestimó la construcción de "muros" para impedir la entrada de migrantes a su país, como se plantea en Macedonia y Hungría.
En este sentido, el gobierno húngaro ha adoptado una serie de medidas, que entrarán en vigor el 15 de septiembre, para volver su frontera con Serbia lo más infranqueable posible para los migrantes irregulares.
Budapest prevé especialmente la posibilidad de desplegar el ejército en su frontera y penas de hasta tres años de prisión para quienes atraviesen de manera irregular la alambrada construida a lo largo de los 175 kilómetros de frontera con Serbia.
Más de 175.000 migrantes, procedentes mayoritariamente de Oriente Medio, entraron este año en Hungría en su mayoría desde Serbia con el objetivo de continuar su viaje hacia el oeste de Europa.
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