Seúl pide a Pyongyang globalizar el complejo intercoreano de Kaesong

Seúl, 15 sep.- Corea del Sur instó hoy a Corea del Norte a abrir negociaciones para "globalizar" el complejo industrial de Kaesong y así blindarlo contra "decisiones irracionales" del régimen, como el cierre que causó una fuerte crisis el año pasado.

Seúl expresó nuevamente su intención de abrir Kaesong a empresas extranjeras para que el polígono industrial "cumpla con las normas internacionales, y también para prevenir decisiones irracionales de Corea del Norte", indicó a Efe una portavoz del Ministerio de Unificación surcoreano.

Mañana se cumple un año de la reapertura del único proyecto conjunto entre las dos Coreas, que tuvo lugar el 16 de septiembre de 2013 tras más de cinco meses de cierre en una de las mayores crisis entre ambos vecinos desde la Guerra de Corea (1950-53).

Corea del Norte forzó la clausura de Kaesong en abril del año pasado al retirar a sus 53 mil trabajadores del complejo, en una decisión sin precedentes que fue parte de una agresiva campaña de amenazas hacia Seúl y Washington.

El Gobierno surcoreano lamentó hoy que un año después de la reapertura todavía no haya sido posible atraer a fábricas de empresas extranjeras debido a la "falta de cooperación" de Corea del Norte, según la portavoz, a la hora de sentar las bases para la internacionalización de este parque industrial fronterizo.

Seúl ha propuesto al régimen de Kim Jong-un adaptar Kaesong a las normas internacionales suavizando las limitaciones sobre los accesos, las aduanas y las comunicaciones (por ejemplo, Corea del Norte tiende a restringir las conexiones de internet).

Así, solo una empresa extranjera (una firma alemana dedicada a la producción de agujas para maquinas de coser industriales) se aventuró el pasado junio a entrar en el polígono intercoreano, aunque solo tiene una oficina de negocios y no fabrica sus productos allí.

Kaesong, un proyecto creado durante la etapa de buenas relaciones bilaterales de los años 2000, alberga a 125 empresas surcoreanas que fabrican productos aprovechando la barata mano de obra de los empleados de Corea del Norte, cuyos sueldos apenas superan los 100 dólares al mes.