Un 81% de votantes de Podemos quiere el pacto con Sánchez y rechaza elecciones

El 81% de votantes de Podemos quiere un pacto con Sánchez y rechaza elecciones
El 81% de votantes de Podemos quiere un pacto con Sánchez y rechaza elecciones
Nerea de Bilbao

Los españoles quieren que los políticos pongan ya fin al bloqueo político y se llegue a un acuerdo para investir a Pedro Sánchez. Esta es una de las principales conclusiones que deja el último sondeo que ha elaborado Metroscopia para el Grupo Henneo / La Información y que se publica en un momento decisivo a nivel político: con las negociaciones entre PSOE y Unidas Podemos aún en el aire. Hasta el jueves, fecha de la segunda votación de investidura (en la que Sánchez solo necesitaría mayoría simple para ser investido), hay tiempo para llegar a un acuerdo y la demanda de los españoles, en general, es que los políticos hagan su trabajo tras tres meses parados desde las elecciones del 28 de abril.

Los votantes de PSOE (86%) y de Unidas Podemos (81%) son los que, de forma clara, son partidarios de que el líder del PSOE sea investido y se ponga fin a este periodo de incertidumbre ante la amenaza de unos segundos comicios. El dato de los partidarios de Pablo Iglesias es especialmente llamativo, ya que indica la valoración positiva que existe entre su electorado a la búsqueda de un acuerdo con los socialistas. A nivel global, dos de cada tres españoles (64%) afirma que, si de ellos dependiera, preferiría una investidura de Sánchez a la convocatoria de nuevas elecciones (33%). 

Entre los votantes de Ciudadanos, un 54% opina lo mismo y quiere a Sánchez en Moncloa ya, frente a un 45% al que no le importaría volver a votar. Por su parte, apenas un 33% de votantes de Vox desea una investidura del secretario general de los socialistas, por un 64% que prefiere celebrar otra cita con las urnas. En el PP la opción claramente mayoritaria, 81%, es la de una repetición electoral, frente a un 18% que quiere la investidura de Sánchez.

Otro dato a tener en cuenta en el sondeo de Metroscopia es que la mitad de los españoles piensa que Pedro Sánchez será investido y se convertirá en presidente del Gobierno antes de que finalice el plazo constitucional el próximo 23 de septiembre. En concreto, un 46% considera que al final logrará ser el jefe del Ejecutivo y un 47% que piensa que no lo conseguirá. Solo entre los votantes del PSOE existe una clara mayoría que piensa que Sánchez será investido: un 54% cree que así será, frente a un 40% que opina que el bloqueo político llevará a España a unas segundas elecciones en noviembre.

¿Quién sería el culpable de nuevas elecciones en noviembre?

Los partidos políticos, especialmente PSOE y UP, siguen enfrascados en unas negociaciones que aún no han terminado y que, si fracasan, podrían llevar al país a unas segundas elecciones en noviembre, lo que serían las cuartas generales en cuatro años. Así, si el 23 de septiembre no hubiera investidura, tres de cada cuatro españoles (76%) culparían con dureza a los líderes políticos y les acusarían de "falta de esfuerzo e interés" para llegar a acuerdos. Esta opinión es expresada de manera generalizada por votantes de todos los partidos: desde el 70% de Vox al 81% de Unidas Podemos. Apenas un 21% de los encuestados considera que el bloque sería "algo normal en una situación de mayor diversidad política como la actual".

Una reforma del sistema para acabar con estos problemas

El sondeo de Metroscopia para Henneo / La Información también pregunta a los españoles por una posible reforma del sistema político y, por tanto, de la Constitución para acabar con los bloqueos en la investidura. Así, la amplia mayoría, un 90%, está de acuerdo en "reformar el sistema electoral para que exista una proporción más exacta entre el número total de votos de un partido y el número de escaños". Es decir, 9 de cada 10 votantes se muestra dispuesto a acabar con el sistema D'Hont e implantar una fórmula de circunscripción única, como la que se da en las elecciones europeas. Estos cambios perjudicarían principalmente a formaciones nacionalistas como ERC y PNV.

La segunda opción más apoyada es la de acortar el plazo para la formación de Gobierno. Así, un 82% de los encuestados es partidario de limitar a "una o dos semanas" las votaciones de la primera investidura. Es una solución que citó el presidente del Gobierno en su entrevista del pasado lunes en TVE y que supondría implantar el mismo método que se emplea para la elección de alcaldes. A continuación, con un 62% de apoyo, se sitúa la posibilidad de "que el cabeza de lista más votado quede automáticamente investido como presidente, dejando para después sus negociaciones para poder aprobar leyes y solucionar los problemas pendientes.

