Aumenta el riesgo de contagio

La sexta ola, en tres entregas: las fiestas de diciembre allanan el camino al virus

El puente de la Constitución, Nochebuena y Año Nuevo presentan un escenario de riesgo con España recién instalada en un riesgo alto de contagios. cuatro comunidades rondan ya el 20% de ocupación UCI.

Un camarero escanea el código QR del certificado de vacunación de un cliente en el famoso bar Zurich de la plaza de Cataluña de Barcelona, este viernes, cuando los contagios de coronavirus siguen creciendo en Cataluña, y ha entrado en vigor la obligatoriedad, del pasaporte covid para entrar en bares, restaurantes, gimnasios y residencias. EFE/Enric Fontcuberta
La sexta ola en 'tres vuelcos': las fiestas de diciembre allanan el camino al virus.
Agencia EFE

Con la incidencia ya en los 323 casos y una tendencia sostenida de aumento de los contagios desde hace semanas, España vuelve a colocarse en una situación de riesgo respecto al coronavirus a las puertas de las Navidades. Al igual que ocurriera el año pasado, nuestro país se asoma a la circulación descontrolada de la Covid-19 a las puertas de uno de los periodos en el que se acumulan las interacciones sociales que más facilitan la labor al virus: reuniones de grandes grupos de personas, sin mascarilla y en interiores.

Además, lo hace en un momento en el que varias comunidades autónomas, como La Rioja, Cataluña, Navarra o País Vasco, empiezan a rondar cifras de ocupación de una de cada cinco camas de cuidados intensivos por pacientes Covid. En concreto, los hospitales riojanos muestran una tasa de ocupación del 22,64%, seguidos de los catalanes, con un 21%, y la comunidad foral, con un 20,34%, además de registrar la mayor incidencia de toda España, con 1.036,91 casos por cada 100.000 habitantes en 14 días.

Por el contrario, regiones como Extremadura, Galicia o Andalucía están consiguiendo, al menos por ahora, mantener la presión de los pacientes covid hospitalizados en UCI por debajo del 6%, notablemente por debajo de la media nacional del 11,41% registrado en los últimos datos facilitados este viernes por el Ministerio de Sanidad, aunque permanecen alerta de cara a unas fechas en las que el riesgo de contagios se dispara.

Porque diciembre es un mes marcado en rojo para la mayoría de los españoles por la cantidad de festivos que se acumulan en el calendario. El recién acabado puente de la Constitución, Nochebuena y Año Nuevo, riegan el mes de desplazamientos dentro y fuera del país, eventos de empresa, reuniones familiares y cenas de amigos. Pero también es un mes señalado para los expertos, que temen que las festividades acaben de cocinar una sexta ola como la que se está viviendo en otros países europeos.

Un nuevo arreón del coronavirus que, sin embargo, esta vez España afronta con un verdadero escudo de protección: cerca del 80% de la población ya cuenta con la pauta completa de la vacuna, haciendo casi imposible que cifras de 200 fallecidos diarios, como las que se vivieron en la primera semana de diciembre del año pasado, se vuelvan a repetir. No obstante, el catedrático en Medicina Preventiva y Salud Pública de la UAM, Rafael Herruzo, pide no bajar la guardia frente al virus: "Existe una cierta fatiga pandémica que está haciendo que la gente no tome las precauciones mínimas para evitar la infección", asegura.

Porque, aunque los fallecimientos estén en mínimos desde el inicio de la pandemia, el foco en este repunte de contagios -y en los que están por venir-se encuentra en los hospitales. Concretamente, en la tensión a la que se pueda someter un Sistema Nacional de Salud exhausto tras la fase más dura de la Covid. "Por mucho que el porcentaje de vacunados sea mayor que el de no vacunados, este grupo sigue siendo de millones de personas que pueden llegar a colapsar las urgencias, las camas y las UCI", señala Herruzo.

Una tesis que secunda Gabriel Reina, microbiólogo de la Clínica Universidad de Navarra, para quien la circulación de otras afecciones respiratorias como la gripe, casi desaparecida en durante el invierno pasado, demuestra una cierta relajación de la población en cuanto a las medidas de prevención frente al coronavirus. "Esto se suma a la Covid y supone una sobrecarga para todos los servicios asistenciales, de atención primaria y de hospitales", destaca Reina.

"Sabemos que la vacuna no es perfecta, no es un chaleco antibalas", advierte este experto. Por eso, Reina destaca la importancia de "mantener las preacauciones" de cara al periodo navideño. "En la medida de cómo actuemos en Navidad podremos evitar que la ola de casos aumente", resalta, además de señalar la "vacunación de refuerzo a la población vulnerable" como un buen antídoto para que este repunte no se traduzca en una saturación hospitalaria.

"Estamos alcanzando un alto grado de vacunación de terceras dosis, algo que creo que es un dato muy positivo", afirma Reina. Otro de los puntos importantes será el conseguir frenar la incidencia de los menores de 12 años, disparada desde hace semanas, y que comenzarán a recibir sus primeros pinchazos durante este mes. Eso sí, el microbiólogo reitera que la inmunización "no te exime del riesgo de contraer el virus".

"Deberíamos cumplir sobre todo con el uso de las mascarillas en los momentos de mayor exposición, a ser posible solo con personas que formen parte de nuestro círculo más cercano", recuerda el microbiólogo del hospital navarro. "Todos estamos cansados de esta situación, pero tenemos que seguir mentalizados de que seguimos en pandemia. Son medidas algo incómodas, pero ya se ha demostrado que son efectivas", incide Reina. 

De acuerdo con Ildefonso Hernández, director del departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad Miguel Hernández de Alicante, el escenario de cara a las próximas semanas es más halagüeño en términos de presión hospitalaria total y fallecimientos, pero el problema de un supuesto escenario descontrolado del Covid radica en hacer que el sistema "no atienda a quien debería estar atendiendo"

"Si el virus de la gripe tiene una incidencia a niveles precovid, como la que estamos empezando a observar, sí que podríamos generar una situación de estrés en cuanto a servicios asistenciales", algo que, a ojos de Hernández, hay que evitar a toda costa por "el desgaste que ha sufrido el personal sanitario" durante los cerca de dos años que de vigencia de la pandemia.

En lo que todos coinciden es en la necesidad de un nuevo esfuerzo para, como recuerda Reina, "salvar las Navidades", un término que se acuñó por estas fechas del año pasado y que parecía que había pasado a mejor vida. "Esperemos que esta vez sí, con la vacuna, esta sea la última Navidad en la que tengamos que sufrir el virus", sentencia el microbiólogo.

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