Sikorski: "Putin debe ver que su temeridad política no le saldrá gratis"

  • El ministro polaco de Asuntos Exteriores, Radoslaw Sikorski, dijo a Efe que el presidente ruso, Vladímir Putin, debe entender que su "temeridad política no le va a salir gratis" y recuerda que "modificar fronteras por la fuerza es algo muy peligroso, que en el pasado desembocó en guerras".

Nacho Temiño

Varsovia, 13 ago.- El ministro polaco de Asuntos Exteriores, Radoslaw Sikorski, dijo a Efe que el presidente ruso, Vladímir Putin, debe entender que su "temeridad política no le va a salir gratis" y recuerda que "modificar fronteras por la fuerza es algo muy peligroso, que en el pasado desembocó en guerras".

Para Sikorski, del que se habla como sucesor de Catherine Ashton al frente de la diplomacia de la Unión Europea (UE), es hora de que Putin vea que habrá consecuencias si no modifica su rumbo y que la opinión pública europea comprenda que el de Ucrania no es "un conflicto lejano".

"Lo cierto es que, tras el derribo del avión malasio, quedó claro que ya no hay países lejanos o conflictos que no afectan", afirmó Sikorski, de 52 años y educado en Oxford, en una entrevista con Efe.

"Por primera vez desde la II Guerra Mundial, un país europeo ocupó parte del territorio de otro más pequeño con el pretexto de proteger a sus minorías nacionales de ataques y discriminación (algo falso, subraya)", apunta el jefe de la diplomacia polaca.

Polonia, marcada por una trágica historia, juega por momentos el papel de una especie de Casandra europea, con repetidas alertas del riesgo de que Rusia dé un paso más e invada el este de Ucrania, algo que elevaría la tensión del conflicto, considera Sikorski.

"La OTAN reconoce que Rusia tiene capacidad para invadir Ucrania y, de hecho, mantener miles de soldados en alerta estacionados en la frontera durante meses es algo muy costoso que hace que no podamos confiar en que Rusia no invadirá Ucrania", asegura.

"Debemos defender los principios que nos han dado paz durante 70 años", dijo Skorsi, que añadió: "Si permitimos que los países grandes se aprovechen de los débiles, entonces volveremos a los tiempos más sangrientos de la historia".

Sikorski confía en la solidaridad europea y en un mayor papel de Bruselas para convencer a Moscú de su error o aumentar las sanciones si es necesario, todo eso mientras las contramedidas de Rusia comienzan a afectar a productores y exportadores europeos.

Polonia está entre los principales afectados por las limitaciones rusas a los productos agroalimentarios, mientras que las exportaciones de países como España "son mucho menores", puntualiza, a la vez que recuerda que la decisión del Kremlin beneficiará a América Latina, que exportará más a Rusia.

Para el ministro, los socios de la UE deben ser ahora solidarios, "como Polonia lo ha sido ante situaciones lejanas como los conflictos en África", y entender que "el principio de solidaridad pasa por comprender las necesidades de cada estado miembro".

Todo eso, en un terrible escenario de crisis humana en Ucrania, especialmente en Lugansk, "creada por la propia Rusia al apoyar militarmente a los sublevados", lo que hace que la decisión de Moscú de enviar ahora ayuda humanitaria sea "sospechosa".

Al mismo tiempo, el conflicto en Ucrania ha evidenciado la escasa presencia de la OTAN en su flanco oriental, donde no cuenta con ninguna base relevante, algo que puede cambiar en un futuro cercano.

Polonia, miembro de la OTAN desde hace 15 años, aspira a que la Alianza ubique dos brigadas estables en su territorio, una presencia permanente que "contribuya a equilibrar la seguridad en todo el espacio de la OTAN", explica Sikorski.

Un caliente escenario geopolítico en el que el pasado lunes el líder ultranacionalista y vicepresidente de la DUMA (Parlamento ruso), Vladimir Zhirinovsky, añadía más leña al fuego al amenazar a Polonia y a las Repúblicas Bálticas con bombardeos y destrucción.

"Cuando el vicepresidente del parlamento de un país vecino hace declaraciones como éstas, queda claro por qué estamos preocupados", lamenta Sikorski. "Desafortunadamente a veces sus declaraciones reflejan el punto de vista de ciertos sectores de Rusia, por eso pedimos solidaridad a nuestros aliados", añade.

Y en un contexto que algunos califican de nueva Guerra Fría, Sikorski muestra su sorpresa por la actitud que los países del grupo Alba mantienen respecto a Ucrania, tal y como expresaron en la votación de las Naciones Unidas sobre la anexión rusa de Crimea.

La población de la península, por abrumadora mayoría, apoyó la opción de unirse a la Federación Rusa en un referéndum antes de que Moscú hiciera efectiva la anexión.

Tanto Venezuela como Cuba votaron en contra de condenar esa anexión, "algo especialmente llamativo en el caso de Cuba, ya que pretende recuperar la bahía de Guantánamo y al votar en contra parece que se opone a sus propios intereses", sostiene el jefe de la Diplomacia polaca.

"Parece que existe una especie de solidaridad global entre las cleptocracias", añade el político, quien apunta a la transición vivida 20 años atrás en Polonia y el resto de Europa Central como "experiencias que pueden servir" como ejemplo a países como Cuba.

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