Severa crisis en el oficialismo peruano complica a Humala y a su esposa

  • La renuncia de la primera vicepresidenta del Perú al gobernante Partido Nacionalista terminó de sumir a la agrupación en una severa crisis, con una escalada de deserciones que tienen como denominador común discrepancias con la líder y esposa del presidente, Nadine Heredia.

En una carta publicada el viernes por el semanario "Hildebrant en sus trece" y dirigida a Heredia, presidenta del partido, Marisol Espinoza asegura que tomó una "decisión dolorosa" que "ha sido reflexionada considerando los años de trabajo para construir el Partido Nacionalista".

Con ello, Espinoza, la segunda autoridad al mando del país, ya no pertenece al partido de gobierno. Aunque aclaró que continuará con sus responsabilidades políticas recibidas por mandato popular.

De acuerdo con la constitución, ella debe asumir el mando presidencial cuando el gobernante permanece en el exterior o ante una incapacidad.

En las elecciones generales de Perú, los partidos presentan una formula con un candidato a la presidencia y dos a la vicepresidencia. El segundo vicepresidente, Omar Chehade, renunció en 2012, en medio de una investigación por corrupción, pero permaneció en el partido hasta inicios de este mes.

Si bien el oficialismo no confirmó la carta de Espinoza, varios de sus líderes lo hicieron tácitamente. "Gracias por todo su trabajo y lucha", escribió la legisladora y exprimera ministra Ana Jara, en su cuenta de Twitter.

La carta fue fechada el 8 de septiembre, dos días antes de vencer el plazo para que militantes de algún partido puedan renunciar para poder inscribirse en otro, si es que desean participar en los comicios generales de 2016, según recuerda el legislador oficialista Teófilo Gamarra.

Para exnacionalistas y opositores, Espinoza fue relegada y maltratada por los líderes del partido que encabeza la esposa del presidente Ollanta Humala.

Tras la elección de Humala en 2011, la clase política peruana popularizó la frase "pareja presidencial", que alude a una especie de gobierno colegiado entre el presidente y su esposa, que no ostenta cargo público. En 2013, Humala afirmó que "es mejor gobernar el país como familia que como una sola persona".

En 2014, los legisladores del gobierno apoyaron a Espinoza como candidata a la presidencia del Congreso, pero, exoficialistas recuerdan que la "pareja presidencial" optó por Ana María Solórzano.

"Nosotros sabíamos (del maltrato que recibió) durante la elección de la presidencia del Congreso. Nosotros queríamos a Marisol. Como vicepresidenta debió ser tomada en cuenta mucho más", dijo a Canal N la legisladora Claudia Coari Mamani, quien dejó el partido después del incidente.

El legislador opositor Mauricio Mulder asegura que por órdenes de Heredia a Espinoza no se le permitía usar el despacho del presidente cuando Humala viajaba.

El oficialista Gamarra, en tanto, rechaza que haya habido maltrato.

En los últimos días Espinoza mostró diferencias con decisiones judiciales que favorecían a Heredia, quien es investigada por presunto lavado de activos, al supuestamente no tener cómo justificar parte de sus ingresos y presuntos montos destinados para la campaña presidencial de su esposo.

El diario El Comercio informó el viernes que una fiscalía también investiga a Heredia por contrabando, al haber ingresado al país con compras sin declarar por 38.000 dólares, durante sus viajes oficiales, aunque su abogado dijo que ello ya se rectificó.

A inicios de año se confirmó que Espinoza fue seguida por agentes de inteligencia del gobierno, un hecho que el propio Humala deploró. La vicepresidente, junto a centenares de políticos, empresarios y ciudadanos, fueron rastreados, obligando al gobierno al cierre temporal de la dirección de inteligencia.

Una encuesta de octubre muestra una desaprobación ciudadana de 84,4% para Humala y de 82,6% para Heredia. El mandato de Humala culmina en julio de 2016.

"Ha hecho bien en quedarse como vicepresidenta, es la única que tiene Humala", comentó a la prensa el actual presidente del Congreso, el opositor Luis Iberico. "El distanciamiento es mas profundo del que se suponía" pese a que ya no está en el partido, agregó.

"Ella sigue ejerciendo como vicepresidenta. El cargo y las competencias no se las da el partido sino el pueblo. Si surgiera algún inconveniente con ella, asume el presidente del Congreso, no hay vacíos", explicó a la AFP el constitucionalista y exvicepresidente del Parlamento, Natale Amprimo.

Espinoza, al igual que Chehade, es parlamentaria, y su salida se suma a una serie de deserciones del nacionalismo en el Congreso a lo largo de los últimos cuatro años. De los 47 legisladores con los que llegaron al poder, hoy sólo cuentan con 27 y se han convertido en una minoría.

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