Si hubiéramos apagado el volumen de la televisión... ¿Quién hubiera ganado el debate?

    • Pedro Palao analiza el lenguaje no verbal de Pablo Iglesias y de Albert Rivera durante el debate que mantuvieron el domingo en 'La Sexta'.
    • "Albert fue muy determinante, incluso tenía un punto de autocracia. Sin embargo, Iglesias fue más un líder delegativo", destaca.
Uno de los fotogramas del programa de 'Salvados' en el que se vivió un debate 'inédito' entre Iglesias y Rivera. Foto. La Sexta
Uno de los fotogramas del programa de 'Salvados' en el que se vivió un debate 'inédito' entre Iglesias y Rivera. Foto. La Sexta

Pablo Iglesias y Albert Rivera se enfrentaron ayer en un debate fuera de lo común. Jordi Évole les citaba en un bar y los dos candidatos a la presidencia del Gobierno se sentaban en torno a una mesa redonda para debatir sobre diversos temas. La expectación era máxima, el formato era nuevo y nadie sabía como iban a actuar los dos invitados. El resultado: Un éxito en audiencia y en las redes sociales.Tras la repercusión inicial del debate, realizamos con el Master Couch de Tisoc, Pedro Palao, un análisis más exhaustivo del encuentro haciendo hincapié en el lenguaje no verbal de ambos.Marca PersonalAlbert Rivera: Posicionó bastante bien la marca Albert Rivera. Copó minutaje, presencia en cámara y reiteró su marca.Fallos: Exceso de interrupciones y un tono que a veces era un poco agresivo.Pablo Iglesias: Buen posicionamiento de marca aunque estaba un poco más apocado (tímido). Si lo que quería transmitir en el debate era corrección, estaba bien pero desde fuera podía parecer en ciertos momentos que no sabía que decir o que responder.Fallos: Muy poca gesticulación.El Master Couch de Tisoc, Pedro Palao explica que solo el 7,5% del contenido que captan las personas tiene que ver con el lenguaje verbal, el resto se completa con el lenguaje no verbal y las sensaciones que transmiten las personas. “En el caso del debate que vimos ayer, una persona por mucha atención que preste solo recordará el principio y el final del programa. En el resto de la conversación recordará más los elementos visuales: cómo dijo las cosas, más que, qué dijo. En este caso concreto, los mensajes de Albert Rivera pudieron llegar más a los espectadores porque se le vio más expresivo”, apunta este experto.Para Pedro, Albert fue muy determinante y apunta que tenía un punto de autocracia por su forma de gesticular, moverse y posicionarse. Sin embargo, en el caso de Pablo Iglesias destaca que fue más un líder delegativo que escuchaba más y pasaba menos a la acción. “Todo depende del líder que estemos buscando. Si quieres un líder que maneje equipos, la persona es Rivera. Si por lo contrario se busca un líder que escuche la opción a elegir sería Pablo. Depende de lo que busquen los votantes, una persona más conciliadora o más determinista”. Este experto considera que Albert tiene un liderazgo más autocrático. En el caso de Iglesias lo define como un líder más participativo.Sobre la actuación de ambos en el debate, Pedro cree que Iglesias estuvo más relajado de lo que él nos tiene acostumbrados. “Fue menos él, estaba más apocado que en otras intervenciones públicas. Rivera, sin embargo, fue más como es él. Incluso estaba más seguro, posiblemente porque las últimas encuestas le dan por encima de Iglesias.Qué pasa si subimos el volumen de la telePedro nos recomienda hacer un pequeño ejercicio, después de haber valorado el debate con el sonido bajado, vamos a subirlo. “Si escuchamos a Albert nos damos cuenta de que sus frase son más cortas, más contundentes y con más contenido. En general su contenido era más telegráfico que es a lo que está acostumbrado nuestro cerebro. Iglesias, por su parte, fue mucho más retórico y ambiguo por lo que de cara a la audiencia le faltaba concreción y si además tu rival, como era el caso de Rivera te interrumpe, se pierde el hilo de la conversación”, apunta Pedro.Para este experto, Pablo Iglesias y su equipo tendrían que haber preparado de otra manera el debate. “Iglesias tenía enfrente a una persona que es un crack de la oratoria y que ha ganado muchos concursos de este tipo. Tenía que saber que las frases cortas y con contenido son muy importantes para llegar al publico ya que solo reciben el 7,5% del contenido verbal y si además la información que nos llega es retórica nuestro cerebro ya no sabe como actuar”, explica.La mesa y la posición de los políticosPedro Palao considera que la mesa impidió un poco la fluidez de la conversación. “Yo creo que tendrían que haber estado sentados en posición de 90º y no delante el uno del otro. Jordi Évole tendría que haber estado sentado donde estaba, por ejemplo, Rivera. De esta manera la mesa no hubiera hecho un papel de barrera”, destaca.Pablo subió las manos encima de la mesa en contadas ocasiones y a penas gesticuló. “Albert reforzaba sus ideas con las manos y con su cuerpo, se inclinaba hacia adelante cuando quería matizar algo. En el caso de Pablo la angulación de la columna fue la misma durante todo el debate, incluso a veces estaba muy atrás. Parecía que quería mandar un mensaje relajado algo que algunos espectadores podrían haber catalogado como un síntoma de dejadez”, concluye Pedro.

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