Solbes escurre el bulto (otra vez) y afirma que Zapatero desoyó sus advertencias

  • Ha afirmado que "no fuimos capaces de detectar la fuerte recesión española en 2009" y que las finanzas públicas "hubieran podido estar más saneadas". 
Pedro Solbes
Pedro Solbes

El exministro de Economía Pedro Solbes ha admitido hoy que la vivienda fue una "prioridad política" en 2004 y ha afirmado que sus advertencias ante el ritmo de crecimiento de los precios "cayeron en saco roto", al tiempo que ha reconocido que frente a la crisis económica hubo "claros errores de previsión".

Durante su comparecencia en la comisión del Congreso que investiga el origen de la crisis financiera y el rescate bancario, Solbes ha afirmado que "no fuimos capaces de detectar la fuerte recesión española en 2009" y que las finanzas públicas "hubieran podido estar aún más saneadas".

Solbes que fue vicepresidente y ministro de Economía de 2004 a 2009 durante el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero ha reconocido que la vivienda fue prioritaria en este mandato, hasta el punto de que se creó un Ministerio de Vivienda. "Los precios seguían subiendo a pesar de una construcción desmesurada que iniciaba cada año con muchas más viviendas que las que se necesitaban", ha recordado.

No obstante, ha indicado que el ministerio se centró fundamentalmente en la solución del problema de aquellos que tenían mayores dificultades para el acceso a la vivienda, aunque no se adoptaron medidas suficientes, ya que ha afirmado que el crédito de vivienda siguió siendo preferencia para los bancos.

"La limitación de la ayuda para la compra de vivienda y mis críticas de lo inadecaudo de las hipotecas caían en saco roto a pesar de los claros desajustes. Era más importante mejorar las competitividad en los sectores. En definitiva que la fiesta no terminara", ha dicho.

Solbes ha explicado que la situación de tensión económica coincidió con la convocatoria electoral para marzo de 2008 y ha dicho que en ese momento el gobierno era consciente de una desaceleración de la economía, pero no la caída que se produjo en el segundo semestre consecuencia del impacto de la quiebra de Lehman Brothers.

El exministro ha reconocido hoy que lo "más deseable" para haber reducido el impacto de la crisis hubiera sido una política fiscal más restrictiva. "Se intentó en parte, con resultados insuficientes", ha dicho, al tiempo que ha señalado que se pasó de un superávit del 2% del PIB en 2008 a un déficit del 11% en 2009 y que con "esas cifras la decisión de minimizar recursos públicos para hacer frente a la intervención de los bancos estaba totalmente justificada".

Prioridad por reconducir el déficit

El Gobierno de Zapatero fue timorato en la inyección de ayudas a las cajas en el arranque de la crisis ante la convicción de que se podrían resolver uno a uno los problemas que fueran surgiendo, y su prioridad por reconducir el déficit excesivo de las finanzas públicas. "Se pasó de un superávit del 2% del PIB en 2008 a un déficit del 11% en 2009 y se mantiene cerca del 10% en 2010 y 2011. Con esas cifras la decisión de minimizar recursos públicos para hacer frente a la intervención de los bancos estaba totalmente justificada", relató.

Bajo su mandato, en el que estalló el problema de fondo de las cajas con el colpaso de CCM, se culpó al Ejecutivo socialista de no reconocer la crisis, de ser poco ambicioso para corregir los problemas inyectando recursos públicos de manera generalizada como sí estaban efectuando otros países como EEUU o Reino Unido y que permitió corregir sus dificultades de raiz, al tiempo que se engordaba el problema de las finanzas públicas. Solbes reconoció el "error" en diagnosticar con demasiado optimismo el contagio de la crisis que se originó en 2007 con el estallido de la crisis subprime en EEUU, pero admitió que ya en los albores de las elecciones que se celebrarían en 2008 sí se conocía la desaceleración del PIB.

La situación de las cajas

No obstante, en un ejercicio de autocrítica, sí admitió que "debimos ser más valientes en el superávit presupuestario. Debimos ser más valientes en entrar en la gobernanza de las cajas. No sé si hubiéramos podido visto el momento político". El problema primero que encara el Ejecutivo socialista para resolver las dificultades de las cajas es su control por parte de Comunidades Autónomas, lo que dificulta, cuando no impide, operaciones para solucionar sus fragilidades como las fusiones.

Su viabilidad, dijo, ha dependido de la "calidad de la gestión de las mismas", y su profesionalización, aunque "hubiera sido necesario acometer reformas" en las entidades de ahorros "para mejorar su dimensión, eficacia y eficiencia". El obstáculo, dijo, era "la minoría parlamentaria" y "la vinculación de cajas con los diferentes partidos políticos" que desalentaba abordar una reforma tan delicada.

En el colapso del sector responsabilizó, en parte, al incremento en capital que se impuso a partir de 2008 con la entrada en vigor del marco regulatorio de solvencia Basilea II. Aún así defendió las medidas adoptadas por el Ejecutivo con la creación del Frob, y del Banco de España, evitando que la banca española tuviese vehículos como la subprime americana, exigiendo colchones de provisiones anticíclicas y desalentando financiaciones por valores superiores al 80% del valor de tasación.

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