Menor apoyo ciudadanos recibe la opción ya lanzada por Pablo Casado de entregar una prima al partido que gane las elecciones. Se trata del sistema electoral de Grecia y sería apoyado por el 55% de los encuestados. Por último, apenas un 54% está de acuerdo con que "los partidos deban cambiar sus candidatos a presidente si por falta de acuerdo para la investidura hay que repetir elecciones".

El dato

Bélgica: 541 días sin Gobierno; Dinamarca: 10 días

Bélgica ostenta el récord mundial de días sin Gobierno: 541 tras las elecciones de 2010. España estuvo 314 días en funciones a lo largo de 2016. En el lado opuesto se sitúa Dinamarca como ejemplo de país donde es posible pactar y hacerlo de forma rápida. En el 'Folketing' (Parlamento danés) no se ha registrado una mayoría absoluta desde 1909 y ha llegado a contar con hasta trece partidos con representación. En 2015 la formación de Gobierno apenas llevó diez jornada. Tras las elecciones del pasado 5 de junio apenas tardaron 22 días en elegir presidente. Dinamarca es, en definitiva, todo un ejemplo de cómo los políticos pueden ceder y solucionar el bloqueo.

¿Democracia  u otro sistema?

El 80% de los encuestados considera que la democracia es preferible a cualquier otra forma de Gobierno. Asimismo, un porcentaje muy similar (78%) piensa que la actual monarquía parlamentaria es el mejor sistema político que ha tenido nuestro país a lo largo de toda su historia. Sin embargo, a pesar de esta opinión generalizada, un 60% de los españoles se muestra insatisfecho con el funcionamiento de nuestra democracia.

Mala valoración de la política y la mejor de la economía

La situación política logra un grado de desafección muy elevado. Así, el 86% de los encuestados considera que es mala, mientras apenas un 8% cree que es buena. Los españoles piensan que vida política funciona mal y ello es motivado por la incapacidad, generalizada, de líderes y partidos de tener en cuenta los problemas de la gente. Lo cree así el 84% de los españoles, el 93% de los votantes de Cs, el 90% de los de Vox, el 85% de los de UP, el 81% de los del PP y el 75% de los del PSOE.

Evaluación política y económica

Por su parte, la valoración de la situación económica alcanza su mejor puntuación en los últimos años. Así, un 28% considera que es buena, mientras que un 57% que responde que es mala. Es decir, a pesar del bloqueo político y de la ausencia de Gobierno, los españoles tienen una mejor valoración de la economía desde el pasado mes de junio, fecha de la moción de censura que llevó a Sánchez a La Moncloa.

Evaluación de líderes: solo Sánchez aprueba

Solo Pedro Sánchez obtiene una evaluación favorable de los votantes: es aprobado por el 50%. El jefe del Ejecutivo en funciones ha mejorado, por tanto, su puntuación, ya que el pasado mes de enero apenas le aprobaba el 38%. Moncloa reconoce que a finales de 2018 y principios de 2019 vivió una crisis que afectó a su imagen en la opinión pública.

Valoración de líderes

Pablo Casado, Albert Rivera y Pablo Casado, por su parte, son aprobados en este momento por apenas uno de cada tres españoles. Las evaluaciones de los líderes de PP y UP son estables desde hace un año, mientras que la del presidente de Cs ha experimentado un sensible deterioro en los últimos meses. El catalán es, además, el líder que ahora registra un apoyo más reducido por parte de sus propios votantes (65%). Santiago Abascal, por último, logra su peor nota con un 16% de aprobación.

¿Y una 'abstención patriótica' del PP de Casado?

¿Cómo quieren los españoles solucionar el bloqueo y desatascar la investidura? Metroscopia pregunta por la llamada 'abstención patriótica' del PP, es decir, que los 66 diputados de Pablo Casado devuelvan al PSOE esa abstención que posibilitó en 2016 el Gobierno de Mariano Rajoy y evitó in extremis unas terceras elecciones. El resultado de la pregunta es llamativo: un 64% de los españoles se muestra partidario de esta opción.

