Sólo en Europa hay alrededor de 7.000 especies de setas. El 1% son tóxicas y poco menos del uno por mil, mortales. La probabilidad de fallecer como consecuencia de la ingesta de setas no parece, por tanto, demasiado alta, pero dada su popularidad en nuestra mesa y la dificultad para diferenciar unas de otras, el número de casos es significativo: unas 30 muertes al año solo en España y unas 300 intoxicaciones.
Estas son las setas venenosas más comunes en nuestros bosques:
1. Amanita Phalloides
La cicuta verde, como se la conoce vulgarmente, es la responsable de la mayor parte de los casos de intoxicación por hongos en nuestro país. Su veneno es tan potente que puede provocar la muerte tras la ingesta de un solo ejemplar.
La reina de la especie de las 'Amanitas' crece durante toda la estación micológica (septiembre a febrero), en todo tipo de bosques y a lo largo y ancho de toda la península, desde la costa hasta la montaña.
El veneno de la 'Amanita phalloides' ataca a las células del sistema nervioso central, hígado o músculos destruyéndolas, y sus efectos aparecen entre seis y 12 horas después de su ingesta. Los síntomas más frecuentes son náuseas y vómitos, diarrea sanguinolenta, cólicos... Cuando aparecen, algunos órganos han sufrido ya daños importantes, por lo que es esencial acudir al hospital lo antes posible.
2. Amanita Muscaria
La matamoscas tiene la virtud de paralizar a los insectos que entran en contacto con ella, de ahí su apodo. Es una seta llamativa, en la que, según la literatura fantástica, viven los gnomos, que puede confundirse fácilmente con otras, como la oronja.
Igual que la phalloides, la 'Amanita muscaria' crece en entornos muy variados, en todas las cotas y asociada a las raíces de los árboles, normalmente, hayas, pinos negros o abedules. Aparece a finales de verano y principios de otoño en toda España.
Su veneno tiene un efecto principalmente neurotóxico de consecuencias graves aunque no necesariamente mortales. Además, es tóxica para el intestino y el hígado, y tiene propiedades alucinógenas. Los síntomas que provoca son gastrointestinales (vómitos, cólicos, etc.) y se manifiestan unas dos horas despúes de su ingesta.
3. Falso níscalo
El lactarius Torminosus. Es el níscalo falso por el estrecho parecido que guardan ambas especies. Es común en las comarcas de montaña, sobre todo en la Cerdaña, el Ripollès y la Garrotxa.
Ocupa la parte más baja de la escala de peligrosidad ya que su toxicidad se limita a provocar pequeños trastornos gastrointestinales. Los síntomas aparecen poco después de su consumo (entre 15 minutos y tres horas). Crece desde verano hasta otoño siempre cerca de los abedules.
4. Boletus Satanás
Este hongo de grandes dimensiones es menos peligroso de lo que anuncia su nombre. La seta de Satanás no es, como se creía antiguamente, letal, pero sí provoca cierta toxicidad.
Suele crecer en los claros de los bosques junto a las raíces de encinas, hayas y robles. Es poco común pero suele crecer siempre en las mismas zonas, principalmente en la zona de media altura de las montañas o en las partes más altas de la tierra baja.
Su veneno resulta especialmente tóxico cuando se consume cruda, e indigesto una vez cocinada. Produce trastornos gastrointestinales con vómitos y diarreas, que se manifiestan poco después de su consumo.
6. Cortinarius
Forman parte de este género la 'Cortinarius orellanus', la 'Cortinarius speciosissimus' o la 'Cortinarius cinnamomeus' (en la imagen). Son poco comunes y crecen en bosques de árboles de hoja caduca o en pinares y son difíciles de confundir con especies comestibles.
Generalmente no son setas comestibles. La mayoría son de mal sabor o indigestas. Algunas de estas setas son muy tóxicas, en especial el 'C. orellanus', frecuentemente mortal. Sus síntomas se manifiestan días después de su consumo, incluso semanas. Provocan cansancio, sed intensa y sequedad de boca, pérdida de apetito, dolor de cabeza y alteraciones renales y hepáticas.
6. Champiñón silvestre venenoso
Agaricus xantoderma (champiñón amarilleante), perteneciente al grupo de los populares champiñones. Carne blanca, que amarillea al corte, de olor fuerte a tinta, iodo o fenol y sabor desagradable.
Se trata de una especie tóxica, capaz de producir en quienes la consumen intoxicaciones de tipo resinoide o gastrointestinal, que se caracteriza por la aparición de diarreas y vómitos.
7. Tricholoma Equestre
También conocida como la seta de los caballeros. Es una especie habitual en pinares a lo largo del otoño, puede producir envenenamiento por consumo reiterado.Tradicionalmente se ha considerado comestible, pero en los últimos años ha producido intoxicaciones con afectación muscular, alguna con desenlace fatal.
Esto ha llevado a que varios países prohíban su comercialización. Estudios más recientes señalan que tales intoxicaciones pueden deberse a una ingesta masiva y a las características individuales de los afectados, más que a una toxicidad específica. No obstante, debe tratarse como una especie mortal.
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios