Sergio Morate, condenado a 48 años por los asesinatos de Laura y Marina

  • La Audiencia de Cuenca acogió seis sesiones de un juicio donde decenas de testimonios y pruebas fueron puestos a disposición del jurado.
Fotografía de Sergio Morate durante el juicio de Cuenca
Fotografía de Sergio Morate durante el juicio de Cuenca
EFE

La Audiencia Provincial de Cuenca ha condenado a 48 años de cárcel a Sergio Morate al considerarle autor de los asesinatos de Laura del Hoyo y Marina Okarinska en la capital conquense en el verano de 2015. Así lo ha dado a conocer este martes el presidente del Alto Tribunal, José Eduardo Martínez Mediavilla, en lectura pública de la sentencia desde la sede judicial.

El jurado ha considerado probado que Morate, que ya había sido condenado por sentencia firme en 2008 por un delito de detención ilegal y amenazas en el seno de la violencia de género, mantuvo durante cuatro años y hasta el mes de marzo una relación con Marina Okarinska. Una vez que Marina puso fin a la relación, dicha decisión no fue asumida por el acusado, y se gestó desde entonces la idea de poner fin a su vida.

Tras regresar Marina el 3 de junio de 2015 a Cuenca, se puso en contacto con el acusado para ir al que había sido el último domicilio de la pareja a recoger enseres de su propiedad. En ese momento, se inició la ejecución del plan de matarla y de deshacerse de su cadáver, abasteciéndose en los últimos días del mes de julio de los efectos necesarios para llevar a cabo su idea y pidiendo prestado un coche para ello.

Con todo preparado para acabar con la vida de Marina, hacia las 17.00 horas del 6 de agosto de 2015, el acusado llamó a Marina, y le pidió que acudiera al domicilio que habían compartido para recoger sus enseres.

Tras la llamada, y ante el temor que sentía por el carácter violento de Sergio, solicitó a su amiga Laura que le acompañara. Una vez juntas, hacia las 17.25, se personaron juntas a la casa donde esperaba Morate. A la llegada de las dos chicas, se considera probado que el acusado procedió a cerrar la puerta desde dentro con llave, para evitar que pudieran salir del mismo.

Una vez cerrada la puerta, el acusado propinó a Marina de forma inesperada y sorpresiva un fuerte golpe en la cabeza, del que la chica quedó seminconsciente y sin posibilidad de defensa, tras lo que le colocó una brida de plástico alrededor del cuello, apretando hasta acabar con su vida por asfixia.

Ante los hechos, Laura intentó salir del domicilio, e inició un forcejeo con Sergio, en el transcurso del cual le propinó el acusado un puñetazo en el pómulo. Con la clara finalidad de no dejar testigo para no ser descubierto, le apretó el cuello hasta matarla.

Una vez muertas, Sergio trasladó los cadáveres hasta el paraje El Bodegón de la localidad de Palomera, que fueron descubiertos seis días después semienterrados y cubiertos de cal. 

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