Siria. Amnistía afirma que 88 manifestantes han muerto bajo custodia


Amnistía Internacional (AI) aseguró este miércoles que al menos 88 manifestantes sirios contrarios al régimen de Bachar el Asad han muerto bajo custodia en los últimos cinco meses en el marco de la "sangrienta represión" contra las protestas populares.
Así lo recoge AI en un informe titulado "Detención mortal: Muertes bajo custodia en medio de protestas populares en Siria", que documenta casos registrados entre abril y mediados de agosto, tras la oleada de detenciones llevada a cabo de manera generalizada en este país.
Amnistía señaló que estas 88 muertes suponen "un considerable aumento" del número habitual de personas fallecidas tras ser detenidas en Siria, ya que en los últimos años Amnistía registraba normalmente alrededor de 5 muertes bajo custodia cada año.
"Estas muertes de detenidos están adquiriendo proporciones masivas y parecen ser una prolongación del mismo desprecio brutal que vemos a diario en las calles en Siria", afirmó Neil Sammonds, investigador de Amnistía Internacional sobre Siria.
Sammonds subrayó que "los relatos de tortura recibidos son horribles" y que "el Gobierno sirio está persiguiendo sistemáticamente a su propio pueblo a una escala inmensa".
Las víctimas registradas en el informe fueron detenidas cuando la población siria se echó multitudinariamente a la calle en marzo de este año. Se trata de hombres en su totalidad (entre ellos 10 niños, algunos de 13 años) y fueron apresados por su participación o presunta participación en manifestaciones en demanda de reformas.
Amnistía apuntó que en al menos 52 de estos casos hay indicios de que la tortura u otros malos tratos causaron o contribuyeron a causar la muerte.
AI ha visto fragmentos de vídeo de 45 de los casos, grabados por familiares de las víctimas, activistas u otras personas, y ha pedido a peritos independientes que examinen algunos de ellos, pues las lesiones de muchos de los cadáveres indican que las víctimas pudieron sufrir "terribles palizas" y otros abusos, con señales de tortura como quemaduras, contusiones, marcas de azotes y cortes.
La mayoría de los casos registrados en el informe se produjeron en las gobernaciones de Homs y Dera, donde se han celebrado grandes manifestaciones, aunque también contabiliza muertes bajo custodia en otras cinco gobernaciones: Damasco, Rif Damashq, Idlib, Hama y Alepo.
Amnistía Internacional afirmó que no tiene noticia de que se hayan abierto investigaciones independientes sobre las causas de la muerte en ninguno de los casos recogidos en el informe y pidió al Consejo de Seguridad de la ONU que remita la situación de Siria al Tribunal Penal Internacional, imponga un embargo de armas al país y congele los activos de Al Asad y sus principales colaboradores.
"Creemos que, consideradas en el contexto de las violaciones generalizadas y sistemáticas de derechos humanos que se están cometiendo en Siria, estas muertes bajo custodia podrían constituir crímenes de lesa humanidad", manifestó Sammonds.

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