Sin embargo, la amplia mayoría de los votantes del PP rechaza que Casado y sus 65 diputados en el Congreso hagan presidente a Sánchez. En concreto, un 67%, dos de cada tres, dice no a esa 'abstención patriótica' y solo un 28% la apoya. Las cifras son muy similares en el caso de los votantes de Vox: un 69% la rechaza y un 29% la vería con buenos ojos. Esta opción es apoyada por el 89% de los votantes del PSOE, por el 71% de los de UP y, más moderadamente, por el 52% de los de Ciudadanos.

Ficha técnica

Un sondeo previo a la investidura

El sondeo de Metroscopia para Henneo / La Información ha sido realizado a través de 1.251 entrevistas mediante llamadas a teléfonos móviles. El trabajo de campo tuvo lugar entre el 11 y el 12 de julio, días en los que el PSOE aseguró manejar "todos los escenarios" y, por tanto, abrirse a un Gobierno de coalición, y en los que Unidas Podemos lanzó la consulta a sus bases. El margen de error tras la ponderación es de 3,4 puntos.

Calidad y transparencia para confiar en las encuestas

La mayoría de la ciudadanía española desconfía de las encuestas. Alrededor del 60% declara confiar poco o nada en sus resultados, especialmente aquellos relacionados con las cuestiones políticas. Hay quien cree que la encuesta es un instrumento al servicio de un medio de comunicación o de un partido político para validar sus posiciones ideológicas. También se considera que es una forma de manipulación interesada de la realidad para fines espurios. Sin embargo, el método de encuesta que hoy conocemos nació en los años treinta del siglo XX, de la mano del periodista estadounidense George Gallup, con el objetivo de convertirse en realidad en un instrumento de profundización democrática. Eso sí, un método de calidad científicamente validado.

Frente a las opiniones particulares o la propaganda, la encuesta permite medir de forma fiable y sin filtros gubernamentales la opinión pública, la del conjunto de la ciudadanía. Los resultados de una encuesta consiguen aportar, según Gallup, un conocimiento que media entre el Gobierno y la ciudadanía, casi como un mecanismo de control democrático. No para invitar a gobernar a golpe de encuesta, sino para gobernar con conocimiento de causa y para que la voz de la población pueda estar presente en la toma de decisiones.

Más de 80 años han pasado y la encuesta se ha consolidado como uno de los principales métodos de investigación no solo para conocer la realidad social y política, sino también para medir o, como decía el propio Gallup, pulsar como si de un sensor o termómetro se tratase, el clima social de la población. Por eso, más allá de que haya encuestas que sean mejorables, la desconfianza ciudadana es una muy mala noticia. Una desconfianza que, por cierto, se puede retroalimentar con todo lo que hoy día incluya la palabra "política". Sabemos precisamente por encuestas, que más del 80% de la ciudadanía española está descontenta con la actual situación política de España, que le preocupa las dificultades para formar un Gobierno y que señala a los propios políticos como uno de los principales problemas del país. Revertir la credibilidad de las encuestas no será pues una tarea que incumba solamente a los institutos demoscópicos, sino que se extiende al resto de actores y organizaciones involucrados.

En lo que concierne a la demoscopia, en el marco de la apuesta internacional por elevar los estándares de calidad de las encuestas, (más allá de los códigos deontológicos existentes) de fomentar las buenas prácticas (como ha publicado recientemente la Asociación Americana para la Investigación de la Opinión Pública, AAPOR) y, sobre todo, de facilitar la lectura y la comprensión de las mismas por parte de la ciudadanía, Metroscopia comparte la reciente propuesta de la Dirección de Sondeos de la CNN en EEUU para evaluar la metodología y los resultados de las encuestas publicadas.

Ante el mar de informaciones, datos y opiniones que nos rodean, la CNN propone que la calidad y la transparencia sean los dos principios rectores de las encuestas publicadas en los medios. Para ello plantea a los institutos demoscópicos que respondan a un cuestionario de 16 preguntas, a partir del cual se conozca al detalle el quién, el qué, el cómo y el porqué de cada encuesta que se publique en un medio de comunicación. En Metroscopia queremos recoger el guante y, en adelante, además de la ficha técnica convencional que acompaña a todos los sondeos realizados, se incluirá también este cuestionario completado que podrá ser consultado por quien así lo desee en la página www.metroscopia.org. Porque la encuesta puede no ser una ciencia exacta, pero sí una herramienta útil.

Mostrar comentarios