Socialistas y populares impiden votar una resolución sobre Haidar en el Parlamento Europeo

Estrasburgo (Francia).- El pleno del Parlamento Europeo suprimió hoy la votación de la resolución ya pactada sobre la activista saharaui Aminetu Haidar, a fin de no obstaculizar las gestiones diplomáticas en marcha, lo que generó críticas y protestas de los opuestos a esa decisión.

Los dos principales grupos, el socialista y el popular, apoyaron la supresión del voto, frente a la oposición de los eurodiputados de los grupos liberal, verde y de Izquierda Unitaria Europea, algunos de los cuales achacaron la decisión al temor de las grandes formaciones a irritar a Marruecos.

La resolución ya había sido pactada el miércoles por todas las fuerzas políticas del PE, y su texto exigía a Marruecos que autorice el regreso inmediato de Haidar al Sahara Occidental, que le restituya su pasaporte y que proteja su salud.

Pocas horas antes del debate previo a la votación, el líder del grupo socialista, el alemán Martin Schulz, solicitó al pleno la supresión de la votación, a fin de mantener la "discreción" y apoyar los esfuerzos diplomáticos que buscan resolver el caso de Haidar.

Schulz aseguró que disponía de informaciones, de las que no ofreció detalles, según las cuales "se vislumbra hoy una solución" para que Haidar ponga fin a la huelga de hambre que mantiene desde el 16 de noviembre.

La petición fue respaldada en el hemiciclo por el líder de los socialistas españoles, Juan Fernando López Aguilar, quien aseguró que "lo mejor" que podía hacer el PE era no votar la resolución prevista para apoyar los "esfuerzos diplomáticos".

Esta propuesta socialista fue apoyada por el líder del Partido Popular Europeo (PPE), Joseph Daul, y fue finalmente aprobada por 249 votos a favor, 163 en contra y 135 abstenciones.

Daul resaltó que se está hablando de la "vida de un ser humano" y "tratando de buscar una solución política", por lo que respaldó la propuesta de Schulz para "evitar que la situación se agrave".

La gran mayoría de los eurodiputados socialistas votaron a favor, mientras que en el grupo popular se respetó la consigna de Daul, aunque el español José Ignacio Salafranca (PPE), señaló que la resolución no habría perjudicado al caso.

La delegación española del grupo popular pidió a los socialistas que ofreciesen al resto de la cámara toda la información de la que disponen sobre las negociaciones para resolver el caso.

Tras la supresión del voto, que debía ir precedido de un debate en el pleno, varios eurodiputados se quejaron amargamente.

"Nunca en cinco años he visto algo así", clamaba a la salida del hemiciclo el eurodiputado de Iniciativa Per Catalunya Verds (ICV) Raül Romeva.

Según dijo a Efe el parlamentario catalán, la decisión responde a las "presiones" de los gobiernos de España y de Francia y deja claro que "Marruecos es el único país capaz de marcar la agenda del Parlamento Europeo".

Por su parte, el eurodiputado de Izquierda Unida (IU) Willy Meyer calificó lo sucedido de "golpe antidemocrático" y aseguró que los socialistas "no quieren incomodar a Marruecos a pesar de su incumplimiento sistemático de los derechos humanos".

Mientras, la parlamentaria del Partido Nacionalista Vasco (PNV) Izaskun Bilbao, que lideró el miércoles las negociaciones del texto común, aseguró que los argumentos utilizados por el líder socialista Schulz no son ciertos y que únicamente se ha tratado de "eludir el debate democrático".

"Si hoy Aminetu Haidar no vuelve con todos sus derechos a El Aaiún alguien en los socialistas tendrá que asumir sus responsabilidades", dijo Bilbao, miembro del grupo Liberal del PE.

Oriol Junqueras, de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y miembro del grupo de Los Verdes en el PE, expresó su "tristeza" por la decisión y advirtió de que "es posible que cuando volvamos de Navidad, Haidar haya muerto y no hayamos hecho nada para evitarlo".

La portuguesa Ilsa Figueiredo (Izquierda Unitaria Europea) se preguntó de forma irónica si la firma del nuevo acuerdo agrícola entre la UE y Marruecos, anunciada hoy por la Comisión Europea, era el acontecimiento que esperaba Schulz.