El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, ha convertido en objetivo prioritario garantizar el pago de las pensiones, con revalorización anual incluida, en busca el equilibrio entre ingresos y gastos, implementando medidas que faciliten la sostenibilidad y contributividad del sistema, mientras trata de convencer a Bruselas de que sus ajustes serán suficientes para hacer sostenibles las pensiones, y de paso recibir los fondos de recuperación. Son muchos los frentes abiertos y son numerosos los avisos de que son necesarias iniciativas de calado para facilitar el desembarco en la jubilación de la generación del 'baby boom', la más numerosa.
Precisamente esas alertas, que proceden del Banco de España, el servicio de estudios del BBVA y de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) han molestado al ministro, que insiste que esos estudios patrocinados las instituciones son trabajos de investigadores y no de los organismos. Es evidente que estos análisis e informes de investigadores, analistas, especialistas y catedráticos incomodan al ministro, que estuvo al frente de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef), durante cuatro años desarrollando informes "para facilitar análisis y datos que contribuyan a la toma de decisiones" y que ha realizado sus propios informes sobre el futuro de las pensiones.
La mayoría de estos nuevos jubilados llegarán con pensiones elevadas, tras largas carreras laborales y sueldos considerables, algo que ya se visualiza en la primera pensión de los trabajadores que se retiran antes de los 65 años, sin miedo a las penalizaciones, puesto que aspiran a la prestación máxima. La última estadística de la Seguridad Social muestra que en el mes de julio la pensión media de estos jubilados alcanzó los 1.720 euros, que por 14 pagas suponen 24.080 euros anuales. Por su parte, la base media de cotización se situó el pasado marzo -último dato disponible- se sitúo en 1.988 euros, lo que supone 23.856 euros.
La nómina de los jubilados antes de los 65 supera a la retribución media de los trabajadores menores de 40 años y duplica a la de los menores de 24 años
La base de cotización es el salario bruto global mensual de un trabajador, incluidas las horas extra, las pagas extra prorrateadas y las vacaciones retribuidas. Las bases son la mejor referencia para conocer los sueldos de los asalariados, teniendo en cuenta que los últimos aportados por la Encuesta de Estructura Salarial que elabora el Instituto Nacional de Estadística (INE) tienen fecha de 2020. Los nuevos pensionistas que se jubilan antes de los 65 años, el 36% del total, ya tienen nóminas mayores que la que reciben la media de los trabajadores.
La nómina de los nuevos jubilados antes de los 65 supera a la retribución media que obtienen los trabajadores menores de 40 años y duplica a la de los que tienen menos de 24 años. En total, 6,1 millones de cotizantes en el Régimen General cobra menos que estos pensionistas. Pero no solo son los jubilados anticipados los que reciben pagas más elevadas que los sueldos en vigor. Uno de cada tres retirados del Régimen General actualmente en el sistema -1,48 millones- recibían pensiones superiores a 23.856 euros al año.
Esta diferencia será mucho mayor en los próximos ejercicios si los pensionistas siguen aumentando sus prestaciones de acuerdo al Índice de Precios al Consumo (IPC) y los asalariados siguen perdiendo poder adquisitivo en la negociación de sus convenios colectivos, al menos un tercio de lo que se subirá a los pensionistas. Al detalle, la estadística de pensiones muestra que la edad media de jubilación sigue sin variar con respecto al año pasado, 64,9 años, cuyo aumento es una de las claves de la reforma de pensiones diseñada por José Luis Escrivá. El aumento sí se ha producido con respecto a 2018, cuando las jubilaciones se producían a los 64,2 años, cinco meses que el ministro Escrivá considera relevante para ir combatiendo el aumento de gasto.
El aluvión de jubilaciones que se producirá en los próximos años, con la llegada a la edad de retiro de la generación más numerosa, la del 'baby boom', nacida entre 1958 y 1977, no solo disparará el gasto de la Seguridad Social sin ingresos suficientes para contrarrestar el aumento, como advierten organismos diversos como la Airef, el Banco de España , el Instituto de Estudios Económicos (IEE) o el Fondo Monetario Internacional (FMI), también provocará un fuerte impacto en el mercado laboral, en el que el relevo generacional en muchas áreas y profesiones será imposible de gestionar y generará un importante déficit de mano de obra, pese a que un elevado número de ciudadanos continuará en el paro.
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