Sócrates cierra la campaña con aires triunfales y críticas a la izquierda

  • Lisboa.- El primer ministro socialista portugués, José Sócrates, cerró hoy sus últimos actos de campaña con aires de triunfo y ataques a la izquierda, que aspira a quitarle alguna tajada a la gran ventaja del Gobierno en todas las encuestas.

El Partido Socialista luso amplía su ventaja en los sondeos frente a los socialdemócratas
El Partido Socialista luso amplía su ventaja en los sondeos frente a los socialdemócratas

Lisboa.- El primer ministro socialista portugués, José Sócrates, cerró hoy sus últimos actos de campaña con aires de triunfo y ataques a la izquierda, que aspira a quitarle alguna tajada a la gran ventaja del Gobierno en todas las encuestas.

Sócrates encabezó hoy la "arruada" electoral, o desfile callejero, más concurrido y ruidoso de la campaña, arropado por miles de partidarios que se sentían ya vencedores de las elecciones del domingo.

Con más del 38 por ciento de intenciones de voto frente a alrededor del 30 de su principal rival, el Partido Social Demócrata (PSD, centro-derecha) Sócrates se permitió el lujo de dedicar una de sus principales intervenciones del día a cargar contra los argumentos de la izquierda y pedir para sí el"voto útil".

Portugal no necesita ahora "propuestas políticas radicales o extremistas", manifestó al apelar a un voto con la utilidad de construir y no destruir, que sirva para unir y no divida y que aporte soluciones y no más problemas.

El discurso del primer ministro iba dirigido sobre todo al Bloque de Izquierda, una formación marxista a la que las encuestas sitúan como tercera fuerza política del país con cerca de un 10 por ciento de intenciones de voto, por encima de la coalición de comunistas y verdes que ocupaba hasta ahora esa posición.

El Partido Socialista parece temer, sobre todo, el desgaste de votos que pueden suponer esas fuerzas por la izquierda y Sócrates alertó hoy del peligro de quienes pretenden "nacionalizar bancos, seguros o el área de la energía" cuando la nación vive "momentos de gran exigencia y precisa de mucha responsabilidad".

Ese tipo de propuesta electoral, argumentó el primer ministro en alusión a sus rivales de la izquierda, "sería un error económico que penalizaría mucho a Portugal y los portugueses".

El primer ministro, que en las anteriores elecciones de 2005 logró mayoría absoluta con un 45 por ciento de los votos, insistió en pedir "movilización hasta el fin" a sus seguidores y que no confíen en las encuestas.

Sócrates, cuyo partido ha tomado ventaja clara en los sondeos desde el jueves, evidenció de nuevo el temor a que la confianza en la victoria genere abstención y acabe por perjudicar su resultado e insistió en que sólo con votos se ganarán las elecciones.

Horas antes el primer ministro logró el llamativo apoyo público del ex jugador de fútbol Luis Figo, uno de los grandes iconos deportivos de Portugal, y del presidente de su equipo más popular, el Benfica, Luis Filipe Vieira.

Ambos participaron en un acto de apoyo al PS en el que el primer ministro expresó también la amistad de Portugal con España y salió al paso de la oposición de su principal rival, Manuela Ferreira Leite, líder del PSD, al proyecto de tren de alta velocidad con el país vecino.

Sócrates resaltó también la unidad de su partido ante las elecciones, tras pasear por las calles de Lisboa con uno de sus líderes históricos, el ex jefe del Estado Mario Soares, que encarna una familia socialista a la izquierda del primer ministro.

El desfile de los socialistas por el céntrico barrio del Chiado en Lisboa tuvo aires triunfales y fue el prólogo de su multitudinario mitin de cierre en la capital.

En este acto participaron varias figuras del socialismo, como el alcalde de Lisboa, Antonio Costa, que se mostró orgulloso del apoyo que la capital ha mostrado a Sócrates y al PS pese a una campaña que consideró centrada en descalificaciones y ataques personalizados en el primer ministro.

Por su parte Sócrates subrayó su satisfacción por los resultados de una campaña en la se ha esforzado por mantener la "serenidad democrática" y centrarse en las propuestas y no los ataques.

Mostrar comentarios