Siete razones por las que matar al PSOE antes de tiempo es una ingenuidad

Se ha convertido en estribillo de campaña: "El PSOE está hundido". Lo justifican por las encuestas y por las poco afortunadas intervenciones de Pedro Sánchez en los debates, sobre todo el segundo. Hay motivos para pensar que el PSOE tiene aún mucho partido que jugar. Y que se equivocan quienes lo quieren matar antes de tiempo.El PSOE es algo más -bastante más- que su líder. Muchos no recuerdan la angustia que recorría las filas socialistas a mediados de los 90 sólo con pensar en la mera idea de prescindir de Felipe González. Pero Felipe se fue. Y el PSOE sobrevivió, a pesar de los azarosos años posteriores.España es moderada. Los estudios sociológicos así lo confirman. España oscila entre dos partidos moderados porque la inmensa mayoría de su población, antes que de izquierdas o de derechas, no es amiga de las excentricidades políticas. Los españoles huyen de los extremos, aunque las postales del 15M hayan podido confundir a más de uno. Pero esa moderación no significa que el electorado tolere fácilmente las mentiras o las traiciones, como están comprobando últimamente PP y PSOE.Los votantes pueden cambiar de partido, no de ideología. Es algo que deberían tener muy presente tanto Pablo Iglesias como Albert Rivera. Los votos que van a cosechar de PP y PSOE son votos prestados. Con la misma rapidez que han salido podrían volver a sus depositarios tradicionales. Se puede cambiar la orientación de un voto de la noche a la mañana, pero no las formas mentales de quien lo deposita en la urna.Susana está a la espera. El PSOE no tiene un problema de líderes. José Luis Rodríguez Zapatero era 'Bambi' poco de ser elegido secretario general… y 'Rey León' cinco años después. Con Pedro Sánchez puede suceder lo mismo si sabe jugar bien las cartas que reparta el 20D. Aún conserva sus posibilidades de convertirse, por el azar de los pactos, en presidente del Gobierno. Pero si no lo consigue, si el 20D sobreviene otro desastre para el PSOE y se convierte en tercera o incluso en cuarta fuerza política, el partido no tendrá problemas para encontrar otro líder con proyección nacional. Susana Díaz podría dar el paso y arrastrar buena parte del respaldo electoral de la autonomía más poblada, y más socialista, de España.El votante del PSOE es el que más se parece al votante medio, según el CIS. Siendo el 1 la extrema izquierda y 10 la extrema derecha, el votante español se sitúa en el 4,69. El PP está en el 8,26. Podemos en el 2,30. Ciudadanos en el 6,37. El PSOE se encuentra cerca del centro, en el 4,40.El PSOE es un partido mucho más organizado que Podemos y Ciudadanos. El rápido crecimiento de estos dos partidos emergentes les está ocasionando problemas de disciplina que se repetirán conforme alcancen mayores cuotas de poder. La desunión interna en los partidos causa desafección entre los votantes. PP y PSOE pueden haber decepcionado a muchos de los suyos, pero ya han demostrado sobradas veces a los españoles que saben gobernar, tanto el gobierno central como los autonómicos y municipales.Todos quieren pescar a los votantes socialistas. Se habla mucho de la crisis del PSOE y de los fallos de Pedro Sánchez porque los otros tres partidos quieren disputarle sus votos. A todos les conviene trasladar la sensación de que el PSOE está hundido. El PP sabe que no puede pescar votos entre el electorado de Podemos, pero sí en el PSOE o en Ciudadanos. Tanto Iglesias como Rivera hacen continuos guiños al votante socialista para ganarse su simpatía. En esta estrategia, Pedro Sánchez es un blanco fácil, porque no ha tenido tiempo de consolidarse como líder. Según refleja el CIS, el mayor número de indecisos se halla entre los votantes socialistas, porque cuentan con más opciones donde elegir.

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