Según Garrido, han sido entre 25 y 30 los trabajadores que la universidad ha dedicado "expresamente" a limpiar la basura generada tras el botellón, que tradicionalmente celebran los jóvenes el último jueves de abril.
Estos trabajadores, que "diariamente se dedican a labores de cuidado de los jardines", se han ocupado de limpiar todas las zonas de césped afectadas y han tardado entre seis y siete horas en completar la recogida, para la que también han sido necesarios cinco vehículos.
En la jornada de ayer se colocaron 40 contenedores "extraordinarios" en previsión de la cantidad de basura que se generaría y, además, se realizó un acuerdo con Ecoembes, que "proporcionó bolsas amarillas para el reciclaje".
Sin embargo, el delegado ha afirmado que "se han utilizado poco los contenedores" y que estos residuos se han encontrado "sin ningún tipo de separación que permita un posterior reciclaje".
En las labores de limpieza ha colaborado de forma puntual el Ayuntamiento de Madrid. Concretamente, con la recogida de residuos en las calles, mientras que la limpieza interior de los parques y los jardines ha corrido a cargo de la UCM.
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